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miércoles, 7 de enero de 2015

Papa Francisco: «No hay futuro sin paz», por @oltreteveregg

GIACOMO GALEAZZI 01 de enero de 2015
@oltreteveregg

En el Ángelus, Papa Francisco exhortó a «apagar los focos de guerra»

«Recordemos, aquí, en la Plaza, esa pancarta ‘En la raíz de la paz está la oración’, la paz es don que debe ser acogido e implorado», construyamos «este don en las diferentes situaciones en las que nos encontremos», dijo Papa Francisco durante el Ángelus, citando una de las pancartas que se veían en la Plaza San Pedro el pasado primero de enero, Jornada Mundial de la Paz. Palabras luminosas, en tiempos oscuros para el mundo. «Los hombres hablan mucho de la luz, pero a menudo prefieren la tranquilidad de la oscuridad, a menudo preferimos la guerra en vez de la paz, observamos en silencio cómplice o no hacemos nada concreto para construir la paz», subrayó el Papa.

Aunque, la paz no sea solamente «ausencia de guerra, sino una condición general en la que la persona está en armonía consigo misma, con la naturaleza y con los demás», «hacer callar las armas y apagar los focos de guerra sigue siendo la condición inevitable para dar inicio a un camino que lleva a alcanzar la paz en sus diferentes aspectos», explicó el Papa. «Debemos convencernos, a pesar de nuestras pertenencias, de que la concordia es posible, a cualquier nivel y en cualquier situación. No hay futuro son propósitos y proyectos de paz».

EL Pontífice argentino habló también de los diferentes conflictos bélicos que en pleno año 2015 llenan de sangre la historia de muchas poblaciones del mundo, y por ello insiste en que «debemos convencernos de que la concordia es siempre posible». Y así comenzando el año y reviviendo el nacimiento del Señor, recuerda que la paz fue anunciada como regalo especial de Dios con la llegada de su hijo, «Paz en la tierra a los hombres que aman al Señor» (Lc 2,14).

Francisco con su especial forma de comunicación, y de hacer llevar los problemas del mundo a nuestra conciencia, a nuestro día a día, explicó que cada uno de nosotros tiene una misión de combatir la guerra y de llegar a la paz, «todos estamos llamados a volver a encender en nuestro corazón un impulso de esperanza, que debe traducirse en concretas obras de paz, de reconciliación y de fraternidad». En este contexto explica que los pequeños gestos tiene mucho valor, «pueden ser semillas que dan esperanza».

Pidió invocar a la Virgen María quien, como recuerda Francisco, en su vida terrena vivió muchas dificultades, pero que nunca ha perdido la paz en el corazón.


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