Ismael Pérez Vigil 10 de diciembre de 2022
@Ismael_Perez
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Consulta y Juntas Regionales
10 de
diciembre de 2022. Se avecina, muy pronto, una elección presidencial; sin
necesidad de especular o sacar el trapo rojo de un adelanto de elecciones, 2024
es una fecha muy próxima, más de lo que podemos imaginar. Sobre todo, porque ya
el sector oficialista tiene a su candidato en la calle, el actual mandatario
del régimen gobernante o alguien que se le parezca mucho y represente a ese
sector del país; mientras que el candidato de la mayoría del país, es decir, de
la oposición democrática, está aún por definirse.
Candidatos y Primaria.
En
efecto, no será hasta el próximo año, probablemente hacia mediados de año,
cuando se decida y esté en la calle el candidato de la oposición democrática.
Tiempo suficiente para desplegar una campaña, que si es lo suficientemente
asertiva podrá entusiasmar a una población opositora, que es largamente la
mayoría del país, inmensa mayoría, que quiere un cambio político, pero que luce
adormecida, poco entusiasmada, decepcionada de años de lucha, con pocos
resultados tangibles, que en realidad no son pocos y no son desestimables, pero
sabemos que el único resultado al que aspira la mayoría del país es a que se
acabe este régimen de oprobio y como eso no ha ocurrido, lo considera un
fracaso y hay decepción, apatía e incluso fuga de venezolanos hacia el
exterior.
2023
es también un año electoral y vale la pena hablar de lo que se está haciendo
para que sea un éxito; porque es mucho lo que se está haciendo y no se percibe
fácilmente, porque sus logros no van a ser inmediatos, fulgurantes, como todos
quisiéramos.
Simplificación
y Complejidades.
Algunos
dejándose llevar por sus deseos, entusiasmo, o quien sabe que agenda política o
personal, creen que en realidad el país lo controla la oposición y por lo
tanto, ésta es la que decide las normas electorales de una elección que debe
ser limpia, justa, equilibrada, equitativa y no aceptan menos que eso, lo que
sea que para ellos signifiquen esos términos. O que la agenda de las
negociaciones con el régimen, sea en México, en Venezuela o donde sea, es algo
que también decide la oposición, con una fuerza que en realidad no tiene, para
imponer condiciones de acuerdo con su lógica, sus deseos, lo que le parece
racional o que “está de anteojito”, como decimos en criollo, y tampoco aceptan
menos; cualquier cosa que no sean los deseos que tienen en la cabeza, les
parece una estafa, un engaño, peor aún, algunos lo consideran una traición.
Reglamento,
primer paso.
Pero
la realidad es más compleja y debemos caminar firme, aunque no sea a la
velocidad de vértigo que algunos esperan. El primer paso importante ya fue
dado: la oposición democrática decidido participar en la elección presidencial
de 2024 y resolvió hacerlo con un candidato “unitario”. Pero además, decidió
que ese candidato unitario no fuera designado en un “conciliábulo”, en un
acuerdo “cupular”, mediante algún procedimiento oscuro para muchos, sino que se
hiciera a plena luz del día, a los ojos, literalmente hablando, de todo el
mundo, mediante un proceso de elección primaria, en “condiciones de igualdad,
sin discriminación alguna”, como dice el artículo 3 del Reglamento de la
Primaria (Reglamento, de ahora en adelante), donde todo aquel que reúna las
condiciones que señala la constitución nacional vigente y el propio Reglamento,
se puede presentar a competir; sobre todo si cumple con una condición
fundamental: “Haber demostrado un compromiso inequívoco con la lucha por la
libertad, el rescate de la democracia, el respeto de los derechos humanos, la
libertad de los presos políticos y el regreso de los exiliados.” (artículo 8.3
del Reglamento)
No
está dicho en el Reglamento, pero claramente se infiere del enunciado anterior
y de todo el artículo 8 y varios más, que el candidato unitario será aquel que
elija el pueblo, obviamente, entre aquellos que se presenten a la contienda y
hayan manifestado claramente que quieren un “cambio político” en el país.
CNP,
segundo paso.
Tras
ese paso fundamental la oposición democrática dio otro, designar una Comisión
Nacional de Primaria (CNP), que se aboque a la tarea. Comisión integrada por
diez miembros, independientes, libres de vinculación partidista. Corresponde a
esa Comisión, tal como lo señala el Reglamento bajo el cual se constituyó, no
solo dar los pasos necesarios y organizar todo para que ese candidato unitario
surja del proceso, sino también resolver algunos cabos sueltos e interpretar la
norma −el Reglamento− que les fue entregado para que todo fluya exitosamente.
