Por Froilán Barrios
Trasladaron desde todos
los rincones del país a jóvenes músicos, arreglistas y toda la parafernalia que
implica la puesta a punto de una orquesta, en este caso compuesta por 12.000
personas con la finalidad de obtener para satisfacción del tirano un récord
mundial reconocido por Guinness, firma que reconoce todo género de hazañas que
el género humano logre en cualquier lugar del orbe.
En esta ocasión el
esfuerzo denodado de decenas de miles de músicos integrantes del Sistema
Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles es utilizado para cumplir el
objetivo del dictador de presentarle a la comunidad internacional que tanto lo
adversa la imagen de que Venezuela está feliz y todo está normal, en un
contexto de festín macabro al que cada ciudadano asiste diariamente a batir el
cobre para sobrevivir.
Ahora bien, la
pretensión del régimen de normalizar al país por decreto no es tal cuando todos
los registros que analizan la condición humana se abordan, ya sea en materia de
salud, educación, seguridad personal, alimentación, vivienda y los servicios
públicos, etc., en fin, lo que en otras naciones se conoce como el estado de
bienestar, traducido en PIB per cápita de 50.000 dólares anuales, acá en
nuestros predios alrededor de los 2.200 dólares anuales.
Esta terrible cifra
contiene el bajo ingreso de nuestra población. Según la OIT antes de la
pandemia, en 2019, el salario límite de la pobreza extrema se situaba de 2 a 3
dólares diarios, es decir, una remuneración mensual que oscila entre 60 y 90
dólares, en esta escala están incluidos los países más pobres de África, Asia y
América Latina, pues bien la Venezuela gobernada por Chávez y Maduro registra
por decenas de cuerpos de distancia, el récord Guinness del último salario
mínimo del mundo, con un salario de 2,25 dólares luego de la conversión del
bolívar fuerte al bolívar digital.
Entre tanto los
salarios mínimos en América Latina oscilan entre 250 y 500 dólares mensuales,
vemos la distancia sideral con el resto del continente, que incluye una
terrible realidad, 60% de la población formal devenga salario mínimo. Lo que
resalta aún más el tan mentado récord mundial.
Y si vamos a las pensiones y jubilaciones, la situación no cambia mucho. En Venezuela se registran casi 4.000.000 de pensionados del IVSS y 1.500.000 adicionales con la pensión Amor Mayor. Pues bien, toda esta población recibe ingresos de 7 bolívares digitales mensual, lo que equivale a 1,6 dólares, más ingresos de bonos del sistema Patria, otorgados discrecionalmente por el tirano en la cantidad de 2 o 3 dólares. Todo este ingreso en un mercado donde la canasta alimentaria alcanza la cifra de 300 dólares mensuales.
Por tanto, no es de extrañar
que Venezuela registre una pobreza generalizada de 96,3% y una pobreza extrema
de 76%, lo que constituye también un récord Guinness que se pierde vista a
nivel planetario, como muestra fehaciente de la crueldad de un régimen muy
hábil en propaganda y en saquear la riqueza nacional.
Si se tratara de
presumir medallas en el pecho como récords, al tirano Maduro, a su gabinete y
al Alto Mando Militar les faltaría espacios para colgarse las insignias
Guinness de la deshonra, el hambre y la muerte en las que han sumido al pueblo
venezolano. Una condición que los señala con otro récord planetario: el de
haber obligado a más de 7 millones de venezolanos a irse en estampida del país
para sobrevivir en otros lares por la persecución y la miseria que se vive en
el territorio nacional.
17-11-21
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