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miércoles, 2 de noviembre de 2022

CAP, el presidente que dio la cara…, por @ovierablanco


Orlando Viera-Blanco 01 de noviembre de 2022

@ovierablanco

La vida de CAP es una historia de continuos desafíos, gallardía, perseverancia, nobleza. saltos y contrastes. Un hombre de una infinita versatilidad que da fe de una inteligencia superior, una pasión inagotable y una virtud única: ajeno al rencor. Así la historia muy pronto vino a redimirle sin necesidad de absolución. Ya en su discurso del 20/05/1993 lo anticipa: “No me defenderé porque no tengo nada de que defenderme. No me agrediré porque no he envilecido nunca el debate político ni con el insulto ni con la calumnia.”

Misericordia mendigan la rebelión de náufragos que obsesivamente hostilizaron y se ensañaron contra Pérez, propinándole una muerte política que, “si no abrigara tanta convicción [CAP] en la transparencia de mi conducta que jamás manchará mi historia…no tengo inconveniente en confesar que hubiera preferido otra muerte”.

Hoy rendimos tributo a uno de los líderes políticos más destacados de nuestra historia democrática a propósito de los 100 años de su nacimiento. Su vida es cultura viva. Amarle, odiarle, admirarle, aceptarle o defenestrarle, es muestra elocuente de nuestra furtiva, convulsa y confusa actitud grupal, de lo que somos o de lo que no pudimos ser. Parafraseando a Pérez, hubiésemos, merecíamos otra vida…

Pérez: El quijote andante y su Estado mágico…

Carlos Andrés Pérez Rodríguez, nació el 27/10/1922 en Vega de la Pipa, jurisdicción de Rubio, capital del actual Municipio Junín del Estado Táchira, en el seno de una familia dedicada al cultivo y comercio de café. Muere el 25/12/2010 en Miami, EEUU […] Fue el penúltimo de trece hijos […]presidente de la república en dos períodos (1974-1979 y 1989-1993).

CAP-haciendo alarde de amplitud política-incorpora como Jefe de su Gabinete Económico [1974] a Gumersindo Rodríguez, un líder de AD que se apartó del partido, fundó el MIR y regresó a AD. Siendo Ministro de Cordiplan diseña el regio V Plan de la Nación, cuya meta era lograr «La gran Venezuela» del año 2000. La estatización de la industria petrolera, la consolidación de las empresas básicas de Guayana, fue un salto indudable de desarrollo y fortaleza estratégica.

Nos comenta Tomás Straka algunas cifras: “El crecimiento del producto interno bruto (PIB) no petrolero fue de 9,6%, promedio por el quinquenio. Y las reservas internacionales saltaron de 2.412 millones de dólares en 1973, a 9.243 millones de dólares en 1975” . Fernando Coronil lo llamó “el Estado Mágico”. Un registro inédito de desruralización e intensa movilización social, del que da fe el historiador Mario Buffone: “48 centros universitarios, 66 centros hospitalarios, 135 bibliotecas, 34 embalses, 33.759,8 kilómetros de vialidad; 143.398 viviendas. Aumentó la producción de energía eléctrica en 4.828 megavatios y el suministro de agua potable en 1.175 millones de metros cúbicos” La Venezuela con agua, electricidad y vías pavimentadas nace en este quinquenio. También el programa de becas ‘Gran Mariscal de Ayacucho’ [Fundayacucho/1975], que permitió a muchos venezolanos estudiar en las universidades más rancias del mundo, desde Oxford a Harvard, de Stanford, Princeton o MIT a Berkeley, Yale o London School of Economics & Political Sciense”

Como líder internacional, Pérez posesionó a Venezuela en la OPEP y país líder en LATAM. Fue amigo de los EE. UU., China, Rusia y del mundo árabe. De Nicolae Ceau?escu de Rumania y Omar Torrijos en Panamá. Lideró los procesos de paz en Centroamérica; fue gran amigo de Felipe González en España así como de Fidel Castro. Logra la libertad de Orlando Letelier en Chile [gestionada por Diego Arria], se une a los no alineados y la Liga Africana, siguiendo el Nuevo Orden Económico de la ONU, convirtiéndose en un líder ícono de las economías emergentes.

CAP a poco más de media carreta de vida, exhibe un bagaje internacional y un liderazgo interno sólido, estadista, visionario, que le permitiría regresar a un II periodo presidencial, con su política de “El gran viraje”.

