Américo De Grazia 16 de marzo de 2021
@AmericoDeGrazia
“Pocos
hombres desean la
la libertad; la mayoría
desean un tirano Justo”.
Salustio
En las últimas dos décadas Venezuela ha
sufrido un cambio profundo, monumental, digno de estudio en escuelas y
universidades; cambios que redujeron a un país desde una relativa prosperidad
económica, al más inesperado pozo de pobreza. Sufrió el venezolano de a pie, la
clase media profesional, especialmente la clase obrera, y lo que el
resentimiento llamó, para fomentar el odio de clases, la burguesía. La
democracia, hay que decirlo, cuando no da respuestas oportunas e inteligentes a
las necesidades que afectan a sus ciudadanos, muere a fuerza del hambre de
poder de los demagogos y aprendices de dictadores. La profética metáfora
repetida tantas veces se cumplió en nuestros predios; y me temo que amenaza con
expandirse como modelo más allá de nuestras fronteras. Hasta ahora el modelo
chavezmadurista no ha servido para gobernar, pero ha sido exitoso para
conservar el poder. Si no logramos concertar un plan estratégico común entre
los actores democráticos, vamos rumbo a una fase superior del régimen. Vencidos
los obstáculos y muros de contención que amenazaban su permanencia en el
ejercicio del poder, nos inducirán a su propio modelo de gobernanza; nada
parecido al mundo occidental del que formamos parte. Por el contrario la
vitrina que sirve de referente a emular es China, Rusia, Norkorea, Cuba e Irán;
o bien un híbrido tropicalizado de todos ellos, que le permita, ahora si,
lograda la reingeneria reversa del país, entrar en periodo de gobernanza a su
manera. Sustituidas las clases sociales por castas, las FAN constitucionalista
por brazo armado del cartel de los Soles, pranes y colectivos, vale decir el
“lumpen”, como instrumentos garantes del control social primario. De refuerzo,
valga la ironía terroristas del ELN y FARC como amenaza creíble de propios y
extraños ante cualquier “aventura”, ajena a la robolución, la “soberanía”
tutélala por Rusia y Cuba; la asociación estratégica con China, Iran y Turquía;
obviamente garantizan la instauración de “modelo” con el monopolio de la
violencia de su lado. Ha sido un largo camino de ajustes de tuercas en el que
se ha ido cociendo nuestra republica, tal como la rana en el caldero. Hoy
tenemos una sociedad sin fuerza social articulada, que desconfía entre sí, que
sataniza los partidos y, estos a su vez invisibilizan a los primeros. Mientras
desaparecieron de escenas los sindicatos y, con ellos, los contratos
colectivos, la seguridad social, los sueldos y salarios como fuente de ingreso
de nuestras familias; provocando así una mano de obra esclava y barata; puesta
al servicio de las castas económicas castrenses y boligurguesas; hoy dueños y
socios de hoteles, líneas aéreas, bancos, casinos, agencias de vehículos
lujosos, bodegones, estaciones de servicios, distribuidoras de alimentos
importado, etc, un inimaginable catálogo de etc,etc,etc.
El otro éxito inmensurable del la narcotiranía, es la
desarticulación insensata de la “oposición”, quien desconcertada gira en
círculo recurrente sobre sus propios errores y sin brújula; conspiran entre sí,
de manera copiosa, se extorsionan entre ellos hasta calificarse de sospechosos
habituales. Lo más grave, no tienen un centro de dirección política que pueda
hilvanar un plan estratégico común, menos aún una narrativa; todo este cóctel
del desastre está diseñado por los Coach de la organización criminal que
regenta Miraflores. Concluimos así, en una oposición colonizada por el atraso,
entre los “privilegiados”, “la santa inquisición de los pro-intervencionistas”
y los “resignados”. Sin unir esos tres archipiélagos, sospecho que la tenemos
peliaguda los venezolanos.
El régimen tiene su propio decálogo de control
diseñado en laboratorios de instrumentación del totalitarismo con casi 100 años
de experiencia; ensayados en la URSS y sus países satélites. Usados como manual
del tirano con pingües ganancias para sus instructores en calidad de asesores.
Sus mandamientos mas destacados son, (1) la distracción, creándonos amenazas
reales o imaginarias para obligarnos a cambiar de planes permanente. (2) La
sobrecarga, nos bombardean con información contradictoria. (3) Parálisis, crean
una amenaza inesperada ante un interés vital. (4) Agotamiento, obligan a los
oponentes a incursionar en operaciones inútiles. (5) Engaño, obligan a los
oponentes a reaccionar ante amenazas imaginarias. (6) División, persuaden a los
oponentes para que actúen sin objetivos comunes. (7) Pacificación, persuaden a
todos de su rol es pacifico y de víctimas ante la violencia externa. (8)
Disuasión, crean espíritu de cuerpo y superioridad. (9) Provocación, obliga a
los oponentes a tomar medidas contrarias a sus intereses. (10) Sugerencia, ofrecen
información que afecta a los oponentes en forma, legal o ética. (11) Presión,
ofrecen información que desacredita al oponente ante los ciudadanos. Un
auténtico instructivo que tiene como protocolo a Maquiavelo para el siglo XXI.
La contraparte para este instructivo tiene que ser el
de crear nuestro propios anticuerpos ante la presencia tóxica. (A) Centro de
dirección política. (B) Capitalizar y alinear todas nuestras fuerzas. (C)
Unidad en un solo instrumento de dirección. De forma y de fondo. (D) Reconstruir
la confianza de los ciudadanos en nuestra dirección política. (E) Lenguaje
capaz de descolonizar la jerga militaroide. (F) Delegar funciones en los
tableros de todas las opciones. (G) Acelerar la construcción de músculos
sociales capaces de insertar y alinear las exigencias ciudadanas. (H) Organizar
todas las estructuras necesarias y (J) Una visión conjunta de país, que nos
permita no sólo salir de los tiranos, sino de su modelo.
Américo
De Grazia
@AmericoDeGrazia
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