Por Luis Ugalde
El Gobierno hace mucho
tiempo que se divorció de la Constitución vigente. Para imponer su “revolución
socialista” en 2007 trató de sustituirla por una cubanoide dictatorial. Pero
fue derrotado, gracias al valiente y decidido liderazgo estudiantil y a algunos
mandos de la Fuerza Armada que llevaron al enfurecido Chávez a respetar el
resultado.
Dictadura tiránica En la
larga década siguiente el régimen decidió imponer sus intereses y metas,
violando la Constitución cuantas veces fuera necesario. La violación de las
violaciones fue la espuria creación de la Asamblea Nacional Constituyente
(ANC): ¡Supraconstitucional, monocolor y por 4 años, prorrogables si les conviene!
Esa ANC por encima de todo lo electo y constituido viene ejerciendo el poder
Judicial, Legislativo, Ejecutivo, Electoral… y en los dos últimos años ha
quedado a la vista del mundo la naturaleza dictatorial del régimen. Una
dictadura que además demostró su total incapacidad de gerenciar, el bien de la
sociedad y se convirtió en promotora y defensora armada del mal común: hambre,
enfermedad, persecución, cárcel, exilio de millones, secuestro salarial,
infierno de los servicios públicos (agua, luz, seguridad, transporte…). Todo
esto con voluntad y mecanismos para perpetuarse por inhabilitación de los
rivales y de los partidos opositores. Ante este dramático cuadro, millones de
venezolanos salen en estampida hacia las fronteras de exilio doloroso. El régimen
es dictadura y tiranía, pero todavía a los demócratas nos queda la posibilidad
de esgrimir formalmente la vigente Constitución de 1999.
La nueva constitución
comunista. Ahora, sin transparencia ni información, el régimen quiere imponer
su nueva constitución eliminando definitivamente la vigente. Quiere implantar
su legalidad dictatorial e imponernos el “deber” constitucional de acatar la
tiranía so pena de perseguirnos como subversivos. Con todo, por ahora somos
defensores de los derechos humanos y estamos constitucionalmente (art. 333 y
350) obligados a salir de este gobierno. Pero si callamos y no impedimos
la imposición de la nueva constitución cocinada clandestinamente, con ella la
tiranía cerrará la puerta y obligará a los súbditos a defenderla, como en Cuba.
Rotundo NO. En esta terrible
encrucijada toda Venezuela debe levantarse con un rotundo y sonoro NO, sin
grietas ni divisiones entre partidos y líderes, para impedir por todos los
medios éticos la imposición de la nueva Constitución, que la tienen escondida
para caernos como ladrón de noche, si nos ven distraídos, apáticos y divididos.
Dicen que a primeros de diciembre nos sorprenderán con el referéndum,
acompañado de nuevas dádivas económicas, que serán ilusión para hoy y más
hambre para mañana. Otros serviles de la tiranía defienden como más seguro que
la ANC elimine la Constitución de 1999, sin correr el riesgo de fracasar en el
referéndum; su máximo beneficio a menor costo.
Esto es de tal gravedad que
todos los demócratas defensores de la libertad debemos estar preparados para
levantarnos unánimemente e impedir esa monstruosidad. Millones de opositores y
de chavistas originarios, trabajadores, empresarios, estudiantes, vecinos,
miembros de universidades, gremios, asociaciones, iglesias… y todo el mundo
exterior solidario con la tragedia venezolana y su agonizante democracia,
debemos organizarnos desde ahora y movilizarnos contra la nueva Constitución
cubanoide, sin esperar a que nos sorprendan, ni dormir hasta el día del
referéndum. Si la tiranía siente que hay claridad y unidad en la oposición, no
se arriesgará con el suicida cambio de la Constitución. Si a pesar de esa
resistencia, se llegare al Referéndum, todo el país tendrá que moverse para
defender la Constitución de 1999, como el último y definitivo baluarte. Aunque
más adelante tengamos que cambiar en ella asuntos -como la reelección
presidencial indefinida, la duración de sus períodos – y promover la
descentralización, la Asamblea bicameral etc. Millones de chavistas no
maduristas y de opositores movilizados por la tragedia social que vivimos y
unidos para impedir la imposición de la constitución dictatorial comunista,
elaborada para cerrar con candado la puerta hacia la libertad, la democracia y
la prosperidad esperanzada.
03-10-18
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