Agencias 09 de diciembre de 2023
La
gobernadora de Arizona y senadores federales del estado calificaron de
«inaceptable» el cierre del paso fronterizo por Arizona. Consideran que esta
acción desestabilizará aún más la frontera, pone en riesgo la seguridad de
nuestras comunidades y daña nuestra economía al interrumpir el comercio y el
turismo
El elevado número de migrantes que cruzan la frontera sur de Estados Unidos en los alrededores de la comunidad de Lukeville, Arizona, hizo que las autoridades federales decidieran cerrar este puerto de entrada para que los funcionarios de operaciones que vigilan el tráfico de vehículos y peatones en ambos sentidos puedan ayudar a los agentes de la Patrulla Fronteriza a detener y procesar a los recién llegados.
La
Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés)
anunció el viernes 1 de diciembre que el cierre temporal del paso fronterizo
comenzará este 4 de diciembre, mientras las autoridades lidian con las
cambiantes rutas migratorias que han rebasado a los agentes de la Patrulla
Fronteriza estacionados allí. La gobernadora de Arizona y senadores federales
del estado calificaron de «inaceptable» el cierre previsto.
La
agencia dijo que «incrementará todos los recursos disponibles para procesar de
forma rápida y segura a los migrantes» y que «continuará jerarquizando nuestra
misión de seguridad fronteriza según sea necesario en respuesta a esta
situación cambiante».
En los
últimos meses, la zona cercana al cruce se ha convertido en una ruta migratoria
muy utilizada, donde los contrabandistas dejan a personas procedentes de países
tan diversos como Senegal, India y China. La mayoría de ellos entran a pie en
Estados Unidos a través de huecos en la valla fronteriza, y luego se dirigen al
este hacia el paso fronterizo oficial para entregarse a los primeros agentes
que ven, con la esperanza de tener una oportunidad de recibir asilo.
La Patrulla
Fronteriza realizó 17.500 detenciones por cruces ilegales durante la semana
pasada en el sector Tucson, dijo John Modlin, el jefe del sector. Eso se
traduce en un promedio diario de 2.500, muy por encima del promedio diario de
1.700 en septiembre, cuando Tucson ya era por mucho el corredor más ocupado
para los cruces ilegales a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos.
La CBP
culpó a «contrabandistas que venden desinformación para aprovecharse de
personas vulnerables» por la llegada de cientos de personas a diario a los
alrededores de Lukeville.
No
está claro hasta cuándo es el cierre del paso fronterizo.
Aunque
remoto, el paso fronterizo de Lukeville es el que se utiliza habitualmente para
viajar a Puerto Peñasco, un centro turístico en el estado mexicano de Sonora,
en el Mar de Cortés. Los estadounidenses también cruzan por ahí para visitar la
comunidad fronteriza de Sonoyta, en México, para comer, ir de compras o recibir
atención médica y dental más barata.
Algunos
niños mexicanos cruzan diariamente la frontera en autobús hacia el norte para
ir a la escuela.
Los
senadores de Arizona Mark Kelly y Kyrsten Sinema, junto con la
gobernadora Katie
Hobbs, criticaron el plan de cerrar el cruce y exigieron mejores soluciones
al gobierno del presidente Joe Biden.
«Este
es un resultado inaceptable que desestabiliza aún más nuestra frontera, pone en
riesgo la seguridad de nuestras comunidades y daña nuestra economía al
interrumpir el comercio y el turismo», dijeron en una declaración conjunta. «El
gobierno federal debe actuar con rapidez para mantener las operaciones de los
puertos de entrada, tener la frontera bajo control, mantener seguras a las
comunidades de Arizona y garantizar un trato humano a los migrantes».
En
promedio, unas 3.140 personas en vehículos y 184 peatones entraron diariamente
en Estados Unidos por Lukeville durante octubre, según las últimas cifras del
Departamento de Transporte estadounidense.
Los
viajeros podrán seguir cruzando para entrar o salir de Estados Unidos por
Nogales, Arizona, a tres horas en coche al este, o San Luis, también en
Arizona, a dos horas en coche al oeste.
La CBP
empezó a limitar el tráfico en el puerto de Lukeville esta semana. El lunes, la
agencia también cerró uno de los dos puentes a los vehículos en Eagle Pass,
Texas, una localidad de unos 30.000 habitantes que fue el corredor más
transitado para cruces ilegales durante un tiempo el año pasado.
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