Carlos Romero Mendoza 18 de julio de 2018
@carome31
El
pasado 12 de julio de 2018, en el Municipio Baruta, se concretó una forma de
participación ciudadana libre, institucional, responsable, legítima e
incluyente, a través de la celebración del cabildo abierto que fue formalmente
convocado por el Concejo Municipal de Baruta.
Ese
cabildo abierto facilitó el camino para darle vida al artículo 62 de la
Constitución, el cual garantiza la participación de los ciudadanos en los
asuntos públicos. En ese cabildo abierto los vecinos de distintos
sectores y comunidades tuvieron la oportunidad de opinar sobre la irregular
prestación del servicio de agua potable que lesiona severamente la calidad de
vida de los baruteños.
Además,
la Red de Organizaciones Vecinales de Baruta (RedOrgBaruta) logró en ese
espacio institucional presentar y someter a consideración de los vecinos del
municipio, y de sus autoridades públicas, un Plan de Gestión de Emergencia del
Servicio de Agua para el Municipio Baruta que ha sido elaborado por vecinos con
experiencia en gestión integral de agua y como resultado de varios encuentros y
debates en el marco del programa que coordina la RedOrgBaruta de Mesas Técnicas
de Agua en el municipio.
Por su
parte, la convocatoria a ese cabildo abierto concretó la responsabildad
constitucional de las autoridades del municipio de facilitar, promover e
incluir a los ciudadanos en los temas de gestión pública local.
La
celebración del cabildo abierto en los tiempos difíciles y complejos que
vivimos como sociedad representa una forma de reivindicar el orden constitucional
y democrático que ha sido interrumpido por el régimen de Nicolás Maduro. No es
suficiente, pero representa una forma de concretar el artículo 70 de la
Constitución y es claramente una expresión cívica para recordar el valor de la
democracia, del debate político y del municipio como unidad política primaria
en el marco del diseño federal descentralizado de nuestro Estado.
Pero
además, permitió darle sentido práctico a la Ordenanza de Participación
Ciudadana del Municipio Baruta, aprobada el 9 de octubre de 2006, pues en ese
texto normativo, expresión concreta de la autonomía municipal en materia
legislativa, se convocó, organizó y activó el cabildo abierto del 12 de julio
de 2018.
Según
la ordenanza mencionada, en lo que respecta al Municipio Baruta, el cabildo
abierto es reconocido como una “sesión abierta de la Cámara Municipal,
organizada de manera especial con el propósito de buscar soluciones a los
problemas que afectan a una comunidad determinada, con inclusión participativa
de los ciudadanos y ciudadanas representantes de dicha comunidad, ya sea en
forma individual o en representación colectiva”.
El
desarrollo del cabildo abierto permitió validar de manera efectiva que se trató
de una convocatoria especial, en una sesión abierta del Concejo Municipal de
Baruta, pues en la dinámica de la sesión lograron participar con voz y con voto
otros actores sociales que junto a las autoridades, atendieron libremente al
llamado institucional a los fines de intentar buscar soluciones al problema de
la prestación irregular del servicio de agua potable en el municipio.
Una
manera de valorar ese ejercicio cívico realizado con el encuentro entre
autoridades locales y vecinos de Baruta para buscar soluciones a problemas
concretos, que podría identificarse como un ejercicio de gobernanza, debe ser
evaluado atendiendo a tres de los fines para los cuales un cabildo abierto debe
ser convocado en Baruta, a saber:
1. Permitir
a los ciudadanos del municipio Baruta tener una mayor relación con las
autoridades locales y viceversa.
2. Establecer
espacios formales e institucionales para que la comunidad pueda plantear sus
problemas ante las autoridades correspondientes y tomar decisiones conjuntas.
3. Garantizar
a los ciudadanos del Municipio Baruta la intervención oportuna en los problemas
comunitarios que revisten carácter prioritario, a los fines de darle solución.
Resulta
importante destacar que cumpliendo con la ordenanza, el cabildo abierto fue
organizado y coordinado por una comisión mixta que fue integrada por vecinos,
concejales y la Secretaría del Concejo Municipal.
Con
esos tres fines la naturaleza de sesión abierta y especial, unida a la
participación de autoridades locales y vecinos, hicieron posible concretar y
aprobar el Plan de Gestión de Emergencia del Servicio de Agua para el Municipio
Baruta, el cual se traduce en unos lineamientos generales que vienen a ser
vinculantes a las autoridades locales, atendiendo al artículo 70 de la
Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.
En
este sentido, resulta oportuno destacar que el Plan de Gestión de Emergencia
del Servicio de Agua para el Municipio Baruta, se desarrolla en cuatro
dimensiones:
1. Social
2. Institucional
3. Técnico
4. Financiero
La
dimensión social se enmarca dentro del Objetivo de Desarrollo Sostenible número
6, que plantea, entre sus retos, la incorporación de la sociedad civil en los
desafíos del agua.
En
este caso la propuesta propone formalizar tal inclusión a través de una
Comisión de Vecinos, prevista en el artículo 268 de la Ley Orgánica del Poder
Público Municipal, para que además de hacer seguimiento a los servicios
públicos y a este plan, sea una especie de asesora permanente y promotora de
una campaña de información adecuada y oportuna para la dimensión de la crisis
que experimenta el municipio.
La
dimensión institucional trae consigo la propuesta de crear una unidad
administrativa en la Alcaldía de Baruta para que asuma la gestión de este plan.
Asimismo, que el Concejo Municipal se aboque a aprobar la ordenanza sobre
camiones cisternas, que está en discusión, y que también fue iniciativa de la
Red Organizaciones Vecinales de Baruta.
Pero
además, propone que se impulse la elaboración de una ordenanza de gestión integral
del agua, que por cierto, es un mandato legal que está pendiente desde que se
aprobó la Ley de Prestación del Servicio de Agua Potable y Saneamiento. Por
último, incluye la necesidad de presentar un Plan de Contingencia ante la
crisis.
La
dimensión técnica desarrolló una serie de líneas generales que tiene que ver
con identificación de fuentes alternas de suministros de agua, el tema de los
pozos de agua, la adecuación de llenadero y evaluación de otros llenaderos para
Baruta.
La
dimensión financiera, tiene que ver con los recursos para acometer proyectos
que puedan recibir fondos para la inversión en materia de prestación del
servicio de agua potable, lo cual está respaldado por la Ley Orgánica de
Prestación del Servicio de Agua Potable y Saneamiento.
¿Se
cumplirá o no se cumplirá con esos compromisos? ¿Se hará suficiente monitoreo y
presión para que los mismos no queden en un ejercicio cívico más simbólico que
concreto?
Precisamente
en la respuesta a esas inquietudes planteadas, reposa la clave para que una
democracia se fortalezca, y en nuestro caso, se reivindique, o bien para
reiterar que el orden democrático y jurídico, lejos de ordenar a la sociedad,
estorba y no resulta útil.
Si se
logra algunos o todos esos acuerdos, la sociedad de Baruta habrá sido parte
actora de una extraordinaria actividad pedagógica de darle sentido a la
democracia, a la participación y a la ciudadanía, con mucho sentido común y en
tiempos de dictadura.
Carlos
Romero Mendoza
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