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domingo, 3 de julio de 2016

Quién ganó y quién perdió en la OEA, por Luis Ochoa Terán



Luis Ochoa Terán 02 de julio de 2016

El Consejo Permanente de la OEA del 23 de junio pasado no solo fue histórico sino que el Secretario General, Luis Almagro, rompió hitos inimaginables para ese organismo interamericano, a parte, de que le dio un aire de frescura a un organismo que se había convertido en un verdadero paquidermo olvidadizo de sus principios, de los derechos humanos y los valores de la democracia en su afán de defensa, a toda costa, de los gobiernos de la región. Por primera vez, es invocado el artículo 20 de la Carta Democrática por un Secretario General, pero además, en contra de la voluntad del propio país, que uso todas las artimañas y presiones indebidas para evitarlo, fracasando en su intento y desnudándose ante la Comunidad Internacional ratificando con su aptitud absurda, “la ruptura del orden constitucional” por parte de la barbarie del régimen bolivariano.


Muchas son las interpretaciones que se dan a este histórico Consejo Permanente por parte de los políticos y los analistas internacionales. La verdad es que podemos deducir claramente algunas conclusiones que nos pudieran conducir a éxitos y fracasos por parte del gobierno y la oposición. En este sentido, diríamos que la aplicación de la Carta Democrática solicitada por una parte de la oposición no fue aplicada como el propio Luis Almagro lo señalaba días antes en una entrevista aclarando que lo que se estaba solicitando era la invocación del artículo 20 de la Carta Democrática para plantear el tema de la crisis venezolana, con lo cual fracasamos de antemano; en otro sentido, triunfamos porque se logro después de 17 años de silencio cómplice del organismo se tocara el tema de la crisis venezolana y se expusiera al régimen ante la Comunidad Internacional. Fracaso el gobierno porque no pudo impedir que se invocara el Artículo 20 de la Carta por parte del Secretario General. Fracaso el gobierno porque no logro la resolución sancionatoria contra el Secretario General y nuevamente fracaso, porque no pudo impedir que Almagro públicamente expusiera al mundo como el régimen de Maduro produce esa “alteración del orden constitucional que afecta gravemente el orden constitucional”. La oposición ganó porque logro que los pueblos de la región, el mundo y la opinión pública en general oyeran como los bolivarianos violentan la constitución y someten a los venezolanos, que a su vez, pasa por una crisis humanitaria inducida por la incompetencia y la corrupción del propio gobierno bolivariano.

Maduro y su gobierno, conociendo mas el mundo internacional, puso sus barbas en remojo y paralelamente convoco a un diálogo con la oposición, aún cuando él no cree en el diálogo, pero lo hizo para exponer a la oposición ante la Comunidad Internacional y señalarla como radical que busca una solución violenta y golpista. La oposición al principio no cayó en la trampa e inició los primeros contactos con los ex-presidentes para armar una agenda política, económica y social que nos saque de la crisis y crear un ambiente favorable no solo que garantice el Referéndum Revocatorio sino la salida de los presos políticos, y en especial, el resolver de inmediato las graves dificultades que nuestro pueblo sufre por la escases de alimentos y de medicinas por culpa de la incompetencia de un gobierno que se aferrar a negarlo a toda costa, para no tener que reconocer ante el mundo su fracaso. Ganó Maduro porque el Consejo Permanente como la Comunidad Internacional en pleno nos exhortó al diálogo del cual la oposición hizo un novato alto para esperar si la OEA aplicaba la Carta Democrática que definitivamente había nacido muerta, sin embargo, persisten erróneamente en insistir públicamente en no sentarse al diálogo y ahora lo condicionan.

Pierde la oposición porque inexplicablemente después de hacer una campaña internacional haciendo giras por toda América y Europa solicitando solidaridad, esta la ofreció pero exhortándonos al Diálogo Enmarcado en la Constitución y resulta que esos voceros de la oposición hacen lo contrario. ¿Quién puede entender eso? Será posible que no hayan entendido el mensaje diplomático? Pues lo que significaba en realidad es apoyo al Referéndum Revocatorio que ellos por razones de neutralidad y de no ser acusados de injerencia en asuntos internos, no lo pueden decir específicamente. Solo lo han dicho con nombre y apellido el Canciller del Paraguay y el Secretario de Estado del “imperio”.

Ganó el gobierno porque melindrosamente nos indujo a que los facilitadores fueran los tres ex-presidentes que de inmediato le cayeron encima los radicales y un sector de la Mesa Democrática que no se dieron cuenta que fueron los mismos que aceptamos para las elecciones legislativas del 6 de diciembres pasado y que neutralmente desempeñaron su papel defendiendo el triunfo de la oposición que el gobierno quería rebanar. El gobierno gana porque mientras la Comunidad Internacional y el Consejo Permanente de la OEA, que la propia oposición solicitó no solo respaldó al Presidente Zapatero sino los mandó a quienes lo solicitaron, a que se sentarán en la Mesa de Diálogo. Ante tanta incongruencia y contradicciones puede el mundo internacional creer en la seriedad de nuestro liderazgo? Pensarán ellos que somos interlocutores válidos?.

Terminará ganando la oposición aunque parezca contradictorio, después de todo, porque ante el fracaso de lo de la Carta Democrática, (¡aunque se diga que está en proceso¡) y del propio gobierno, ahora solo nos queda regresar al diálogo al que nos envió también la OEA y la Comunidad Internacional, habiendo perdido un mes irrecuperable y una crisis a punto de explotarnos en la cara. Al final de todo esto, el gran ganador no solo es el diálogo sino el pueblo porque a lo inmediato se le paliará la grave crisis de las medicinas y la alimentación previsto en el propio diálogo y porque lograremos lo que el 80% de los venezolanos queremos ¡Revocar a Maduro!.

Luis Ochoa Terán

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