Por José Luis Carrillo
La historiadora
Margarita López Maya prevé que a partir del 5 de enero de 2021 el gobernante
venezolano se sentirá cómodo luego de haber desplazado a la oposición del Poder
Legislativo, sin embargo; advierte que la población no se desmovilizará
Como historiadora y
doctora en Ciencias Sociales, Margarita López Maya ha estudiado el devenir
socio histórico y sociopolítico contemporáneo de Venezuela en profundidad, y
con agudeza ha señalado el desvío del proceso de reivindicaciones sociales del
chavismo hacia un régimen autoritario. Ella asegura que luego de las elecciones
parlamentarias del seis de diciembre se inicia una nueva etapa en el país,
donde el totalitarismo de Nicolás Maduro está consolidado y ha quedado atrás la
búsqueda de un cambio político por la vía electoral, al menos en el corto
plazo.
No obstante, López
Maya, quien fue directora de la Revista Venezolana de Economía y Ciencias
Sociales, y miembro del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales (CLACSO), cree que la sociedad civil continuará la lucha y
que poco a poco se articulará “de abajo hacia arriba” hasta poder hacer frente
al régimen hegemónico y lograr mejores condiciones para futuros procesos
electorales.
Indicó que habrá que
establecer nuevas metas, diferentes a las del lema “cese de la usurpación,
gobierno de transición y elecciones libres” y advirtió que, como es de esperar
que Nicolás Maduro se va a sentir bastante cómodo con la nueva AN, las que
están amenazadas son esas organizaciones de la sociedad civil que han hecho
visibles las violaciones de DDHH y hecho aportes a los informes de la
Alta Comisionada para los DDHH de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet; la
Comisión de Determinación de Hechos de las Naciones Unidas y la Corte Penal
Internacional. “Para Maduro, el próximo paso es debilitar a las organizaciones
de la sociedad civil”, señaló con énfasis López Maya.
Se cierra la etapa que
buscó una transición, señala López Maya
-Usted ha dicho que
luego de las elecciones del 6 de diciembre se inicia una nueva etapa ¿Cuál es
la que termina y cómo se puede denominar a la nueva?
-La etapa que se está
cerrando es aquella en la que se hizo un esfuerzo sostenido de llegar a una
transición democrática haciendo presión al gobierno por diferentes vías,
negociación, manifestación de calle o, vías insurreccionales. Comienza en 2010,
cuando la principal oposición política, el G4, los partidos con caudal
electoral, entraron a la AN en las elecciones de ese año y comenzaron a hacer
estrategias unitarias; había salido antes y permitió que hubiera un número
importante de curules entre 2010 y 2015, aunque no suficiente para parar la vía
socialista implantada por Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
“Esa ruta electoral se
abre hacia 2008 –continuó López Maya- con los aportes de gente como Teodoro
Petkoff, o Alberto Quiroz Corradi, que fueron convenciendo a la oposición de
que abandonara la vía insurreccional y asumiera la electoral, y tiene un hito
en 2015, cuando la elección parlamentaria le permite obtener la mayoría en la
AN. Fue una estrategia exitosa, combinando movilización, visibilidad en la
calle, apoyos unitarios, que culminó con la campaña electoral, fue un momento
estelar de la oposición mayoritaria, constituida con Primero Justicia, Un Nuevo
Tiempo, Acción Democrática y Voluntad Popular, se hacen de la Asamblea, nombran
sus autoridades y hasta 2020 es una etapa creciente en la que se coordina una
acción de gran envergadura para tratar de llegar a la transición”.
López Maya explica cómo
se gestó una etapa dictatorial
Resaltó López Maya que,
a partir de 2017, comienza a haber una coordinación entre las fuerzas
políticas, cuando está claro que Maduro está obstaculizando el camino hacia esa
transición, impidiendo el revocatorio en 2017, y con las sentencias del
Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que sirvieron para interrumpir la marcha
democrática y que es a partir de las mismas, cuando la comunidad internacional
prende las alarmas y considera que Maduro ha entrado en una etapa dictatorial.
“En estos dos últimos
dos años, se dio la presidencia de (el presidente de la Asamblea Nacional) Juan
Guaidó y la constitución de un gobierno interino. La coalición de fuerzas
decide no participar en las parlamentarias de diciembre, así que vamos a volver
a una situación parecida a la de 2005, cuando una semana antes de las
parlamentarias la oposición se retiró y permitió que Chávez controlara el 100%
de las curules del Parlamento y a través de ese control impuso un cambio
radical de lo que venía impulsando anteriormente. Se parece un poco a ese
período oscuro para la democracia entre 2000 y 2010”.
