Aram Roston, Matt Spetalnick y
Brian Ellsworth 23 de enero de 2020
En una lujosa reunión en una finca privada en España,
un rico empresario venezolano bajo investigación criminal en Estados Unidos
presentó en agosto pasado a Rudy Giuliani, el abogado personal del presidente
Donald Trump, al padre del líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó.
Fue parte de un esfuerzo por parte del empresario,
Alejandro Betancourt, para demostrar sus estrechos vínculos con figuras de la
oposición que buscan terminar el mandato del presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, lo que es también un objetivo clave de la administración Trump.
Betancourt
le dijo a Giuliani que en secreto ayudó a financiar los esfuerzos de Guaidó
para hacerse cargo del liderazgo de Venezuela, según cuatro personas
familiarizadas con la situación, dos de los cuales proporcionaron detalles
sobre la reunión en España. Betancourt esperaba que esas buenas intenciones
permitieran a Giuliani, su abogado, persuadir al Departamento de Justicia a
abandonar una investigación sobre el empresario vinculada con un caso de lavado
de dinero y soborno en Florida, dijeron las fuentes.
Un mes más
tarde, en una reunión en Washington, Giuliani instó a los fiscales del
Departamento de Justicia a que actúen con calma en el caso de Betancourt, según
una persona con conocimiento directo de la reunión y Lev Parnas, un exasociado
de Giuliani, quien dijo que fue el propio Giuliani quien le contó al respecto.
Parnas y la otra persona dijeron que Giuliani dijo a
los fiscales que Betancourt había brindado asistencia a los esfuerzos políticos
de Guaidó y que, por lo tanto, estaba haciendo un buen trabajo para Estados
Unidos.
Esta es la
primera vez que Parnas detalla su historia sobre Betancourt, Giuliani y
Venezuela.
Giuliani
declinó confirmar la reunión con los fiscales estadounidenses en nombre de
Betancourt y no dijo si el empresario venezolano es un cliente. “Lev Parnas no
tiene derecho de hablar sobre esa reunión”, dijo Giuliani a Reuters en una
breve entrevista telefónica. “Fue una reunión confidencial, si sucedió”.
“La
credibilidad de Lev Parnas no vale nada”, agregó Giuliani.
El
Departamento de Justicia declinó hacer comentarios. Betancourt y su abogado
Frank Wohl no respondieron a múltiples solicitudes de comentarios.
Reuters no pudo determinar si Betancourt proporcionó
financiamiento a la oposición o si solo estaba afirmando que lo hizo.
Guaidó y uno
de los principales partidos políticos de oposición, Voluntad Popular, negaron
haber recibido fondos de Betancourt. Guaidó a principios de este mes anunció el
retiro temporal de su militancia política.
“No conozco al señor Betancourt, no hay relación”,
dijo Guaidó a Reuters. “Por lo tanto, eso no es posible”.
Wilmer
Guaidó, el padre de Juan Guaidó, negó encontrarse con Betancourt en España.
“Solo apoyo a mi hijo como toda la familia contra esa dictadura criminal, pero
no he conocido a nadie”, señaló.
La reunión
de Giuliani con Betancourt en la finca española, y sus esfuerzos para presionar
al Departamento de Justicia en nombre del empresario, fueron informados
previamente por el Washington Post.
Reuters es el primero en informar que Betancourt le
dijo a Giuliani que brindó apoyo financiero a la oposición de Venezuela y que
Giuliani promocionó esa supuesta asistencia a los fiscales estadounidenses como
una razón para eliminar la nube legal que persigue a su cliente.
El episodio
habla de los complejos roles que Giuliani, el exalcalde de la ciudad de Nueva
York, ha desempeñado en Washington desde que Trump asumió el cargo en 2017.
Giuliani
frecuentemente se identifica como consultor comercial y abogado que atiende a
clientes privados. Sin embargo, también disfruta de un acceso extraordinario en
los pasillos del poder como abogado personal no remunerado del presidente, un
trabajo que lo ha llevado al centro del juicio político que busca la
destitución de Trump.
Cualquier
intento por parte de un cliente de Giuliani de evitar un posible enjuiciamiento
alegando haber respaldado un objetivo de la política exterior estadounidense,
el derrocamiento de Maduro en este caso, podría resultar vergonzoso para el gobierno
de Trump.
La Casa
Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Parnas jugó
un papel clave en el esfuerzo de Giuliani de buscar información en Ucrania que
perjudicara al candidato presidencial demócrata Joe Biden. Ahora bajo acusación
por violaciones de financiamiento de campaña, Parnas ha estado compartiendo
información con los investigadores de juicio político del Capitolio, así como
con los medios, sobre el alcance del trabajo que hizo para Giuliani.
