Julio César Arreaza B.13 de noviembre de 2017
El
régimen se arrebata en medio de su vulnerabilidad y susto por el colapso
general, y se envalentona montado en los falsos resultados impuestos en los dos
ligaditos atracos electorales perpetrados tipo emboscada por el CNE, uno atinente
a la ANC fraudulenta seguida de la trácala de las regionales. Se apura con la
coacción a la sociedad, para sacar del juego a los que piensen diferente, y
lanza una escalada represiva desembozada mientras avanza en la aniquilación de
la democracia.
Pretende
desmantelar la democracia mediante el asedio al legítimo Parlamento,
comportamiento propio de una dictadura controlada por mafias. La sedicente Ley
contra el Odio aprobada por la fraudulenta ANC, que cercena la libertad de
expresión, será aplicada contra los integrantes de la oposición,
criminalizándolos y persiguiéndolos bajo la amenaza de 20 años de prisión. Será
aplicada a los medios independientes para amordazarlos y no la aplicarán a los
promotores del odio de los formatos delincuenciales de la hojilla, el mazo
dando, los canales bestializados con peculado de uso usurpados por los rojos y
las cadenas propagandísticas infames.
Avanza
el totalitarismo que busca la dominación de la sociedad, el hambre tiene
objetivos, te quiebran las piernas y te dan muletas. El régimen se quitó la
máscara y endurece la represión. Secuestraron el mecanismo efectivo para
dirimir la brutal crisis que es el libre y limpio pronunciamiento de la
soberanía popular. Hagan lo que hagan, delincan, tapen y mientan hasta el absurdo,
no podrán quitarse el rechazo mundial, salvo Cuba, Rusia y China, que nos ven
como sus colonias.
Los
bandidos sienten repulsión por el trabajo productivo y el capitalismo en manos
ajenas. Se reparten lo ajeno. Desinstitucionalizaron al país.
Un retrato
de la Venezuela de hoy, son los pacientes consumiendo creolina en cápsulas en
busca de aliviar los dolores causados
por el paludismo, enfermedad que había sido erradicada hace 60 años. La
barbarie gobierna y destruye el tejido social. Se ha ido instaurando un régimen
represivo en forma creciente. La mayoría debe hacer visible su rechazo, no hay
otra opción, el silencio es la ruta de la servidumbre. Acumular fuerzas
sociales y unidad de propósitos. Corregir la desviación y alinear las fuerzas en una sola dirección de manera
coordinada y organizada.
Elijamos
el candidato de la oposición en primarias y sea quien nos represente en un
diálogo sin trampas. Volver al mandato del 16-7, en el que la soberanía popular
decidió frenar la disolución de la republica y rechazó la fraudulenta ANC.
Respeto a la AN, único poder legitimo. Liberación de los presos políticos y
urgente apertura del canal humanitario. Qué la FA y los funcionarios públicos
acaten la Constitución de 1999.
¡No
más prisioneros políticos, torturados ni exiliados!
Julio
César Arreaza
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