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sábado, 14 de mayo de 2016

Entendimiento y nuevo gobierno, por @garciasim



SIMÓN GARCÍA 13 de mayo de 2016

Maduro, aunque mantenga poder, ya es un perdedor. El modo antidemocrático como reacciona frente a su fracaso, continuará agravando  las calamidades que están sufriendo los venezolanos y echando abajo al país.


Es casi imposible mejorar el dilema cuando el presidente se lanza a arrebatarle al país el único salvavidas que queda. Su descontrol contrasta con la estrategia de la MUD para intentar otros salvavidas que permitan que todos se alejen del naufragio. Ofrecerle a Maduro una salida a tiempo es un gesto para evitar que el país, además de la crisis y la ingobernabilidad, se prenda en la violencia que desea el gobierno. Una vez revocado Maduro el país entero dará todos sus aportes para la reconstrucción de la democracia, la institucionalidad y la economía.

El modelo, la gestión y las políticas que sigue imponiendo Maduro nos arroja la pesada carga de ser el país con más homicidios del mundo y de padecer los estragos de la inflación más alta del planeta. Que no se trata sólo de la caída de los precios lo demuestra el hecho de que en ningún otro país existe la crisis de agua, electricidad, seguridad, producción o valores que nosotros soportamos. No una crisis, si no todas la susceptibles de ser pensadas. Juntas y sin frenos.

Maduro será revocado. Su intentona de configurar un golpe de Estado apenas podrá retardar unos meses la fecha para darle la baja. El presidente va a perder la elección de gobernadores. Y si insiste en su golpe disfrazado contra el régimen democrático y en desmantelar las instituciones del Estado y de la economía habrá que apelar a la convocatoria de una Asamblea Constituyente.

Las fuerzas democráticas de cambio, las que existen en la oposición y las que subsisten minoritariamente en el oficialismo, no pueden perder el rumbo. El deseo y el objetivo inmediato de todos es el de revertir la crisis y restablecer la vigencia de la Constitución Nacional. Esto sólo es posible con un entendimiento entre quienes forman parte de opciones que se han enfrentado, dura y desigualmente, durante años. Un entendimiento para salir, constitucionalmente, de la cúpula de los fracasos.

Maduro retrocede lanzando granadas contra el entendimiento, bloqueando los caminos constitucionales que abren las posibilidades de cambio. Está perdiendo el juicio democrático y en vez de estimular la cooperación entre los dos únicos poderes públicos que tienen su origen en los votos, Maduro resuelve quitarle la luz, retenerle el presupuesto y desconocer las atribuciones constitucionales a la Asamblea Nacional. En su desesperación, está haciendo todos los esfuerzos para pasar a la historia como un gobernante que cruzó la línea roja hacia el ejercicio totalitario del poder.

La cúpula del gobierno se ha convertido en el gran obstáculo para resolver cualquiera de los grandes, medianos o pequeños problemas que padecemos. Un tapón que impide la paz, la reconciliación y la unificación de los ciudadanos. El gobierno es la catástrofe. Es el activador de la crisis humanitaria.

El entendimiento es la base para una transición plural y progresiva, el primer paso hacia la formación de un gobierno según la relación de fuerzas y la deseable participación de la minoría electoral en la reconstrucción de la sociedad. Es también el medio que los ciudadanos pueden practicar autónomamente para tejer y definir desde la base de la sociedad, las condiciones para recuperar el derecho a vivir mejor.

Un entendimiento en el que pensando distinto, podamos actuar juntos. Un entendimiento que hay que comenzar, en todos los niveles, antes y después del revocatorio.

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