Señaló que, aunque va a
haber algunos partidos de la oposición en la AN, éstos han sido leales al
oficialismo, en el sentido de que lo reconocen como fuerza dominante, pero que
jugarán a hacer un papel como opositores, el cual habrá que ver en la próxima
AN. “Al tiempo que eso va a pasar, el control del oficialismo, es también el
momento en que queda encarnado el fracaso de la estrategia de Juan Guaidó. Hubo
mucha expectativa en 2019 con el cese de la usurpación, gobierno de transición
y elecciones libres, pero el cinco de enero cuando esa oposición queda fuera de
la AN toda la estrategia va a derrumbarse y va a emerger un régimen más
consolidado, autoritario de partido único, que va a moverse en una situación
más cómoda”, sostuvo López Maya.
El momento más oscuro
para las fuerzas democráticas
-¿Tiene esta nueva
etapa alguna similitud con etapas anteriores en la historia de Venezuela o de
otros países de la región?
-No soy amiga de
comparaciones, la de Venezuela es una de las peores en su historia. No hay
punto de comparación entre la crisis humanitaria compleja y otras etapas, no tiene
precedentes en su historia reciente y quizás podamos llevarla al contexto de la
Guerra Federal, pero en la historia moderna no tiene punto de comparación.
Tampoco tiene punto de comparación la destrucción de la democracia. Hemos
tenido dictaduras muy duras, Gómez, Pérez Jiménez, pero esto es más parecido a
lo vivido en la URSS, Cuba y los países satélites de la Unión Soviética. El
proyecto socialista en Venezuela fue derrotado en la lucha guerrillera de los
años 60. Ahora tenemos una retórica del socialismo que le acerca al
totalitarismo soviético o cubano, que tuvieron algunos logros, en el caso de
Cuba en lo social que en Venezuela no existen, aunque sí los rasgos políticos.
Añadió López Maya que,
en términos de destrucción de la oposición es el momento más oscuro de las
fuerzas democráticas. “El fracaso debe ser asumido para refrescar la
estrategia. El rechazo a los dirigentes no tiene comparación. Estamos en una
situación muy inédita, no solo para nosotros sino para América Latina. Los
analistas no terminan de asombrarse ante la situación de Venezuela.
-¿Está amenazado el
sistema democrático de libertades a nivel regional?
-Está amenazada la
democracia republicana. Un estudio de The Economist señala que la democracia representativa
se ha ido debilitando. A finales del siglo XX solo Cuba estaba fuera del redil
democrático. Para el 2020 tenemos Nicaragua y Venezuela junto con Cuba y la
pandemia también ha actuado deteriorando la calidad de la democracia en
nuestros países, casos como el de Brasil es muy notorio, el de Argentina
también. En EEUU, la actuación en general del presidente Donald Trump es otra
muestra. Las democracias siguen batallando, suelen tener resiliencia, pero es
el momento de pararse a recapacitar y pensar un poco qué es lo que está
sucediendo con la democracia porque está amenazada por regímenes autoritarios,
no sostenidos por la mayoría de sus sociedades. El régimen de oportunidades que
brinda la democracia es un aporte para la humanidad, sería muy triste que eso
se pierda.
Los retos del liderazgo
opositor
-¿Cómo quedará, luego
de instalado el nuevo Parlamento, el liderazgo opositor aglutinado en el G4,
seguirá teniendo alguna influencia en la sociedad o los opositores que queden
en la nueva Asamblea serán las nuevas caras que enfrenten al gobierno?
-Espero que no. Ellos
(los del G4) están sometidos a grandes desafíos. Están viviendo una percepción
de desconfianza, incluso de rechazo o desconexión por parte de la población. Se
les ha sentido poco sensibles ante la situación que vive la gente, se les
siente orientados al exterior buscando una coalición para buscar la salida de
Maduro y la democracia está más lejos que hace dos años. Tienen el desafío de
volver a conectarse con la población, ¿de qué sirven unos partidos
desconectados? ¿La comunidad internacional cómo se va a mover si no hay una
fuerza social que se articule, proponga y logre acuerdos políticos? El gran
desafío es hacer la tarea en Venezuela y si ellos no la hacen la harán otros.
“Creo que se
recompondrán, o algunas organizaciones sociales tendrán que llenar los vacíos
que hoy reflejan las encuestas”, acotó.
No todos los partidos
de la oposición que estarán en la AN son iguales, opina López Maya
-¿Cómo prevé que sea
ese nuevo sistema político con los partidos que participaron en las
parlamentarias?
-Habrá que esperar a
que se instale la AN, ver cuál es la dinámica. Si bien son partidos que se han
subordinado a la voluntad de la dictadura y al oficialismo, no son iguales
todos entre ellos, hay partidos que han negociado directamente con el gobierno
y se han apropiado de partidos importantes del país. Son partidos ahora
clientelares, estos que llaman los alacranes, pero no todos los que van a hacer
vida tienen la misma característica; está el MAS, Avanzada Progresista,
reconociendo la hegemonía de Maduro, pero teniendo una posición de que la lucha
tiene que ser la electoral. Están allí, también es verdad que estos mismos grupos
han incorporado candidatos que tienen sus propias visiones y pudieran articular
la estrategia opositora. Hay un potencial que no debería desecharse sin más.
