Papa Francisco 03 de febrero de 2018
Evangelio
según San Marcos 6,30-34
Jesús
se compadece de su pueblo: "En aquel tiempo, los Apóstoles
se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él
les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un
poco". Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni
para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos
partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a
aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio una gran
muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor y
estuvo enseñándoles largo rato". Palabra del Señor
Reflexión
del Papa Francisco
Dios
visita a su pueblo, en medio de su pueblo, y acercándose. Cercanía. Es la
modalidad de Dios. Y después hay una expresión que se repite en la Biblia,
tantas veces: "El Señor tuvo gran compasión".
La
misma compasión que tenía, dice el Evangelio, cuando vio a tanta gente como
ovejas sin pastor. Cuando Dios visita a su pueblo, está cerca de él,
se acerca a él y siente compasión: se conmueve.
El
Señor se siente profundamente conmovido, como lo estuvo ante la tumba de
Lázaro. Como se conmovió aquel Padre cuando vio volver a casa a su hijo
pródigo: Cercanía y compasión: así el Señor visita a su pueblo.
Y
cuando nosotros queremos anunciar el Evangelio, llevar adelante la Palabra de Jesús,
éste es el camino.
El
otro camino es el de los maestros, el de los predicadores de aquel tiempo: los
doctores de la ley, los escribas, los fariseos... Alejados del pueblo,
hablaban... bien: hablaban bien. Enseñaban la ley, bien. Pero alejados.
Y ésta
no era una visita del Señor: era otra cosa. El pueblo no sentía esto como una
gracia, porque faltaba la cercanía, faltaba la compasión, es decir, padecer con
el pueblo.
[...] Cuando
Dios visita a su pueblo, devuelve la esperanza al pueblo. Siempre. Se puede
predicar la Palabra de Dios brillantemente: en la historia hubo tantos buenos
predicadores. Pero si estos predicadores no fueron capaces de sembrar
esperanza, esa prédica no sirve. Es vanidad.
Debemos
pedir como gracia que nuestro testimonio de cristianos sea portador de la
visita de Dios a su pueblo, es decir, de la cercanía que siembra la
esperanza. (Homilía en Santa Marta, 16 de septiembre de 2014)
Oración
de Sanación
Señor,
gracias por animarme cada día a ejercer con alegría y fuerza mis funciones; aunque
te confieso que también yo he sentido mi cuerpo fatigado.
Quiero
descansar en Ti. Renuévame y arranca de mí todo aquello que no me permite ver
que primero existe la compasión antes que el descanso.
Sólo
Tú entiendes el agotamiento físico al que me he visto sometido, pues también
experimentaste la fatiga e invitaste a tus discípulos al descanso.
A
veces me pregunto: ¿Cómo podré reposar tranquilo en mi hogar, si no he visitado
a ese familiar que se encuentra enfermo desde hace mucho?
Señor,
Tú que hiciste tanto bien, no te importó olvidarte de Ti mismo, te pido perdón
por las veces en que he dejado a un lado la compasión por mi comodidad.
Nadie
mejor que Tú conoce mis desánimos y sabes cómo levantar mi alma fatigada. Sé
que a veces merezco un descanso, pero debo aprender a ser paciente.
Ven,
Dios mío, ten compasión de mí y dame un corazón manso y humilde como el tuyo,
un corazón capaz de amar, perdonar y consolar
Tú
eres mi escudo, oh mi dulce amor, mi fuente de Gracias eternas. Confío en la
fuerza de tu amor que todo lo sana y lo magnifica. Amén.
Propósito
para hoy
Leer
un pasaje del evangelio que trate sobre alguna de las curaciones que realizó
Jesús, para así, comprender un poco más de él y de su misericordia. Sugerencia:
Lucas 6,6-11
Frase
de reflexión
"Que
todos los hombres puedan llegar a Cristo, Luz de Verdad, y que el mundo avance
por el camino de la justicia y de la paz". Papa Francisco
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