No me lo perdonan…

Continúa CAP [23/05/93]: “No me perdonan que haya sido dos veces presidente por aclamación popular. No me perdonan ni mis errores ni mis aciertos, pero aquí estoy entero para seguir luchando por Venezuela”. Una denuncia que resume las carencias políticas y republicanas de un país que sepulta en vida sus grandes liderazgos.

“Con AD se vive mejor, ese hombre sí camina, va de frente y da la cara, democracia con energía”, marcaron una era [1974] de prosperidad embriagada sí, de rentismo y frenesí petrolero. Pero había que izar velas, atravesar tempestades y enderezar rumbo. Llegó el gran viraje [1989]. Sólo un líder con su carácter y carisma podía girar el timón.

El 02/02/89 toma posesión en el Teresa Carreño. El 16/02/89 anuncia medidas de corrección económica inevitables con una botija vacía, una deuda externa vencida, balanza de pagos rota y un país asaltado por RECADI. Un hombre joven, brillante, egresado de Harvard y Yale [gracias a Fundayacucho], Miguel Rodríguez [35], fue designado Jefe de Gabinete Económico/Ministro de Cordiplan. Lo acompañaban destacados venezolanos como Moisés Naim, Ricardo Haussmann, Eglé Iturbe, Beatrice Rangel, Carlos Blanco, Rafael Orihuela, Enrique Colmenares Finol.

A pesar de un inicio trémulo, la economía pronto registró sólidos índices de crecimiento [+24% período 1990-92]. La privatización de la CANTV-que colocó el 40% de sus acciones por un récord de 1.8 billones de dólares-fue un éxito de transparencia y retorno. Se renegocia la deuda externa y los índices de miseria bajaron a un 30%. CAP fue la estrella de la Conferencia de Davos [1992] por exhibir el más potente “come back” [recuperación] de economía alguna. El ex secretario de Estado Henry Kissinger comentó a su presidente: “Este país llamado Venezuela es donde debemos estar e invertir. No lo para nadie”. A medianoche [4f-1992] ocurrió el asalto contra La Casona y Miraflores…

Quiera Dios…

La conjura de sectores descontentos con CAP no cesaba. Empresarios, políticos, medios, militares y notables resentidos y soterrados, no perdonaron el plante de Pérez. Y amaneció de golpe [4F-1992]. La fecha más aciaga de nuestra historia reciente. Complot militar y emboscada judicial. El 23/5/93 CAP es expulsado de la presidencia por un antejuicio de mérito inconstitucional, sin derecho a la defensa [Alberto Arteaga]. CAP lanza al mundo su más elevada proclama como político sin ojerizas y sin rencores, de buena cabeza y mejor corazón:

“Como no soy un acumulador de resentimientos, no supuse que todos actuábamos así y que las diferencias y los duelos políticos nunca serían duelos a muerte. Supuse que la política venezolana se había civilizado y que el rencor y los odios personales no determinarían su curso. ¡Me equivoqué!

Vaya confesión de sana inocencia, garbo y nobleza. Manuel Monasterios nos comenta: “Los pueblos se equivocan y el golpe civil contra CAP fue un grave error histórico que nos hundió en el peor fracaso de la historia de Venezuela […] fracasó el proyecto modernizador, fracasaron los conspiradores porque trabajaron para Chávez, fracasó Chávez porque trabajó para Fidel Castro […] Se entronizó la mediocridad como forma de gobierno, se potenciaron todos los males que engendra el odio y la violencia y lo peor todavía, no aprendemos de tan nefastas experiencias…”

Ni vencido ni derrotado, CAP se despide de la política: “Ojalá que nos sirva la lección de esta crisis. Que se inicie una rectificación nacional de las conductas que nos precipitan a impredecibles situaciones de consecuencias dramáticas […] Quiera Dios que quienes han creado este conflicto absurdo no tengan motivos para arrepentirse”. Y sufrimos las consecuencias, sin motivos aparentes para arrepentirnos…

Carlos Andrés Pérez. Un presidente gallardo que dio la cara, marchó de frente y jamás manchó su historia. Un hombre sin odios ni rencor.

Un gran político ejemplar. Quiera Dios, rectifiquemos

Orlando Viera-Blanco

@ovierablanco

 


 

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