“Se trata de un nuevo
sistema hegemónico con un conjunto de pequeños partidos con representación
mínima en la AN, muy parecida a la situación que tuvo México con el PRI. Habrá
que ver la estrategia de ellos, si se van a doblegar o no. En el nuevo
escenario, Maduro se va a sentir cómodo y va a abrir canales de diálogo,
invitaciones al diálogo, espacios de entendimiento, negociación y habrá que ver
cómo reaccionan estos partidos, actores de la sociedad civil, empresarios,
organizaciones civiles. Tenemos pautadas elecciones regionales, podríamos ver
si es posible entablar acuerdos para mejorar condiciones electorales”, destacó
López Maya.
Disensiones internas
-¿Cree que consolidada
la hegemonía del chavismo surjan algunas diferencias entre sus principales
dirigentes, léase Nicolás Maduro y Diosdado Cabello? ¿Considera usted que
Cabello podría comenzar a perfilarse como candidato presidencial del chavismo?
–Habrá una señal en
quién va a presidir la AN. Si la preside algunos de los incondicionales de
Maduro o no; también vamos a ver en los primeros meses una clara hegemonía de
Maduro, no creo que ese control que él va a ejercer, vaya a tener una
contraparte muy importante porque él ha estado lidiando con varias facciones,
no creo que en lo inmediato alguien le dispute el poder. Yo esperaría para ver,
pero en la medida que el oficialismo se sienta que ha derrotado a la oposición
y no hay un contendiente que lo amenace pudiera ser que se aflojara un poco la
cohesión que lo ha caracterizado en los últimos años.
Argumentó López Maya
que con el desastre para el país que ha significado tener a Nicolás Maduro en
el poder, por la ineficiencia y la corrupción, se pudiera originar en el
chavismo un movimiento para tener una economía más eficiente, y estima que esto
es algo que habrá que ver una vez que los sectores que apoyan a Maduro,
especialmente los militares, sientan que no hay amenaza al poder del chavismo.
“Las sanciones
(internacionales) van a jugar un papel, tienen consecuencias negativas para la
población, pero también positivas para la lucha por la democracia, así como las
negativas, pues ha cohesionado al sector militar. Tendrá que negociar EEUU en
la administración de Joe Biden.
-¿Cómo será ese Estado
comunal que usted considera impulsará Nicolás Maduro a través de la nueva
Asamblea Nacional?
-No creo que se parezca
en nada a lo que Hugo Chávez tenía en mente. Él se imaginaba que las comunas
tuvieran autonomía, independencia, algo utópico. Chávez no era una persona para
comprender la utopía. Lo que plantea Nicolás Maduro es algo más cercano al
modelo cubano. La ley antibloqueo ya le dio facultades al Ejecutivo nacional, a
la dictadura, para prácticamente negociar a espaldas del país secretos,
inversiones, negocios, con aliados y socios. El Estado comunal es una reversión
de todos estos derechos como ciudadanos libres.
“En la medida que sea
posible un completo control institucional de la AN, se revertirán esos
derechos. Está esto que hizo el CNE de aumentar el número de diputados, que es
inconstitucional, pero con el control de la AN pueden hacer una “ley
constitucional” como llaman ellos y así dejar eso, dejar una estructura de
Estado de control férreo, centralizado, con impunidad de los altos mandos
políticos y militares, y utilizando circuitos sociales como CLAP, UBCH como
células operativas”, explicó López Maya.
Atender a la población
-Con la mayor parte de
sus dirigentes en el exilio, otros presos, los partidos intervenidos y sin la
AN, ¿Qué le queda a la oposición para negociar?
-No creo que a la
oposición le convenga buscar acuerdos políticos grandes. Pienso que parte de la
revisión y recomposición de la estrategia es bajar las expectativas y buscar
acuerdos que pongan de primero a la parte socioeconómica. Hay cosas urgentes
que hacer en medio de la crisis humanitaria, la primera es la salud pública, la
pandemia que sufre la población que está sin recursos y desamparada totalmente,
la gente no sabe cuáles son los datos en Venezuela, las pruebas se han
reducido, la gente no va a consulta, no dicen los síntomas; está la situación
de adultos mayores, niños, es buscar hacer algo para frenar migración forzada
de la población que está llegando a los otros países donde pierden sus derechos
más fundamentales.
“La oposición debería
centrarse en buscar acuerdos más micros sin olvidar que el objetivo es
democratizar a Venezuela, pero ya no en el corto plazo, sacar a Venezuela del
estado de postración económica y luchar por condiciones electorales para los
próximos certámenes”, concluyó la historiadora.
06-12-20
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