Por Eduardo Fernández
*Nicolás Maduro está a
tiempo de contribuir a que Venezuela tenga un nuevo Consejo Nacional Electoral
y un proceso electoral transparente para elegir Presidente de la República y
Asamblea Nacional. Ojalá no retrase esta decisión.*
Lo de Bolivia tiene cantidad
de enseñanzas para todos los países del mundo, pero particularmente para
nosotros los venezolanos.
Es un error muy grave
intentar perpetuarse en el poder. La democracia por definición es
alternabilidad en el ejercicio del poder. Fue un grave error de Evo Morales
intentar perpetuarse en el poder. Es también un grave error de Nicolás Maduro.
Son muy sabias las Constituciones que prohíben la re-elección presidencial.
Es un error muy grande el
mesianismo, el caudillismo, la soberbia. Ya lo dijo hace muchos años un inglés
muy sabio, Lord Acton: “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe
absolutamente”.
El poder debe ejercerse con
modestia y con humildad. Sentirse un caudillo imprescindible y una figura
mesiánica es un error que se paga muy caro. Sobre todo cuando al mismo tiempo
se pretende mantener una apariencia de democracia.
¡Qué error tan grande es no
escuchar la voz del pueblo! Los dictadores tienden a oír solamente a los
áulicos, a los incondicionales, a los cortesanos. Pocas veces advierten que “el
pueblo está bravo”.
El pueblo en Bolivia estaba muy
bravo. El pueblo en Venezuela está muy bravo.
Es un error muy grave
negociar sin verdadera intención de acordar medidas que ayuden a resolver los
problemas.
Sentirse muy inteligentes
porque negocian “para ganar tiempo” y no para lograr consensos indispensables
para la salud de la República.
Evo Morales terminó
ofreciendo un nuevo Consejo Nacional Electoral y unas nuevas elecciones. Ya era
muy tarde. Tenía que haberlo hecho temprano. Lo hizo muy tarde.
Nicolás Maduro está a tiempo
de contribuir a que Venezuela tenga un nuevo Consejo Nacional Electoral y un
proceso electoral transparente para elegir Presidente de la República y
Asamblea Nacional. Ojalá no retrase esta decisión.
Una lección adicional de la
experiencia boliviana: ¡Qué importante es que la oposición participe en los
procesos electorales! No se participa para legitimar a las dictaduras. Se
participa para derrotarlas y para desenmascararlas.
La oposición boliviana no
desperdició la ruta electoral. Todo lo contrario. Aprovechó la ruta electoral, con
todas sus limitaciones, para movilizar al pueblo, a los ciudadanos, a la
opinión pública nacional e internacional.
No hay un instrumento más
eficiente para movilizar a un pueblo que un proceso electoral.
Seguiremos conversando.
20-11-19
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