Sadio Garavini di Turno 03 de diciembre de 2020
@sadiocaracas
Biden es un demócrata centrista que ha sido senador
desde 1973 hasta 2009, cuando fue electo Vicepresidente. Obama lo escogió como
su compañero de fórmula precisamente para “tranquilizar” al sector más
moderado del partido demócrata, que veía con relativa preocupación la
candidatura presidencial de un afroamericano progresista, hijo de un inmigrante
africano, con apenas dos años en el Senado.
Biden ha sido de los senadores que más se han
interesado en el tema internacional. En cuanto a Venezuela, Biden ha sido muy
claro en definir a Maduro como un dictador. El próximo Secretario de Estado
Anthony Blinken, en una entrevista donde además de criticar prácticamente toda
la política exterior de Trump, afirmó textualmente que Trump “hizo lo
correcto” al respecto de Venezuela y el reconocimiento de la Asamblea
Nacional y su Presidente Juan Guaidó. A su vez Jake Sullivan, el futuro Asesor
de Seguridad Nacional, en otra entrevista, ha afirmado que en el caso de
Venezuela “Estados Unidos debería centrarse en todas las herramientas no
militares. Y eso significa duplicar las sanciones y continuar construyendo la
coalición internacional en torno a esto, y enfocarse particularmente en separar
a China, Cuba y Rusia de Venezuela a través de cualquier medio que tengamos a
nuestra disposición porque esos, efectivamente, son los salvavidas.” Y
también sobre Venezuela agregó lo siguiente: “Creo en una combinación
de más presión sobre Cuba y mostrarle a Cuba que podría haber algo para ellos
si estuvieran dispuestos a ayudarnos a resolver esto.” Richard Haass,
republicano crítico de Trump y Presidente del muy influyente Council of Foreign
Relations, en su más reciente artículo en Foreign Affairs, afirma que el caso
Venezuela es uno de los pocos temas de política exterior que tendrán apoyo
bipartidista. Lo cual es relevante dado que es muy probable que el Senado se
mantendrá con mayoría republicana.
Robert Gates es republicano, pero tiene también mucha
influencia con los demócratas en el campo de la seguridad nacional. Fue Secretario
de la Defensa del 2006 al 2011, nombrado por Bush hijo y ratificado por Obama.
Fue funcionario de carrera en la CIA, llegando a ser Director Encargado con
Reagan. Vice Asesor de Seguridad Nacional y Director de la CIA con Bush padre y
además trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional con otros cuatro
Presidentes: Johnson, Nixon, Ford y Carter. Gates en su reciente libro: “Exercise
of Power” (Subtítulo: “American Failures. Successes, and a new Path
Forward in the Post–Cold War”), coincide con Sullivan en que los EEUU,
después de las intervenciones en Iraq y Afganistán, deben concentrarse en su
acción exterior más en las herramientas no militares. Entre las cuales
menciona, además de las sanciones, ataques cibernéticos, operaciones
encubiertas, como el sabotaje y la “neutralización” (no el
asesinato) de líderes individuales, asistencia y entrenamiento en seguridad y
operaciones abiertas y encubiertas de información. Todas, dice Gates, deben ser
bien financiadas, robustas, flexibles, poderosas y efectivas. Estas
herramientas coordinadas y bien implementadas podrían formar parte de una
estrategia que Gates denomina “diplomacia coercitiva.” Fortalecer
los instrumentos no militares del poder tendrá apoyo bipartidista, dice Gates,
y concluye su libro afirmando “debemos utilizar todas las herramientas
no militares del poder que tenemos para promover la libertad y la reforma,
tanto con los amigos como con los rivales, porque estos objetivos forman parte
de nuestro interés nacional.”
Sadio Garavini di Turno
@sadiocaracas
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