Betancourt
dijo que “estaba respaldando financieramente a Guaidó”, contó Parnas a Reuters,
y que “estaba ayudando a Estados Unidos con su causa”.
Desde enero
de 2019, Estados Unidos y decenas de otros países han reconocido a Guaidó como
el legítimo presidente de Venezuela. Pero Maduro se ha mantenido en el poder
para frustración del Gobierno de Trump.
El Gobierno
de Maduro dejó de pagar los salarios a los legisladores en 2016 después de que
la oposición tomó el control de la Asamblea Nacional.
Las
afirmaciones de que Betancourt ayudó a financiar a la oposición de su país son
potencialmente explosivas en Venezuela, donde el magnate forjó una relación
rentable con el gobierno socialista. Derwick Associates, su empresa de
ingeniería con sede en Caracas, obtuvo cientos de millones de dólares en
contratos estatales para construir plantas de energía bajo el predecesor de
Maduro, Hugo Chávez, según los medios locales.
“Las
autoridades de Voluntad Popular aseguran que no es cierta la información sobre
el supuesto envío de fondos de Alejandro Betancourt a nuestra organización
política”, dijo el partido en un comunicado.
La existencia de la investigación criminal
estadounidense de Betancourt fue confirmada a Reuters por una fuente
familiarizada con el asunto.
El Miami Herald informó en noviembre pasado que la
investigación está vinculada a un gran caso de lavado de dinero en Miami, y que
Betancourt figura en el caso como un conspirador que no fue acusado.
La imputación de 2018 acusa a ocho personas de haber
malversado de 1.200 millones de dólares de la petrolera PDVSA, propiedad del
gobierno de Venezuela, y luego haber blanqueado los fondos a través de esquemas
en Miami que involucran falsos negocios inmobiliarios y títulos de valores.
Un representante
de Betancourt que se negó a ser identificado dijo que el magnate “no hizo nada
y que no ha sido acusado de ningún delito”. También dijo a Reuters que el
empresario había brindado un apoyo financiero “muy sustancial” a la oposición
de Venezuela.
PDVSA no
respondió a una solicitud de comentarios.
En el
Departamento de Estado, Elliott Abrams, representante especial de Estados
Unidos para Venezuela, dijo a Reuters que la administración es consciente de la
falta de transparencia en el financiamiento de la oposición.
“Nos
preocupan quiénes son todas estas personas y cómo hicieron su dinero. Y eso es
algo que hemos planteado con la oposición”, agregó Abrams.
Cuando se le
preguntó si Betancourt era una de esas personas preocupantes, Abrams dijo: “No
hay comentarios sobre nombres individuales”.
Agregó que
Giuliani no había sido autorizado para desempeñar ningún papel en la política
estadounidense en Venezuela.
“AYUDANDO A
ESTADOS UNIDOS”
Parnas dijo
que la reunión de agosto en la finca de Betancourt en las afueras de Madrid, y
la presencia del padre de Guaidó debían demostrar los fuertes lazos de
Betancourt con el opositor y su apoyo a los intereses estadounidenses en
Venezuela. Fue para mostrarle a Giuliani “que Betancourt es una persona
realmente importante para la causa y que está ayudando a Estados Unidos”, dijo
Parnas.
El lobby
tuvo lugar en Washington un mes después de la reunión de España. Giuliani se
reunió con el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Brian Benczkowski, un
abogado del Departamento de Justicia que trabaja en el caso, y algunos otros
abogados del gobierno, según Parnas y la persona con conocimiento directo de
esa reunión.
El portavoz
del Departamento de Justicia, Peter Carr, quien maneja las comunicaciones de
Benczkowski, dijo que el departamento declinó hacer comentarios.
La persona
señaló que Giuliani estaba allí con otros dos abogados de Betancourt, y dijo
que los fiscales dejaron a Betancourt libre del caso en Florida.
Giuliani
primero insistió en que no había pruebas suficientes para procesar el caso.
Luego se trasladó a la política exterior de Estados Unidos, señalando el
supuesto apoyo de Betancourt a Guaidó. “Este tipo ha estado ayudando a Estados
Unidos”, dijo la persona con conocimiento directo de la reunión al describir el
razonamiento de Giuliani.
Giuliani
argumentó que Betancourt era crucial para la supervivencia de la oposición
venezolana, e instó a los abogados del Departamento de Justicia a hablar con
Guaidó para corroborar sus reclamos, dijo la persona.
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