Por Luisa Salomón
Los estudiantes necesitan
apoyo concreto, con comida, morrales y otros elementos. Pero también los
docentes requieren de incentivos, señaló Luis Bravo Jáuregui, investigador de
la línea Memoria Educativa de la Escuela de Educación de la UCV
Rescatar la educación es una
tarea que pareciera cada vez más complicada. Aunque no hay cifras oficiales del
Ministerio de Educación desde la última Memoria y Cuenta publicada (año 2015),
las aulas de clase en escuelas, liceos y universidades muestran cada vez menor
cantidad de estudiantes.
Esta tendencia también la
señalan iniciativas privadas como la Encovi, estudio realizado por
tres de las principales universidades del país, y lo demuestran incluso
las cifras oficiales que en declaraciones aisladas realizan los ministros de
turno.
Pero para el profesor Luis
Bravo Jáuregui, investigador de la línea Memoria Educativa de la Escuela de Educación
de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la solución es simple:
"Recuperar la Constitución como guía".
En conversación
con Contrapunto, Bravo Jáuregui explicó que en la Carta Magna están los
principios y líneas guía necesarias para garantizar una educación de calidad
para los venezolanos; el problema es que no se ejecutan.
Considera que en Venezuela hay
"un alejamiento del Estado de la educación".
Ante la falta de estudios del
gobierno, Memoria Educativa adelanta una labor de investigación y recolección
de los datos oficiales del gobierno para tratar de dar una imagen completa de
la situación del sector. Y sus estudios muestran importantes disparidades, al
igual que el realizado por las universidades.
"Nosotros usamos una
metodología distinta, porque ellos dan una radiografía limitada, son
encuestas", dice Bravo Jáuregui sobre los estudios del Encovi. "Pero
nuestra tendencia muestra lo mismo", aclara.
Un caimán denuncia la
exclusión
Por ejemplo, según las cifras
oficiales de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Educación en los últimos 20
años -y recopiladas por Memoria Educativa-, a pesar del crecimiento poblacional
la matrícula escolar disminuyó en 2015 en comparación con 1997, particularmente
en 1° y 2° grado.
En este sentido, las cuentas
educativas -aún sin conocer un porcentaje oficial- demuestran que se eleva la
exclusión escolar. Si la población crece, también debería hacerlo la matrícula,
explica el profesor. Pero esa no es la realidad.
Al comparar en un gráfico la
progresión del crecimiento poblacional y la matrícula, ambas líneas deberían
ser paralelas, o al menos avanzar en la misma tendencia de crecimiento. Pero en
los últimos años, especialmente desde 2006, mientras la población crece, la
matrícula cae.
A este fenómeno lo ha llamado
"la boca del caimán": cuando esta se abre, se puede hablar de un
aumento de la exclusión escolar, uno de los principales problemas por resolver
en Venezuela.
Seis puntos para mejorar la
educación
El profesor Bravo Jáuregui
señala que la principal medida para mejorar al sistema educativo es la
descentralización y el respeto por el sector privado.
A partir de allí, se debe
poner en práctica una verdadera estrategia para acabar con el problema de la
exclusión "como lo hace todo el mundo": haciendo atractiva y
accesible la escuela.
"Construyendo escuelas
donde no hay. Donde no se puede construir escuelas, porque es muy alejado,
entonces construir un sistema de transporte para que los niños vayan para allá.
Hay que hacer hacer atractivas las escuelas para que los muchachos no se vayan.
Con comida, con morralitos. Pero de verdad, no puro anuncio", explicó.
En este sentido, rechazó que
la política educativa se quede en anuncios. También consideró necesario que se
limite la partidización que promueve el gobierno en gremios y representaciones
estudiantiles.
"Hay que hacer verdad el
respeto a los gremios. No puede un Estado estar creando sindicatos paralelos,
condenando a quienes no se vistan de rojo, rojito. Eso hay que pararlo. Hay que
parar la creación de organizaciones estudiantiles oficialistas. Se está
gastando un dineral", agregó.
¿Y cómo atraer a los docentes?
Actualmente no son solo los
alumnos los que abandonan las aulas. También hay escasez de profesores en el
país, especialmente de las áreas científicas (matemática, física, química,
biología) y los idiomas.
"La formación de los
docentes es un problema de Estado, creo yo; y además la Constitución lo
dice", afirmó Bravo.
En este sentido, señaló que la
mejor manera de atraer nuevos estudiantes para la carrera docente es haciéndola
atractiva, con algunos incentivos (como becas para quienes la estudien).
"Hay que hacer atractiva
la formación, porque el gobierno dice que no se están formando docentes y te
monta la Misión Sucre, y abrieron una especie de concurso para que la gente se
inscribiera en la misión. Vino un gentío. Ahora, ¿dónde se inscribió ese
gentío? En la papaya: la educación integral, donde tenemos exceso. La ciencia
es la que tiene problemas históricos, que nadie se mete ahí", señaló el
profesor.
Esa carencia en el área
científica, reconoce, es también un problema que las casas de estudios deben
resolver: "Nosotros queremos que el profesor de matemática sea un pequeño
matemático: un mal pedagogo y un pequeño matemático".
Entre otras cosas, señaló que
la educación también puede mejorar si se toma la idea de la transversalidad de
la enseñanza con el medio ambiente como centro.
"La Constitución sanciona
que el currículo debería girar alrededor de los problemas ambientales, y esa es
una buena ocasión para la enseñanza de la matemática, la química, la biología
e, incluso, de los idiomas, que es una de las graves carencias que
tenemos", precisó.
Y para que no se vayan de la
carrera, es necesario permitir el desarrollo de los docentes con un buen
ambiente para la educación y el estímulo para quienes se dediquen a la
enseñanza.
"Chamba" es empleo,
no formación
Por parte del gobierno, la
estrategia ha sido diferente: incluir el sector educativo en el programa
"Chamba Juvenil".
"Eso es una chamba. Eso
no es ni siquiera un trabajo, es una chamba. No los están formando, los están
empleando. Les dan una chamba y un salario", comentó Bravo Jáuregui.
El plan Chamba Juvenil,
presentado por el presidente Nicolás Maduro, llegó a las aulas / Foto: AVN -
Archivo
A su juicio, no hablamos de un
futuro en el que los profesores pudieran ser sustituidos, sino del presente.
Luis Bravo Jáuregui cree que el sector "ya está dominado" -ya hay
"profesores" de chamba juvenil dictando clases hasta de matemática- y
su influencia será lamentada.
—¿Cómo afecta esta situación
el sistema educativo?
—Dramáticamente. Porque
impacta de forma directa en la calidad.
15-03-18
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