Por Luisa Pernalete
“A mí lo que más
me gustó este año, fue que no me tenía que levantar tan temprano para ir al
colegio. Y lo que menos me gustó, fue nos pusieron muchas tareas, algunas no
las entendía, y que no podía jugar con mis compañeritos”, eso comentó un pequeño
de 8 años. Algunos adolescentes a los que pude consultar, coinciden en lo del
exceso de tareas, la poca claridad en asignaciones, pero valoran que hubo
familiares que les ayudaron con sus obligaciones escolares. También comentaron
echar de menos a sus amigos. Hay que decir, que también, de un liceo de Fe y
Alegría de Caracas, dijeron que sus profesores habían sido comprensivos y muy
responsables. Eso dicen los estudiantes.
También hay madres que
dicen que están muy cansadas y que sienten que sus hijos han aprendido muy
poco.
Este
difícil año escolar que termina, tiene sus luces y sombras. Como no tenemos
datos oficiales, al menos yo no los conozco, hago mi balance desde lo que leo,
desde mi pertenencia al movimiento educativo de Fe y Alegría, institución que
tiene 177 centros escolares desde Cojoro, frontera con Colombia en la goajira,
hasta Manakru, comunidad pemón, frontera con Brasil, así como del intercambio
que uno tiene con educadores que pertenecen a otras organizaciones.
Lo rescatable.
1.- A pesar de las
dificultades, y los bajísimos salarios de los docentes, los más bajos de
América Latina, todavía tenemos docentes que perseveran por vocación, unos
cuantos subsidiando su labor en educación trabajando en otras ocupaciones.
Mientras más dificultades hay, más hay que valorar docentes y directivos, y
2.379, administrativos y de mantenimiento.
2.- Ha habido
aprendizajes por parte de los docentes: educara distancia es complejo, y es
mucho más que simplemente “mandar tareas”. También se ha visto la importancia
de la educación emocional, sobre todo por la cuarentena prolongada, al igual
que fortalecer el lazo afectivo con los estudiantes, ello previene el abandono
escolar.
3.- Escuela y familia
se han revalorizado, ambas instituciones se necesitan para educar a distancia,
aunque no se trata de que los padres vayan a sustituir a los docentes.
4.- Rescatamos las
iniciativas de formación docente, para que adquieran más herramientas. Se nota
el interés los maestros. Fe y Alegría a abierto sus espacios formativos a
educadores que no sean del movimiento, y son muy valorados. También rescatamos
la disposición de universidades en cooperar con los docentes.
5.- El docente necesita
además de formación, acompañamiento, orientación, también los padres y las
madres. Este acompañamiento aún no es masivo, pero cuando lo hay, la gente lo
agradece. Está relacionado con el tema de la salud mental. Hay organizaciones
como la Federación de Psicólogos, Cesap, e incluso CECODAP –cuyo trabajo
principal es con niños, niñas y adolescentes – que están ofreciendo servicios
de acompañamiento psicológico a docentes.
6.- Ha habido
flexibilidad en las estrategias para el trabajo a distancia: internet –los
pocos que cuentan con conectividad -, teléfonos celulares inteligentes, radio –
como Fe y Alegría a través de sus 22 emisoras - televisión, y también las guías
instruccionales, para los que no cuentan con las otras estrategias, otra cosa
es su calidad y el impacto educativo que pueda tener cada una de ellas.
7.- Hay organizaciones
que están trabajando abiertamente por el Derecho a la educación e incluso por
el derecho a la educación de calidad, tal como lo establece el artículo 102
nuestra Constitución.
8.- Finalmente, el tema educativo se ha vuelto noticia, los medios de comunicación lo han convertido en tema de interés para la sociedad, hacer visibles los problemas y también socializar experiencias y testimonios que puedan iluminar a otros.
Lo que lamentamos.
1.- Seguimos sin
monitoreo, sin generación de datos, ¿Cuántos chicos están siendo atendidos en
la educación pública? ¿Cuántos han abandonado? ¿Cuánto han aprendido los
estudiantes? Pues se trata no de “pasar el año” sino de que los chicos
aprendan. ¿Cuántos docentes quedan?
2.- Las escuelas
cerradas han agrandado las desigualdades, los más vulnerables están en peores
condiciones, y se han profundizado las brechas… los más pobres y los más
pequeños – educación inicial y primer grado- y la función socializadora de las
escuelas está suspendida-
3.- La infraestructura
escolar está abandonadas. Las escuelas han sido robadas, objeto de vandalismo.
4.-A pesar de
experiencias que conocemos, en general tanto maestros como madres y padres, no
están siendo acompañados de manera masiva.
5.- Los servicios
públicos han empeorado: agua, electricidad, transporte… ¿se puede en retorno a
clases presenciales, incluso si tuviésemos vacunación masiva y maestros
suficientes sin trasporte colectivo, sin combustible?
6.- Hay que evaluar la
calidad del programa Cada Familia Una Escuela, recordando que, si bien la idea
original no es mala, debe haber un equipo que oriente, revise y mejore el
producto-
7.- Se necesitan rutas
de acción bien pensadas y no medidas tipo cha cha cha: un paso para delante y
otro para atrás. En educación no se puede improvisar-
8.- Hay que sincerar lo
del salario del personal docente. ¿Es mucho pedir que se ajuste al Artículo 91
de la Constitución? ¿Usted no se lo sabe? Se lo recuerdo, “todo trabajador o
trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con
dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas…” En Fe y
Alegría hemos perdido el 35% del personal, a pesar esfuerzos.
La
educación es una cosa seria, es una dimensión básica para que una sociedad
pueda salir de una crisis, es sembrar presente y futuro para niños, niñas y
adolescentes. Por esos niños y niñas que se están levantando, por nuestro
propio bien, tenemos que salvar nuestra educación, y ello supone, cuidar a los
educadores, pues sin maestros no hay educación no presencial ni a distancia.
31-07-21
https://parahacerlaspaces.blogspot.com/2021/08/ano-escolar-que-rescatar-que-lamentar.html
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