Por Jesús Alexis González, 01/12/2014
El Estado-Nación,
es un tipo de organización que posee el monopolio de la fuerza dentro del
territorio, supeditado a que sus objetivos sean de integración y homogeneización de la población (Max Weber). Las
funciones del Estado desde el punto de vista económico, están identificadas con
acciones de regulación, de provisión de bienes y servicios, de carácter fiscal,
de redistribución del ingreso, de estabilización de los grandes agregados económicos
(evitando fluctuaciones), de aumento en el nivel de empleo, de procurar una
tasa positiva de crecimiento económico, de acumulación
a los efectos de incrementar la capacidad productiva del propio Estado para
impulsar su accionar y el de la Nación como un todo. Para cumplir dichas
funciones, el Estado debe
instrumentar políticas públicas en
aras de actuar sobre la realidad y modificarla, fundamentadas en planes de
acción para alcanzar objetivos de interés público en función de programas y
proyectos que en conjunto justifiquen el
gasto público como obligante apalancamiento financiero de las políticas de Estado, en el marco de un
definido proceso de planificación
estratégica de desarrollo donde ha de tener relevancia el gasto social definido según la CEPAL
como un monto de recursos destinados al financiamiento de planes, programas y
proyectos, cuyo objetivo es generar un impacto
positivo en algún problema social como educación, salud, nutrición, seguridad,
asistencia social, trabajo, vivienda, electricidad, agua y saneamiento. Es así,
que el gasto público representa la herramienta más importante para la
conducción macroeconómica del país; y de su nivel de eficiencia (o ineficiencia) dependerá el ritmo de la economía bien
para dinamizarla o bien para causar fenómenos como la inflación, la
sobrevaluación, dependencia de las importaciones, escasez de divisas, caída de
las reservas internacionales, devaluación (explícita o implícita), un mercado
paralelo con una paridad perversa y mucho más.
La principal función y responsabilidad económica del
Estado, es la de garantizar que la mayoría de los ciudadanos puedan vivir bien; es decir condicionar
las relaciones económicas para una mejor satisfacción de las necesidades de la población.
La otra gran función que debe
cumplir, es la de regular la actividad
económica mediante la instrumentación de políticas y reglas claras en las
áreas de monetaria, fiscal y de regulación propiamente dicha al establecer un
comportamiento obligatorio en aras de definir ¿qué se puede hacer y qué no? al tiempo de supervisar y corregir
las fallas del mercado. En síntesis,
desde el ángulo económico el Estado por
intermedio de su Gobierno actúa para influir en la actividad económica con
la finalidad de alcanzar objetivos sociales vinculados con el bienestar de la población. Tal enfoque
es diametralmente opuesto a la función
económica del Estado socialista (pre-comunista), que se basa en la
propiedad social de los medios de producción (luego de
nacionalizados/expropiados/confiscados) hasta convertirse en el rector y
organizador de toda la economía a la
luz de un centralismo democrático (principio
leninista) como una etapa de transición hacia la autogestión social comunitaria.
Hacemos un alto para una interrogante: ¿porqué el Estado interviene en la
economía? El mercado no siempre (o casi nunca) se comporta de manera ideal;
de hecho no existe ninguno absolutamente puro y perfecto, y muy por el
contrario en su desenvolvimiento se estructuran ciertos desequilibrios que
impulsan la intervención directa del Estado en el proceso con la finalidad de corregir sus fallas (sin dinamitarlo) y
regular la actividad económica para cumplir con sus funciones inherentes a la
redistribución del ingreso, asignación de recursos y estabilidad de la
economía, sin llegar a coartar la libertad
política y económica. Es de resaltar, que en Venezuela se observa una clara
intención de fortalecer la presencia del Estado en la economía en conjunción
con la demolición del sector privado,
cuya tapa de despegue puede ubicarse en el año 2005 con la reforma de la Ley
del Banco Central y la creación del Fonden; momento a partir del cual si inicia
un soslayamiento de nuestra Constitución en sus Artículos 3: “El Estado tiene como fines esenciales (…) la promoción de la
prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los
principios, derechos y deberes consagrados en esta Constitución”; 299: “El
régimen socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela se fundamenta
en los principios de justicia social, democracia, eficiencia, productividad y
solidaridad, a los fines de asegurar el desarrollo humano integral y una
existencia digna y provechosa para la colectividad. El Estado, conjuntamente
con la iniciativa privada promoverá el desarrollo armónico de la economía
nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado
nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía
económica del país…; 115: “Se
garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al uso, goce,
disfrute y disposición de sus bienes”.
Ha de quedar suficientemente claro, que el Estado a través de su Gobierno debe hacer uso de
la regulación como instrumento para
influir en la actividad económica (inversión, empleo, etc) con la finalidad de
alcanzar objetivos económicos y sociales vinculados con el bienestar de la
población, asumiendo un papel de regulador
de la demanda agregada lo cual es mucho más importante y trascendente que
el de simple regulador de precios,
que a todo evento es consecuencia de la escasez y el desabastecimiento ante la
aniquilación del aparato productivo nacional, agravado ahora con la caída del
precio del petróleo que por mucho tiempo permitió el reflejo de una ficticia prosperidad, al extremo de
ocupar Venezuela a nivel mundial el
último lugar en el Índice de Libertad Económica 2014.
A manera de una reflexión final, podemos señalar que la fortaleza del Estado y su Gobierno descansan sobre el correcto manejo
de las variables económicas; lo cual induce a formular dos inquietudes; ¿Quién regula las fallas económicas del
Gobierno? ¿Cómo se corrigen las imperfecciones económicas del Gobierno?
Econ. Jesús Alexis González
@jesusalexis2020
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