Descifrado 19 de diciembre de 2019
@descifradocom
El
modelo Socialista del Siglo XXI ha originado un colapso económico cataclísmico
que ha obligado a Maduro emprender proceso de flexibilización económica
(perestroika venezolana) para ganar en gobernabilidad.
ÁNGEL ALVARADO, DIPUTADO A LA ASAMBLEA NACIONAL
Se decía que Stalin soltaba el poder para retener el
poder. Distribuía el poder para mantenerlo. Lo mismo podemos decir que ocurre
en la Venezuela de hoy. Maduro suelta el poder económico para asegurar el poder
político.
El modelo Socialista del Siglo XXI ha originado un
colapso económico cataclísmico que ha obligado a Maduro emprender proceso de
flexibilización económica (perestroika venezolana) para ganar en
gobernabilidad.
Hay
cuatro medidas que dan cuenta de este giro:
1. Se levantó el rígido control cambiario y
se promovió la llamada “dolarización” de la economía.
2. Se levantó el control de precios y
amainó la persecución contra el sector privado.
3. Se flexibilizaron los contratos petroleros.
Se permitió a los socios en las empresas mixtas operar sus negocios y
comercializar sus productos libre de impuestos.
4. Se permitió la importación de productos sin
aranceles a través de esquemas de aduana puerta a puerta.
Estas reformas ocurrieron silenciosamente para no
herir a ciertos sectores del chavismo que ven con tristeza el desmontaje del
modelo socialista. Esto no ha implicado un viraje hacia mayor seguridad
jurídica o claridad en las reglas de juego. Se trata de un proceso que marcha a
escondidas, con escasa propaganda gubernamental y percibida como reversible por
algunos actores económicos.
La economía venezolana está haciendo una transición
hacia un capitalismo autoritario, de mayores libertades económicas con un
régimen de partido político único como en China o Vietnam. Y la llamada
dolarización es tal vez el más “llamativo” de los esfuerzos del madurismo por
mantenerse en el poder.
¿Dolarización o Libre circulación de monedas?
Al respecto debemos comenzar aclarando que lo que
tenemos en Venezuela no es un dolarización, ni siquiera de facto, sino la
tolerancia oficial al uso de otras monedas después de dos años de
hiperinflación, y el repudio generalizado del bolívar.
Lo que está ocurriendo en Venezuela lo advertí hace
dos años en descifrado,
la libre
circulación de monedas iba ser la válvula de escape para que los
venezolanos se protegieran de la hiperinflación que, iba a engendrar una
sociedad desigual como de hecho ha ocurrido.
Venezuela por la vía de los hechos ha transitado hacia
la libre circulación de monedas, de ninguna manera existe una dolarización. Si
existiese una dolarización:
- Los precios se
estabilizarían y la inflación llegaría a precios internacionales. Eso no
ha ocurrido ni en BsS ni en $.
- Se facilitarían
los pagos ya que todos tendrían medios de pago en divisas. Esto no ha
ocurrido, de hecho los venezolanos con acceso a $ deben hacer la mayoría
de sus transacciones en efectivo.
- Los venezolanos
podrían endeudarse en $ a tasas de interés cercanas a cero, teniendo mayor
acceso a capitales. Esto no ha ocurrido, de hecho el crédito comercial es
nulo en Venezuela.
- Disminuiría la
percepción de riesgo del país y la prima de riesgo por endeudamiento sería
la de un país dolarizado. Tampoco ha ocurrido.
- La dolarización
atraería la inversión extranjera. Tampoco ha ocurrido.
- El ejecutivo no
podría correr déficits fiscales. Lo sigue corriendo en este momento.
- La dolarización
genera mayor integración a los mercados internacionales. No ha ocurrido,
de hecho Venezuela es un país aislado con el que ninguna empresa “seria”
desea hacer negocios en este momento.
Como se puede ver, la libre circulación de
monedas de facto es lo que permite al ciudadano protegerse de la
hiperinflación y facilitar los pagos, lo cual es mucho, muchísimo, pero es una
situación bastante alejada de los beneficios de una verdadera dolarización.
El
2019 nos deja una perestroika a la venezolana, con tolerancia “oficial” en el
uso de monedas distintas al bolívar, con una senda institucional “malandra” que
hace crecer un capitalismo autoritario, y que hasta ahora no hace crecer a la
economía.
La
gran pregunta es si en 2020 llegará el glasnot (apertura política) que nos abra
las puertas a la democracia, al Estado de derecho y la libertad tan anhelada
por el pueblo venezolano. Desde la Asamblea Nacional haremos todo lo posible
para que así sea. ¡Feliz Navidad!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico