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lunes, 8 de agosto de 2016

Horrores editoriales por @goyosalazar


Por Gregorio Salazar


¡Qué difícil es hacer periodismo en este país! La frase se ha repetido entre nosotros por más de tres lustros, incluso desde antes que los revolucionarios proclamaran, así con la misma sonrisita que esboza a cada momento en la tele Jorge Rodríguez, su intención de instaurar una hegemonía comunicacional para imponer (¿para qué más?) a troche y moche "la verdad" oficial.

Pero hoy no venimos a decirla por las pocas empresas comunicacionales que de manera verdaderamente independiente sobreviven a este marasmo comunicacional, bajo acoso y sin insumos, sino precisamente por los medios que ha creado la cúpula en el poder y aquellos estatales que ya existían y de los cuales se ha apropiado para su único y exclusivo disfrute el PSUV, con las mismas técnicas y el descaro de los motobanquistas.

Uno adivina el drama que viven algunos colegas de los medios del Minci cuando se ven obligados a tratar de tapar con un dedito, un solo dedito, el sol reverberante de la realidad nacional que nos encandila a todos.


Hay ejemplos que nos inspiran un profundo sentimiento de piedad por aquellos colegas nuestros que se ven en semejante trance Tenemos a mano un ejemplo fresquecito que nos va ahorrar muchas palabras. El martes 2 de agosto los colegas del Diario de Caracas dispusieron colocar en la misma página las declaraciones del psiquiatraestratega-alcaldeministrodepropagandaautoridadelectoral y las de Tibisay referidas al informe sobre la validación de firmas para el Revocatorio. A usted le parece facilito, ya va a ver que no.

Rodríguez, consabida sonrisita socarrona de por medio, proclamó que "el referendo revocatorio está legalmente muerto" porque, según él, todo "está sustentado en un gigantesco fraude".

Por allí se tituló. Muy bien, los dos tercios superiores de la página para Jorge y el tercio inferior y subalterno para la funcionaria. El problema surge cuando después de pasearse por todos los meandros de la complacencia revolucionaria, a Tibisay no le quedó más remedio en su rueda de prensa que irse moviendo, en una especie de lenta y tortuosa espiral en zig-zag, hasta llegar a la verdad de lo ocurrido: en todos los estados la oposición cumplió con el 1 % requerido, lo que equivale a decir que el proceso Revocatorio está legal y políticamente, de hecho y de derecho completamente vivo, aunque Jorge y Tibisay aspiren lo contrario.

El problema para los colegas del Correo del Orinoco (aunque también pudiera no serlo) surge cuando se trata de poner las afirmaciones de Rodríguez y Lucena una al lado de la otra, pues resultaban claramente contradictorias y excluyentes. Allí es cuando hay que convertir a la noticia en hecho superfluo e irrelevante, minimizarla en medio de una parrafada, evitar señalar sus consecuencias y tener que centrarse en magnificar todos los elementos tóxicos que el hombre de la sonrisita sembró en el proceso de recolección de firmas, contaminación que ahora pretende sea la base para el cercenamiento de la convocatoria al Revocatorio. El antiperiodismo.

Para no ser menos, "Ultimas Noticias" abrió su primera página con la misma orientación del "Correo..¨: "75 % de firmas de la MUD son chimbas", titular que va en consonancia con el propósito gubernamental de actuar como si el deseo de cambio y, por tanto, la voluntad de revocar a Maduro no fuera el más poderoso sentimiento que mueve las esperanzas del pueblo venezolano.

De paso, en ese mismo tabloide sus nuevos propietarios pretenden desmontar la convención colectiva de sus periodistas y cambiar sus beneficios, consolidados durante medio siglo de luchas, por ofensivos mendrugos, especies de bolsitas CLAP. Horror de horrores. Después el "presidente obrero" y su psiquiatra se extrañan de que todo el mundo los quiera revocar.

07-08-16




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