Por Luisa Pernalete
Más de uno dirá que ya
las olimpíadas se acabaron y, además, que Jean Pierre Wyssenbach, mi preferido
medallista de siempre, no estaba en la delegación venezolana. Pero les digo que
a pesar de su nombre y de no haber nacido aquí, es más venezolano que muchos.
Les cuento quien es
este “campeón olímpico” que todos debieran conocer.
Wyssen, como le decimos
con cariño, es un sacerdote jesuita, nacido en el país vasco, y muy joven lo
mandaron a Venezuela, en 1960, para ser precisos. Estudió unos años en
Alemania, otros en Roma… Es profesor de teología desde hace décadas. Tiene una
memoria prodigiosa… pero no es por eso que llega a las olimpíadas, sino porque
en 1979 se muda a vivir a La Vega, esa comunidad popular de Caracas, y empieza
a vincularse con las escuelas del sector. En 1988, comienza a animar a los
maestros y estudiantes de la comunidad, a participar en las Olimpíadas de
Lengua y Matemáticas, que tienen como características, que no son competitivas
sino de superación.
Es muy interesante. Los
chicos desde primer grado se van preparando con juegos instructivos, muchos
recopilados por él y hasta inventados por él. Los juegos instructivos sirven
para repasar, reforzar elementos que ya se han trabajado en el aula. A mí hay
unos que me encantan y los practico, ayudan a aprender, a repasar, jugando,
como ese de sacar “el título de locutor”, que ayuda a los chicos a la
comprensión lectora, pero como si estuvieran sacando un título para trabajar en
la radio. No hay problema con los estudiantes, si no lo pudo sacar esta semana,
se inscribe nuevamente la próxima semana hasta que lea sin equivocación, con
buena entonación. Operaciones humanas es otro juego instructivo de Wyssenbach
que me encanta: dos equipos, de 10 estudiantes cada uno, se juega desde
identificar los números – para los más pequeños – ordenar cifras, hasta
trabajar con las 4 operaciones básicas. Yo invité una vez al padre a dar un
taller de juegos instructivos a una escuela de Fe y Alegría que está en medio
de la selva, al sur del estado Bolívar, y los maestros de la etnia hoty y hibi
quedaron encantados con esas dinámicas didácticas.
Para las olimpiadas de
matemáticas se trabajan problemas que parten de la visa real. Normalmente, son
los estudiantes de 5to grado los que participarán, y sus compañeros de clase
los seleccionan, aunque todos habrán practicado.
En las olimpiadas de La Vega llegaron a participar 30 escuelas, y el padre recuerda que 1.800 alumnos participaron. “Llenamos las tres escuelas de la Plaza de La Vega”. Y añade Wyssen que “el secreto del éxito de La Vega fueron los clubes de matemáticas. Los alumnos recibían 20 problemas semanales. Los participantes los escogían en el salón”. Wyssen creó el grupo Utopía con los voluntarios que cooperaban con él en animar a las escuelas. Ellos pasaban quincenalmente por las 30 escuelas y les decían a los alumnos que estaban preparándose, cuál era su posición, para estimular su superación. “Un año llegamos a corregir 2.238.180 problemas. Récord nacional y quién sabe si internacional”. Recuerda, seguro que con una sonrisa, nuestro “medallista” mayor. Por cierto, Fe y Alegría hizo una publicación con problemas, de esos que sirven de base para las olimpiadas.
Lo más importante, como
apuntaba arriba, es que los chicos van haciendo sus problemas para competir
consigo mismos, para superarse, no para ganarle a nadie. Así, Wyssen
recuerda que hubo escuelas en La Vega que fueron superando su propio récord y
en 18 años fueron pasando de 53% a 56%, luego 70%, después 75% y llegaron
a 83%. El nivel olímpico está en 7 problemas sobre 10 correctamente resueltos.
¿Qué tal?
Las olimpiadas se
complementaban con el Liceo de vacaciones: estudiantes de bachillerato ayudando
a los de primaria, o de los años superior ayudando a los de los primeros años…
¡Solidaridad escolar! Pero aparte de ello, una gran forma de aprender de manera
entretenida, pues enseñar a otro es una estrategia pedagógica muy útil y eficaz
para aprender.
Pero Wyssen no se quedó
ahí. En el año 2007, lo trasladan a Maturín, y al poco tiempo comenzó con su
trabajo de animación en centros educativos de oriente. Maturín, Uracoa,
Temblador, Barracas, después Tucupita… Comenzaron las olimpíadas con 5
escuelas, con dos mil participantes. ¡No tiene límites este campeón! Y en Fe y
Alegría Zona Oriente fueron incorporando centros de los tres estados Monagas,
Anzoátegui y Sucre. Yaritza, coordinadora pedagógica de la institución para
aquellos años iniciales, recuerda que sirvió para renovar a todos, niños y
maestros, pues si bien el primer año hubo escuelas que no lograron que ningún
alumno clasificara, luego se fueron superando. Recuerden que los resultados no
se hacen públicos, pero a cada colegio si les da para su plan de mejora.
Era un reto para los alumnos y para los maestros. Comenta Yaritza que
voluntarios del Instituto Radiofónico de Fe y Alegría, así como alumnos de los
quintos años, cooperaban con la corrección de los problemas. ¡Toda una movida
pedagógica!
No sé ustedes, pero cuando
ordeno estos datos, generados por ese trabajo extraordinario Wyssen, lo veo en
el pódium recibiendo su medalla de oro por todo el bien que ha hecho en la
educación de los más sencillos
¿No creen que estas
olimpíadas serían muy útiles para todas las escuelas del país?
15-08-21
https://epthelinkdos.tk/opinion/les-presento-a-mi-campeon-olimpico-preferido/
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