Acceso a la Justicia 26 de febrero de 2024
1 de
marzo, 3 de la tarde (hora de La Haya; 10 de la mañana hora de Caracas). Estas
son la fecha y hora en las que la Sala de Apelaciones de la Corte Penal
Internacional (CPI) emitirá su decisión sobre el recurso con el que el Estado
venezolano persigue que se ordene a la Fiscalía del juzgado poner fin a sus
investigaciones sobre los presuntos crímenes de lesa humanidad ocurridos en
Venezuela.
La
noticia la dio la instancia en el auto
n.º ICC-02/18 OA, firmado por su presidente, el magistrado
Marc Perrin de Brichambaut, y publicado el 16 de febrero. En dicha decisión se
convoca a los representantes de la Fiscalía de la CPI, del Estado venezolano y
de la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas (OPCV, por sus
siglas en inglés) para comparecer en la Sala II de la sede del Tribunal en
La Haya (Países Bajos) en el día y hora señalados.
En un
comunicado de prensa posterior, la CPI anunció que la audiencia, donde se leerá el
veredicto, se transmitirá en vivo en el sitio web del juzgado.
La
Sala, en su dictamen, debe responder a los cinco señalamientos realizados por
las autoridades en contra del fallo que la Sala de Cuestiones Preliminares dictó el 27 de
junio de 2023, en el cual se autorizó al despacho dirigido por el jurista británico
Karim Khan a reanudar sus averiguaciones sobre las detenciones ilegales y
arbitrarias, las torturas, desapariciones forzadas y persecución que «masiva y
sistemáticamente» las autoridades habrían emprendido contra el sector de la
población que lo adversa. Esto, por considerar que «Venezuela no está
investigando o no ha investigado» dichos hechos delictivos.
Los representantes del Estado, por su parte, consideraron que con su decisión la Sala de Cuestiones Preliminares incurrió en las siguientes irregularidades:
1. La
falta de identificación de los casos que la Fiscalía investiga o los que
pretende investigar.
2. No
fijar un límite temporal a la investigación fiscal.
3. Impedir
su derecho a la defensa, porque el despacho dirigido por Khan no aceptó
todos los documentos en español aportados por el Gobierno venezolano
y el Ministerio Público (MP).
4. También
planteó dudas sobre la legitimidad de la información que maneja la
Fiscalía de la CPI, por cuanto sustenta sus sospechas en documentos no
oficiales.
5. Que se
le exija investigar al Estado venezolano situaciones no previstas en el ordenamiento
jurídico nacional, como el delito de persecución, uno de los
crímenes de lesa humanidad establecido en el Estatuto de Roma.
Los
cuatro escenarios
El
fallo de la Sala podría ir en cuatro direcciones. En primer lugar, puede
confirmar la decisión de la Sala de Cuestiones Preliminares de julio pasado que
autorizó a la Fiscalía a reanudar sus averiguaciones, lo cual dejaría la puerta
libre para que Khan continúe con sus indagaciones a fin de identificar a los
responsables de los crímenes denunciados y buscar su enjuiciamiento, sin la
posibilidad de nuevos recursos que busquen frenarlas. Una segunda posibilidad
es que puede anularla. Tercero, la instancia podría modificar la decisión de la
Sala de Cuestiones Preliminares; por último, podría remitir el asunto
nuevamente a esta Sala para que emita otro pronunciamiento.
Así lo
explicó Francisco González Centeno, funcionario de divulgación de la CPI, en
un video difundido
con motivo de la audiencia oral y pública que la Sala de Apelaciones celebró el
7 y 8 de noviembre de 2023 en relación con el recurso interpuesto por las
autoridades venezolanas.
En el
supuesto de que la Sala declare con lugar la apelación presentada por
Venezuela, los efectos de su decisión dependerán del vicio particular que
hubieren detectado los magistrados. Como la mayor parte de estos se relacionan
con supuestas irregularidades de la notificación de la apertura de la
investigación, un posible escenario es que la sentencia incluya una
orden de que se practique una nueva notificación, de conformidad con el
artículo 18 (1) del Estatuto de Roma.
Otra
posibilidad, dentro del mismo escenario de que la Sala declare con lugar la
apelación presentada por el Estado venezolano, sería que la Sala de Apelaciones
dé por válidos algunos de los señalamientos formulados por las autoridades
venezolanas acerca de que la Fiscalía de la CPI no tiene competencia para
actuar, porque sí está investigando los presuntos crímenes de lesa humanidad.
Sin
embargo, esta posibilidad se antoja poco probable. La información suministrada
tanto por el Gobierno de Venezuela como por el Ministerio Público dan cuenta de
un retardo injustificado en las investigaciones, ausencia de condenas
y la exclusión de mandos superiores de las líneas de investigación penal, lo
cual revela que el Estado no ha tenido hasta ahora la voluntad genuina de
investigar y enjuiciar a los responsables de los presuntos crímenes de lesa
humanidad, tal y como han sostenido la Fiscalía y la OPCV.
En
este sentido, hasta la fecha los argumentos expuestos por el Estado venezolano
no han permitido tener explicaciones plausibles sobre por qué luego de tantos
años no se tengan cadenas de mando sancionadas por los crímenes denunciados y
por qué la enorme mayoría de las denuncias se encuentran en su etapa inicial, y
mucho menos por qué el número de sentencias condenatorias es prácticamente
insignificante; toca esperar lo que diga la Sala de Apelaciones al respecto.
¿Coincidencia?
