Agencias 22 de febrero de 2024
La
expresidenta de Chile y ex alta comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, Michelle Baechelet, pidió este jueves «los mayores
esfuerzos de los Gobiernos, las fuerzas políticas y la comunidad regional para
lograr que la tendencia dictatorial y antihistórica no se consolide en
Venezuela», en una declaración conjunta que también suscriben 18
excancilleres latinoamericanos, varios exministros, embajadores y académicos que
conforman en total una lista de 65 destacadas personalidades.
«La Mesa de Reflexión Latinoamericana, integrada por políticos, diplomáticos y académicos de diversos países de nuestra región, rechaza y declara como un grave error político, con irradiaciones a toda la región, la decisión adoptada por Venezuela de suspender las actividades la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en ese país y expulsar a quienes trabajan allí«, señala el escrito.
«Ese
acto, unido a la detención de Rocío San Miguel, destacada experta en seguridad
y defensora de los derechos humanos en Venezuela, configuran un panorama
sombrío sobre el futuro de la democracia venezolana«, señala el manifiesto
que suscriben también el expresidente de Bolivia Eduardo Rodríguez y los
exministros de Relaciones Exteriores Rafael Bielsa (Argentina), Jorge Castañeda
(México), Gustavo Fernández (Bolivia), Mariano Fernández (Chile), Diego García
Sayán (Perú), José Ángel Gurría (México), Edgar Gutiérrez (Guatemala) y Enrique
Iglesias (Uruguay).
También
firman el manifiesto los excancilleres María Angela Holguín (Colombia), José
Miguel Insulza (Chile), Grace Jaramillo (Ecuador), Celso Lafer (Brasil), Susana
Malcorra (Argentina), María Emma Mejía (Colombia), Heraldo Muñoz (Chile),
Javier Murillo (Bolivia), Felipe Solá (Argentina) y Allan Wagner (Perú), además
del exministro de Hacienda de Colombia José Antonio Ocampo.
Lo que
ocurre en Venezuela afecta a toda la región
«Para
el resto de América Latina no es ajeno lo que ocurra en Venezuela, menos si
ello enfrenta a Naciones Unidas y la plena vigencia de los derechos humanos. Hemos
llegado a un año donde se aproxima una elección presidencial, pero la tendencia
asumida por el Gobierno de Venezuela contra los opositores y críticos a sus
políticas anticipan un nulo reconocimiento a los resultados de esa consulta
electoral», reza el manifiesto.
Los
políticos, diplomáticos y académicos que forman la Mesa de Reflexión
Latinoamericana -un mecanismo sin estructura permanente que en ocasiones se
pronuncia sobre temas claves de la región- consideran que «el Gobierno del
presidente (Nicolás) Maduro ha quebrado los compromisos acordados en Barbados
entre el oficialismo y la oposición», en alusión al inédito acuerdo suscrito en
ese país caribeño a mediados de octubre pasado que en teoría permitiría unas
elecciones libres en 2024.
«La
democracia venezolana sólo recuperará el camino hacia una condición de respeto
en el mundo si sus ciudadanos pueden entregar su voto en un escenario de plena
vigencia de los derechos humanos y de libertades políticas donde la pluralidad
sea efectiva», recalca el escrito.
«Las carencias
bajo las cuales vive el pueblo venezolano son evidentes (…), la alimentación es
precaria y la pobreza se ha incrementado, mientras la migración de varios
millones permea por varios países del hemisferio», expresan los firmantes del
manifiesto.
Además,
llaman la atención sobre el hecho de que «los colaboradores del Alto
Comisionado de la ONU sobre Derechos Humanos (cuyas actividades han sido
suspendidas por el Gobierno de Nicolás Maduro) han estado allí para detectar la
realidad y desde esas verdades contribuir a diseñar los planes del gobierno
para superarlas».
«Expulsarlos
por hacer su tarea sólo expresa una miopía política y una obstinación
autoritaria en mantener el poder, por encima de una mirada conjunta como nación
sobre las mejores vías para salir de la crisis», denuncian.
Por la
gravedad de sus efectos para toda la región, «esta realidad no puede ser ajena
a los países sudamericanos que constituyen el Consenso de Brasilia», puesto en
marcha en mayo 2023 y del cual forma parte también Venezuela, agrega el
manifiesto.
Al
respecto, los firmantes recuerdan que la hoja de ruta definida en octubre
pasado por este mecanismo de concertación, cuyo objetivo es fortalecer los
lazos entre los países de América del Sur, «reclama coherencia en la gobernabilidad
y eficiencia de cada uno de los países miembros para cumplir sus objetivos».
«Los
recientes anuncios del Gobierno de Venezuela van en sentido contrario y esto
reclama los mayores esfuerzos de los gobiernos, de las fuerzas política y la
comunidad regional para lograr que esa tendencia dictatorial y antihistórica no
se consolide», recalca la declaración, cuyos firmantes aseguran que buscarán
«contribuir tanto como sea posible en esa tarea».
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