Consulta.
Como
primera tarea la CNP se autoimpuso realizar una consulta con los factores
políticos, asociaciones civiles, personas y fuerzas vivas del país, que tengan
algún interés en el tema y aspiren a ese “cambio político”, bien sea que
presenten o no a algún candidato a la elección primaria. Ya han transcurrido
más de tres semanas desde que se inició esa consulta, que se fue llevando en
paralelo con otras actividades: análisis de experiencias anteriores, revisión y
escenarios de cronogramas, empaparse de las tareas ya realizadas por equipos
técnicos que tienen tiempo trabajando sobre el tema, empaparse también de los
diferentes problemas que están presentes y que afectan a la realización de la
primaria, etc.
Un
primer paso importante de la CNP, que el próximo 12 de diciembre rendirá su
primera cuenta pública, fue definir los criterios que tomará en cuenta para
seleccionar las Juntas Regionales (JR), que apoyarán el proceso en todos los
estados del país y en el exterior.
Juntas
Regionales.
Los
criterios que la CNP tomará en cuenta para decidir la integración de las JR
−que de acuerdo al Reglamento le corresponde designar− se pueden resumir de la
siguiente manera: Procurar la equidad de género, que sus integrantes tengan
independencia política, que representen a diversos sectores de la sociedad
civil en cada región, que tengan autoridad moral y capacidad de interlocución
con las fuerzas políticas y la sociedad civil de la zona, que tengan capacidad
técnica y organizativa y que se logre la mayor presencia posible de jóvenes en
las mismas.
Las JR
serán el brazo motor y ejecutor de la primaria, como órganos subalternos de la
CNP, serán su presencia, viva y activa, en las diferentes regiones del país y
en el exterior; su forma de integración y sus funciones están claramente
expresadas en los artículos 18 al 20 del Reglamento y les corresponderá una
doble tarea, por una parte el papel importante, fundamental, de motivar a los
electores a concurrir al proceso; y por otra parte, algunas tareas más técnicas
y de organización, como: participar activamente en la “nucleación” de los
centros electorales y la disposición de las mesas; proponer, designar,
capacitar, acreditar y dar apoyo a los miembros de esas mesas; acreditar a los
testigos de los candidatos; distribuir y asegurar el material electoral; velar
especialmente por la preservación de la confidencialidad de la identidad de los
electores; y otras que la CNP les asigne para la mejor marcha del proceso. Lo
ya dicho, serán el “brazo ejecutor” de la Primaria. Se espera que entre
diciembre y enero, estén designados los diez integrantes −cinco principales y
cinco suplentes− de cada una de las JR en los 24 estados del país y del
exterior.
Tareas
pendientes.
La CNP
emprendió y continua el proceso de consulta y sobre todo trabajando activamente
en solucionar algunos de los puntos más álgidos de este proceso, en donde hay
varios que destacan y son de preocupación de muchos venezolanos, sobre los que
hay ideas y propuestas diferentes y hasta contradictorias: la fecha de la
realización de las elecciones primarias −por supuesto− y algunas fechas conexas
con la misma, como por ejemplo la fecha para la inscripción de los candidatos,
las fechas de inicio y finalización de la campaña electoral; las modalidades
bajo las cuales se llevará a cabo la elección; la asistencia técnica de
organismos internacionales y sobre todo nacionales; los temas y cifras que
afectan el registro electoral, que la CNP debe elaborar para esta elección;
cómo afrontar y garantizar que los venezolanos en el exterior, mayores de 18
años, puedan votar en las elecciones primarias, y más aún, que se movilicen en
función de las elecciones presidenciales de 2024; y otros temas que rondan en
la mente de los venezolanos, preocupados por la suerte del país y el cambio
político y sobre los cuales aún es imposible adelantar algún criterio de manera
responsable.
Conclusión.
Siendo
aun prematuro adelantar criterios, si es importante, sin embargo, divulgar
estos puntos de vista e informar lo que está haciendo la CNP, para que la
gente, el ciudadano común, comience a pensar en algunas de las complejidades de
este proceso, que van más allá de una fecha para ir a votar y elegir un
candidato entre las opciones que se le presenten.
Todos
los temas que rodean una elección primaria, son de naturaleza compleja y no es
responsable proponer alternativas sin considerar la forma de resolverlas y
analizar los recursos necesarios para ello. Al elector y a los candidatos hay
que darles suficientes garantías para que concurran a un proceso limpio y con
suficiente equidad para todos.
Ismael
Pérez Vigil
@Ismael_Perez
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