EFE 16 de octubre de 2024
Las
Naciones Unidas aseguró que Nicolás Maduro impulsó una persecución ampliada
contra opositores y civiles durante los comicios presidenciales, con represión
masiva tras los resultados
La Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela afirmó este martes que ve motivos razonables para creer que el régimen de Nicolás Maduro cometió “crímenes de lesa humanidad” antes, durante y después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, marcadas por la persecución de opositores y la represión de las protestas tras los comicios.
En un
informe de 158 páginas que abarca el periodo comprendido entre el 1 de
septiembre de 2023 y el 31 de agosto de 2024 la misión acusa a fuerzas de
seguridad y grupos civiles armados progubernamentales de asesinatos,
desapariciones forzadas, actos de tortura y violencia sexual y de género.
Las
fuerzas de seguridad estuvieron “involucradas masivamente” en violaciones de derechos
humanos tales como detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza para
reprimir protestas, o tratos crueles y degradantes, indica el documento,
señalando como responsables a los servicios de inteligencia civil (SEBIN)
y militar (DGCIM), así como a la Guardia Nacional Bolivariana y
a la Policía Nacional.
También
asegura que “las declaraciones de las máximas autoridades del Estado, sobre
todo después del 28 de julio, incitaron a la represión y contribuyeron a
generar un clima de hostilidad y violencia”.
Otras
instituciones señaladas en el informe son el Consejo Nacional Electoral,
que “incumplió las medidas básicas de transparencia e integridad”, la Asamblea
Nacional, “instrumental en la aprobación de nuevas leyes contrarias a los
derechos humanos y restrictivas del espacio cívico y democrático”, o el sistema
de justicia, que “siguió operando con falta de independencia”.
Aunque
anteriores informes de la misión constituida en 2019 ya acusaron al Estado
venezolano de graves violaciones de derechos humanos, el nuevo documento
destaca que el perfil de las víctimas de la represión “se amplió de manera
significativa” en el periodo electoral abarcando no sólo a líderes de la
oposición y sociales.
En el
contexto electoral los abusos también fueron sufridos por “ciudadanos comunes,
simplemente por demostrar su desacuerdo con el Gobierno o con los resultados de
las elecciones presidenciales anunciados por las autoridades”, indicó.
La
misión que preside la jurista portuguesa Marta Valiñas destaca
en el informe que en los 10 meses anteriores a las elecciones al menos 48
personas fueron detenidas en relación con conspiraciones invocadas por el
régimen de Maduro, muchas de ellas en la llamada operación Brazalete
Blanco, y en la campaña electoral hubo otras 121 detenciones por colaborar
en actividades de la oposición.
Ese
tipo de campañas “sirvieron de justificación para la represión selectiva de
militares, políticos y activistas de la sociedad civil”, señaló el informe del
grupo de expertos, que junto a Valiñas está formado por el chileno Francisco
Cox y la argentina Patricia Tappatá.
La
represión aumentó tras los resultados electorales, cuando las autoridades,
según el informe, “pusieron en marcha una campaña de detenciones masivas e
indiscriminadas sin precedente”, con un número de detenciones, que pudieron
contarse por miles, “sólo comparable con las protestas de 2014, 2017 y 2019″.
1.905
personas están presas por motivos políticos
En
Venezuela hay 1.905 detenidos considerados como presos políticos, 38 más que la semana pasada,
cuando se computaron 1.867 personas privadas de libertad por las mismas
razones, según información de la ONG Foro Penal.
A
través de X, la organización detalló que, del total de detenidos, 1.669
son hombres y 236 mujeres, entre los que hay 1.838 adultos y 67
adolescentes de entre 14 y 17 años.
La ONG
precisó que, del total de las aprehensiones, 1.767 se hicieron tras las
elecciones presidenciales del 28 de julio, cuando se desató una crisis por
la denuncia de fraude de la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria
Democrática (PUD), que afirma que su candidato, Edmundo González
Urrutia, es el presidente electo, frente al resultado oficial, que dio la
reelección a Nicolás Maduro.
La
crisis poselectoral desató protestas que causaron, según el régimen, 25
muertes y más de 2.400 detenidos, una cifra que supera considerablemente la
de Foro Penal.
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