El
anuncio de la Sala de Apelaciones de la CPI se produjo en menos de 24 horas
después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores informara su decisión de
expulsar a los integrantes de la oficina técnica del Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) que operaba en el
país desde 2019, por considerar que dichos funcionarios han asumido «una
actitud colonialista, abusiva y violadora de la Carta de las Naciones Unidas».
En
su comunicado, el canciller Yván Gil indicó que el Gobierno
venezolano se tomará los próximos 30 días para realizar «una revisión integral»
de los términos de cooperación técnica descritos en la carta de entendimiento
firmada con la anterior alta comisionada y expresidenta de Chile, Michelle
Bachelet.
¿Por
qué las autoridades dieron este paso? Del comunicado y las posteriores
declaraciones del ministro se desprenden dos motivos: no les agradó que la
instancia recibiera denuncias de venezolanos y activistas de derechos humanos,
porque, a su criterio, con esto la instancia se convirtió en un «bufete
particular de grupos golpistas y terroristas que permanentemente confabulan
contra el país». Tampoco les sentaron bien los comunicados y
pronunciamientos emitidos en los últimos meses por el alto comisionado, Volker
Türk, a quien acusaron de «agredir la soberanía y autodeterminación del
país con mentiras, falsificaciones, desinformaciones y manipulaciones».
La
expulsión de los funcionarios de la ONU se produjo en medio de la ola de
críticas que dentro y fuera del país se han producido por la detención y
desaparición forzada temporal de la presidenta de la asociación civil Control
Ciudadano, Rocío San Miguel, ocurrida el 9 de febrero. Türk se pronunció en dos
ocasiones sobre este caso en los últimos días, en un primer momento exigió su «liberación inmediata» y dos días
después reclamó que se le garantizaran sus derechos
judiciales, en particular el derecho a la defensa.
Más de
quince días después de la aprehensión de la activista, sus abogados denuncian que no han podido ser
juramentados como su defensa técnica (lo cual les permitiría acceso al
expediente).
Un
duro golpe
El
cierre de la oficina técnica del ACNUDH no es cualquier cosa. Desde Acceso a
la Justicia advertimos que dicha instancia brindaba a los
distintos organismos de la ONU una comprensión más profunda del contexto de las
violaciones de derechos humanos que se producen en el país y facilitaba el
contacto de las víctimas con otras entidades de protección internacionales. Más
importante aún: esta era la única instancia en el país donde las víctimas de
violaciones de derechos humanos podían acudir sin ser revictimizadas o ser objeto
de persecución.
Nuestra
opinión es compartida por decenas de organizaciones nacionales e
internacionales, que condenaron el intento del Gobierno de buscar evadir del
escrutinio internacional «justo en momentos en que la represión se intensificó
notablemente antes de las elecciones presidenciales».
Asimismo,
no podemos olvidar que la oficina ahora cerrada iba a brindar apoyo a la
representación que la Fiscalía de la CPI tiene previsto instalar en Caracas
este mismo año.
Esto afirmó el fiscal Khan en su informe anual de 2023:
«La
oficina local de la Fiscalía en Caracas, prevista para ser inaugurada en 2024,
será un importante acelerador de la ambición de la Fiscalía de profundizar su
colaboración con las autoridades nacionales venezolanas, para fortalecer el
objetivo de una acción interna significativa (en materia de lucha contra las
vulneraciones a los derechos humanos)»,
Este
último despacho, no obstante, no tendrá por finalidad recabar información para
las investigaciones sobre los presuntos crímenes de lesa humanidad, sino que
«está destinada a trabajar en iniciativas de complementariedad en colaboración
con las autoridades nacionales». ¿Qué significa esto? Que buscará ayudar a las
autoridades a investigar y sancionar algunos crímenes de lesa humanidad y,
sobre todo, formulará recomendaciones para evitar que se sigan cometiendo
graves violaciones a los derechos humanos. Cabe acotar que no interferirá con
la investigación que, de ser permitida por la Sala de Apelaciones, podrá
continuar desde La Haya.
La
oficina en Caracas forma parte del llamado «enfoque de doble vía» que Khan pretende poner en marcha y
que recientemente presentó con el fin de buscar «formas novedosas e
imaginativas de asociación con las autoridades nacionales, la sociedad civil y
todos los actores que permitan hacer justicia».
Y a ti
venezolano, ¿cómo te afecta?
La
sentencia que la Sala de Apelaciones de la CPI está por emitir es
trascendental, porque puede despejar el camino a las investigaciones que la
Fiscalía del juzgado internacional desea adelantar en relación con Venezuela,
acercando así las posibilidades de que las víctimas y sus familiares puedan
hacer oír su voz ante una instancia independiente.
Sin
embargo, el contexto interno donde el veredicto se producirá no puede ser menos
propicio. Las autoridades nacionales han lanzado una nueva campaña de represión
contra la sociedad civil organizada y, de paso, han expulsado a los
funcionarios de la oficina del ACNUDH en Caracas, justo cuando la Fiscalía de
la CPI se apresta a abrir su propia representación, que tenía previsto
colaborar con la instancia por ahora expulsada.
Hacemos
votos para que las autoridades den marcha atrás y permitan el regreso de los
funcionarios de la ONU, algo que, a nuestro criterio, demostraría su intención
de cumplir con sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos.
También esperamos que la Sala de Apelaciones de la CPI les dé a las víctimas de
crímenes de lesa humanidad la justicia que aquí se les ha negado hasta ahora.
Tomado
de: https://accesoalajusticia.org/sala-apelaciones-cpi-respondera-1-marzo-recurso-gobierno-maduro/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico