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viernes, 13 de septiembre de 2019

Oficialistas y opositores de Venezuela discuten salidas al margen de mesa Noruega: fuentes, por Corina Pons y @mayearmas




Corina Pons y Mayela Armas 12 de septiembre de 2019
Corina Pons y @mayearmas

Un grupo de miembros del régimen y opositores venezolanos discute en Caracas posibles salidas a la crisis económica del país petrolero desde hace meses, al margen del estancado diálogo formal auspiciado por Noruega, dijeron nueve fuentes cercanas a esos encuentros.

Las conversaciones del llamado Grupo de Boston tienen el visto bueno tanto de Nicolás Maduro como del líder opositor Juan Guaidó, según las fuentes. Los participantes, que hablaron bajo anonimato sobre estas reuniones privadas, sugirieron que hay grandes diferencias aún entre las partes.

El Grupo de Boston, que se formó hace más de una década por parlamentarios venezolanos y estadounidenses, ha invitado en las últimas semanas a un grupo cada vez más nutrido de funcionarios, economistas y políticos de ambos bandos al debate sobre medidas urgentes para ayudar a la economía y al sector petrolero.

“Estamos tratando de escuchar las distintas visiones”, dijo un dirigente opositor que participó en una de las citas.

“Sirve para saber en qué andan”, agregó otro miembro, cercano al equipo de Guaidó.

El coordinador del Grupo, Pedro Díaz, declinó comentar sobre el asunto, pero su sitio web tiene en el último tres documentos titulados “la mesa de ideas de economía y petróleo”, a los que sólo se puede acceder con una contraseña.

El Ministerio de Comunicación e Información no respondió a las solicitudes de comentarios.

En ambos bandos hay mucho interés por reactivar al sector petrolero, el motor económico del país, que enfrenta una sostenida caída de la producción, tras años de desinversión y las sanciones de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, según dijeron algunas de las fuentes.

TEMORES DE LA OPOSICIÓN

Los diálogos oficiales entre ambas partes auspiciados por Noruega, que iniciaron en mayo, quedaron en el limbo en agosto, cuando los delegados de Maduro se retiraron molestos por una orden ejecutiva emitida por Washington, que congelaba activos venezolanos en el exterior.

En las semanas de pausa de la negociación formal entre oposición y gobierno, las reuniones entre las partes en las mesas del Grupo de Boston se han intensificado y al menos se citan una vez por semana, muchas veces en un lujoso hotel de Caracas, dijeron algunos de los asistentes.

Pero mientras los oficialistas que participan ven urgente encontrar mecanismos para sortear las sanciones financieras de Washington, economistas opositores dicen que ningún plan tendrá éxito sin la salida de Maduro del poder.

“Se plantea allí (en las mesas) una revisión de las sanciones por su impacto”, dijo una fuente del partido de gobierno que participa. Opositores dicen sin embargo que eso está fuera de su alcance.

La idea es que un documento final plasme los puntos de coincidencia entre opositores y oficialistas, según dos fuentes.

No está claro si las conclusiones se harán públicas, pero el documento podría contener un plan de medidas económicas de consenso.

A pesar de todo, algunos representantes opositores temen que Maduro esté utilizando las conversaciones del Grupo de Boston para lastimar a la oposición.

“El régimen lo usa para sostener el discurso de que en el país no hay una sola oposición, sino varias y así luego decide con cuál le conviene hablar”, dijo un importante representante opositor bajo condición de anonimato.


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