Tulio Ramírez 18 de marzo de 2019
@tulioramirezc
Jueves
7 de marzo; 4:30 pm: ¡Se fue la luz! No es novedad. En el sector donde vivo los
apagones son frecuentes. Solo había que esperar con paciencia el
restablecimiento del servicio eléctrico. En mi casa seguíamos sin alteración
nuestra rutina. La Revolución nos acostumbró a que tener luz era una suerte que
cobijaba a algunos pocos. Siempre se podía estar peor.
Viernes
8 de marzo; 6:30 am: ¡Seguimos sin luz! Despertamos ese viernes sin el servicio
y sin agua. Comenzamos a inquietarnos. Tenemos tanque, no nos preocupa mucho.
Confiamos en que la luz llegará en cualquier momento. La Revolución, tarda pero
no olvida. No hay ninguna información oficial. Llegó el momento de buscar las
velas y las pilas para las linternas. No conseguimos ni unas ni otras. Se
escucha la primera voz de protesta, mi hija no quiere bañarse con agua fría.
Vamos a recibir a Guaidó en Las Mercedes. Al volver a casa, la misma situación,
no hay electricidad.
Sábado
9 de marzo; 12:00 m: ¡La cosa se pone fea! Soy un profesor universitario venido
a menos gracias a la miseria que gano, sin embargo hice un esfuerzo y el sábado
previo a carnaval compré 5 kilos de carne, una fortuna. Para el día de hoy las
posibilidades de descomposición de esas costosas proteínas están presentes.
Se
comienza a oír en mi calle el popular grito, ¡Maduroooo…….!. Confieso que en
más de una oportunidad me uní al coro que sigue después del grito inicial.
Domingo
10 de marzo; 1:00 pm: ¡El ataque “electrománnetico”!. Escucho por la radio de
mi destartalado vehículo la versión oficial sobre las causas del apagón. El
vocero dice que se trató de un ataque “electromannético” orquestado por el
imperio con unos Hackers superrecontraverdugos que trabajan para la CIA, el
FBI, la MLB, la NFL, el PQR o que se yo. El cuento era tan inverosímil que en
vez de alarmarme, me arrancó una pícara sonrisa. Recordaba las tantas veces que
expertos ingenieros anunciaron esta catástrofe por falta de inversión y
mantenimiento.
Lunes
11 de marzo; 1:00 pm: ¡Yo tenía una luz..…!. Se me olvidaba decir que el día
anterior, llegó la luz por 6 horas, desde las 7:00 pm hasta la 1:30 am. Una
explosión en instalaciones de CORPOELEC en La Ciudadela, cerca del CONCRESA,
desvaneció cualquier esperanza de obtener claridad artificial. Hoy por azar
sintonicé una radio perola de esas creadas para transmitir propaganda oficial.
Un imberbe “locutor” afirmaba que los ataques del imperio eran continuados y
unas supuestas ondas destructivas habían acabado con el sistema eléctrico.
Mientras tanto una amiga me informa que dos camiones con enormes plantas eléctricas
se estacionaron junto a la casa de uno de los próceres de la revolución. O sea
luz para la casa y oscuridad para los pendejos.
Martes
12 de marzo; 3:45 pm: ¡A regalar la carne! Ni modo, de los 5 kilos de carne
tuve que regalar 3 entre familiares cercanos. El día sin novedad, o sea sin luz
y sin agua. El tanque se está vaciando y no entra agua de la calle. Operación
tobito. Fui al abasto y me exigían pago en efectivo o en divisas. Una señora en
la cola, clase media venida a menos y muy chavista decía esta perla: “esa es la
CIA que está metida en SIDOR”. Lo confieso fui muy descortés pero di media
vuelta y la dejé con la palabra en la boca. Ya no tengo estómago para escuchar
tantas sandeces.
Miércoles
13 de marzo; 11:00 pm: ¡Madurooo…! Ya los gritos, azuzando el coro que viene
después, se escuchan con tanta rabia que parecen no vociferados desde la
garganta sino desde el estómago. Van 6 días viviendo como en la Edad Media.
Jueves
14 de marzo; 10 am: ¡C…., ya basta! Hoy cumplimos una semana sin luz ni agua.
Ahora soy quien grita en medio de la calle: “Maduroooo…….”.
Tulio
Ramírez
@tulioramirezc
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