VÍCTOR SALMERÓN viernes 13 de junio de 2014
Las estadísticas del Banco Central
registran que al cierre de mayo la inflación acumula un salto de 23%, el mayor
incremento para los primeros cinco meses del año desde 1996 a pesar de que la
administración de Nicolás Maduro mantiene controlado el precio de una amplia
gama de productos y servicios.
En el mes de abril los precios avanzaron
5,7% y en mayo repitieron este incremento, de tal forma, que en los últimos
doce meses la inflación registra un aumento de 60,9% y nada indica que los
precios perderán impulso porque no hay buenas noticias desde el lado de la
demanda, la oferta y el comportamiento del dólar.
Sumergido en un desequilibrio donde el
gasto supera el ingreso por exportaciones petroleras y el pago de impuestos, el
Gobierno le pide al Banco Central que imprima bolívares sin respaldo.
El resultado es que más billetes detrás
de pocos productos se traducen en un incesante aumento de precios.
La oferta no puede acompañar a la
demanda inflada por la inyección de bolívares porque en medio del estancamiento
de la producción petrolera, la entrega de barriles con descuento a países
aliados y un tipo de cambio artificialmente barato que dispara las solicitudes
de dólares, el Cencoex recortó la entrega de divisas a un sector muy importante
de la manufactura que sufre por la falta de materia prima.
Al mismo tiempo el precio de los productos
importados aumenta velozmente porque la demanda de dólares se ha hecho
insostenible y cada vez son más los sectores que dejan de recibir divisas al
tipo de cambio preferencial de 6,30 bolívares y deben acudir al Sicad I y II
donde el dólar se cotiza a 10 y 49 bolívares.
La población siente el impacto en
variables esenciales para la calidad de vida. En los primeros cinco meses del
año el costo de los alimentos y bebidas no alcohólicas acumula un incremento de
29,6%, los bienes que permiten equipar el hogar 13,4%, vestido y calzado 15,2%
y servicios de salud 17,8%.
El Banco Central considera que las
causas de la inflación no son económicas y señala en su reporte que "los
meses de abril y mayo continuaron siendo afectados por los eventos de conflictividad
política que se focalizaron en algunas de las principales ciudades del país, y
que comprometieron, en parte, los procesos de producción, distribución y
comercialización de los bienes y servicios de consumo masivo".
Agrega que "estas perturbaciones,
de carácter extraordinario, ajenas a los factores propios de toda actividad
productiva, influyeron desfavorablemente en los resultados del Índice Nacional
de Precios al Consumidor, al presionar, como se ha observado, la disponibilidad
de bienes en los anaqueles de los establecimientos públicos y privados".
El reporte de escasez elaborado por el
Banco Central al cierre de abril (no difundió cifra alguna correspondiente a
mayo) indica que 20 alimentos básicos como leche en sus distintas
presentaciones, compotas, azúcar, café molido, aceite, mortadela y harina de
maíz precocida registran una escasez superior a 30%.
Entre los casos más relevantes destaca
que a los consumidores les es imposible encontrar leche descremada en polvo en
99,8 de cada 100 establecimientos donde debería haberla; en las compotas la
ausencia es en 98,2 y para la harina de maíz precocida en 81.
60,9 % es el aumento que registra la
inflación en los últimos doce meses y nada indica que los precios perderán
impulso.
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