EWALD SCHARFENBERG Caracas 14 MAY 2014
La Mesa de la Unidad
Democrática denuncia el "estancamiento" de las negociaciones y exige
avances al Gobierno de Maduro
El
diálogo entre Gobierno venezolano y la oposición, que comenzó en abril como
respuesta a las protestas estudiantiles y ante la magnitud de la crisis política
y socioeconómica del país, está al borde del fracaso. Este martes, el
secretario ejecutivo de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón
Guillermo Aveledo, declaró “congelado” el proceso de diálogo y anunció que la
delegación de la oposición dejará de asistir a las reuniones en señal de
protesta por lo que llamó el “estancamiento” de las conversaciones.
“Para una situación en la que hay que
mantener una apariencia de diálogo no estamos disponibles”, acusó Aveledo
durante una rueda de prensa en Caracas, en la que también denunció la
“represión desmedida” por parte del Gobierno hacia los manifestantes. “Si el
Gobierno quiere que nos volvamos a sentar, que dé muestras de ello”.
Queda así en manos de la troika de
ministros de Relaciones Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur), que atestigua el diálogo junto al Nuncio Apostólico en Caracas,
la tarea de rescatar del desahucio un proceso por el que ninguno
de los actores ha apostado gran cosa y del que, por lo tanto, solo se han
producido resultados tan escasos como magros.
Esa frustración parece quedar
registrada en unas declaraciones de la canciller colombiana, María Ángela Holguín, este
martes en Bogotá y que el jueves próximo coincidirá en la capital
venezolana con sus colegas de Brasil y Ecuador en un esfuerzo por reanimar las
conversaciones. De acuerdo a la diplomática, a las conversaciones entre los
representantes de las partes en conflicto les habría llegado la hora de los
resultados. “Le hemos dicho mucho al Gobierno venezolano que tratemos de
avanzar para que la gente crea en el diálogo en Venezuela”, dijo.
Sin embargo, los deseos de la jefa de
la diplomacia colombiana tienen que enfrentarse a los obstáculos de una
realidad hostil. La
falta de resultados abona el escepticismo que desde el principio
guarda buena parte de la opinión pública venezolana. El Gobierno de
Nicolás Maduro, por su parte, solo da señales de que cuenta con el diálogo
para poco más que mejorar su imagen internacional, apaciguar los arrestos
insurreccionales de la oposición y, sobre todo, ganar tiempo.
El mismo gesto del opositor Aveledo
estaría tratando de salvar la cara a la MUD y de preparar
para la alianza opositora una salida decorosa de un compromiso que, hasta el
momento, solo le ha reportado desmedros. Desde el principio del diálogo,
sectores de la oposición se apartaron de la decisión de la MUD de sentarse a
conversar con el chavismo. Acusaron a los dirigentes de la Mesa de hacerle el
juego a la táctica dilatoria del Gobierno y hasta denunciaron que era una
muestra de colaboracionismo. Ahora que la evolución de los hechos parece darle
la razón a esas voces críticas y ha expuesto las fracturas internas de la
oposición, los responsables de la MUD parecen querer enmendar el rumbo.
Las protestas estudiantiles en
Venezuela ya cumplen cuatro meses y no parece que amainen. Al contrario, han
cobrado nueva fuerza desde que el jueves pasado una redada de los cuerpos de
seguridad detuvo a cientos de jóvenes estudiantes y desalojó en Caracas
cuatro campamentos de tiendas de campaña en los que pernoctaban. El movimiento
estudiantil ha convocado para este miércoles una gran marcha que partirá desde
la Plaza Brión de Chacaíto hasta la sede de la Fiscalía General de la
Republica, en el centro de Caracas.
El Gobierno venezolano no ha cejado,
entre tanto, en su empeño por asfixiar a gas y fuego la rebelión en las calles,
que suma ya 42 muertos y 700 heridos. La violencia en Caracas se ha enseñoreado durante
los últimos días en el barrio de Los Palos Grandes, una urbanización de clase
media alta. Hace una semana, un agente de la Policía Nacional Bolivariana (PNB)
cayó muerto en ese sector por un disparo de un presunto francotirador.
Se han reactivado focos rutinarios de
desórdenes en Caracas, como Altamira y Santa Fe, así como en otras ciudades del
interior del país.Desde
la arremetida represiva del jueves pasado, decenas de jóvenes enfrentan juicios
por diversos delitos, mientras que otros compañeros fueron liberados
bajo régimen de presentación ante los tribunales.
El influyente número dos del
chavismo y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello –quien se ha
mantenido a distancia del diálogo con la oposición- atribuyó este lunes en su
programa semanal de televisión las manifestaciones a una trama conspirativa a
la que vinculó a más de una decena de directivos de organizaciones no gubernamentales,
a los líderes políticos Antonio Ledezma y Enrique Mendoza, y a cuya cabeza puso
a Klaus Schwab, creador del Foro
Económico Mundial de Davos, Suiza.
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