Minerva Vitti Rodríguez 25 de noviembre de 2019
@MinervaVitti
Una
nueva masacre se está perpetrando al sur de Venezuela, específicamente en el
poblado de Ikabarú, uno de los bloques especiales de la Zona de Desarrollo
Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco. Los indígenas denuncian que no se
trata de una “pelea entre bandas” sino del modelo extractivista minero,
promovido desde el gobierno, que se expande por todo el país y que en el estado
Bolívar tiene su punta de lanza con la minería aurífera
Con
información de representantes del pueblo Pemón
“22
de noviembre de 2019. 10:40pm: Hay una matazón en Ikabarú”, este fue el mensaje
que recibió uno de los informantes cuya identidad queda resguardada para los
efectos de esta nota. En horas de la mañana de este sábado se confirmó que la
masacre ocurrió entre las 7 y 7:30 pm
del viernes 22 de noviembre de 2019 cuando ingresó un grupo armado a la
comunidad de Ikabarú y comenzó a disparar.
Ikabarú
es una comunidad mixta, indígena y no indígena, ubicada en el municipio Gran
Sabana, del estado Bolívar, al sur de Venezuela; forma parte del sector pemón
N° 7, tiene una población de 2.500 personas y desde hace varios años parte de
su actividad económica se basa en la minería aurífera.
En 2016, Ikabarú fue nombrada como bloque especial
dentro de las áreas que forman parte de la Zona de Desarrollo Estratégico
Nacional Arco Minero del Orinoco, decreto 2.248 del 24 de febrero de 2016, un
proyecto promovido desde el Ejecutivo nacional para la extracción de minerales
como oro, diamante y coltán, que se está realizando sin la consulta previa,
libre e informada a los pueblos y comunidades indígenas y sin estudios de
impacto socio-ambiental. Desde entonces varias masacres se han perpetrado en el
12 % (y más allá) del territorio asignado para este megaproyecto.
Según las notas de voz y los informes de los
pobladores que recibimos en la redacción de la revista SIC, a la 1:02 am del
sábado 23 de noviembre de 2019; la noche del viernes 22 de noviembre de 2019
llegó un grupo armado a Ikabarú e inició un tiroteo al frente del negocio de
Dany Tomedes, uno de los habitantes del lugar. En las notas se confirma la muerte
de un efectivo de la Guardia Nacional de apellido Perera, un indígena del
pueblo pemón habitante de Manak Krü y otra persona aún sin identificar.
“Yo estaba en la Iglesia, la Iglesia que está al
frente, eso fue donde Dany Tomedes, ya ahí estaba el grupo de gente, y
empezamos a escuchar tiros, y el desespero, y la gente corriendo, entonces hubo
un muchacho que entró con un tiro en la cabeza hasta allá y todo, y una
muchacha que fue a dar esa información, un señor del aeropuerto me nombró a su
hijo, me dijo que estaba en una esquina herido (…) Y ellos pasaron por el
frente de la casa y dijeron ‘mire, llegó fulanito, un sindicato’ (…) después de
eso anduvieron por todas la casas, buscando (…) Si era la autoridad no debieron
llegar así porque mataron mucha gente, no pudo haber sido la autoridad, no pudo
haber sido la autoridad…”
“(…) Si, pasó una desgracia aquí tremenda, hay una
cantidad de muertos (…) Perera lo mataron, mataron a Báquiro, no se sabe si
Erebys está muerto, el sobrino de Asdrúbal, no se sabe cuántos muertos hay,
pero si, esa tragedia está aquí, dos muertos hay, todo fue verdad, todo fue
verdad, fue verdad…”
“Ese muchacho venía casi muerto de lo asustado que
estaba y dijo ‘yo me vine descalzo porque llegó el gobierno, ese poco de gente
negrita, vestido de negro, disparando echando plomo’. Y el muchacho llegó muy
asustando y allí se escucharon las ráfagas esas…”
“Eso fue a tiro de las siete de la noche. Irrumpieron,
llegaron ahí de repente, en todo el frente del negocio de Dany Tomedes, y
empezaron a disparar, bueno, Perera trató de defenderse, sacó el revólver y le
dispararon…y Báquiro, que ya le habían disparado, salió corriendo, cayó junto a
la Iglesia que está en la plaza…”
Una de las versiones apunta que el sindicato del Ciego
(el que controla La Paragua) llegó para tomar el control de la zona de un
hombre llamado Cristóbal quien mantiene el control de la mina La Caraota. Pero
esta información no está confirmada. Los representantes del pueblo pemón
insisten que lo que está pasando en las minas de El Callao, Sifontes y La
Paragua ocurre en territorio Pemón de la Gran Sabana y que hay muchos reportes
de la muerte de personas inocentes.
También agregan que a las 12:04 de la medianoche, un
Toyota chasis largo pasó por el punto de control indígena Secorfront con
efectivos de la Guardia Nacional hacia Ikabarú. Este último dato es importante
porque complejiza aún más la situación y los pobladores se preguntan: ¿se trata
de grupos armados asociados a sindicatos o son los propios funcionarios
militares los que están perpetrando estas masacres para controlar la
explotación aurífera en estos territorios?: “La Guardia Nacional tenían
conocimiento de lo que iba a pasar. Hacemos esto de conocimiento público ante
todas las instancias, la violación del derecho a la vida en Ikabarú, territorio
indígena Pemón y el incumplimiento del gobierno venezolano de su deber de
PROTEGER a sus ciudadanos indígenas y no indígenas”, apunta uno de los
informantes.
El último reporte enviado desde el punto de control
indígena Secorfront N° 6 a las 10 am recoge lo siguiente:
- 2 testigos han
confirmado que los hechos ocurrieron entre las 7 a 7:30pm del viernes 22
de noviembre 2019, frente el negocio de Dany Tomedes en el pueblo de
Ikabaru.
- Según los informes
extra oficiales que estamos recibiendo van 8 muertos.
- Señores y señoras
vamos a dar seguimiento a estos hechos. No lo van a esconder ni van a
justificar esto con lo de “pelea entre bandas” para seguir matando a
personas inocentes. ¡El derecho a la vida es sagrada!
En el informe se aclara que los hechos no ocurrieron
en una mina y que no hay ninguna niña entre los fallecidos, con ello desmienten
algunas informaciones publicadas en varios medios de comunicación nacional. Del
mismo modo, denuncian que en horas de la mañana de este sábado los guardias
nacionales les estaban quitando los celulares a los pobladores en Ikabarú, al
parecer querían evitar que fotografiaran los cadáveres que aún permanecían en
las calles.
Al cierre de esta nota (4:40pm) los representantes del
pueblo pemón informan que se ha perdido comunicación con la comunidad de
Ikabarú. La última información que se tiene es que a la comunidad estaban
entrando cinco carros pertenecientes al Ejército y un helicóptero de Corpoelec.
Lo que recuerda el patrón de la
masacre ocurrida el 8 de diciembre de 2018 en la comunidad de Canaima y
la brutal represión perpetrada entre
el 22 y 24 de febrero de 2019 en el marco de la entrada de la ayuda
humanitaria. Ambas ejecutadas por agentes del Estado venezolano.
Estos asesinatos ocurren en un contexto de auge de la
minería en el sur de Venezuela promovida por Nicolás Maduro, desde el Ejecutivo
Nacional.
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