Papa Francisco 10 de septiembre de 2016
Santo
Evangelio según San Lucas 6,43-49
Construir
la casa sobre la roca En aquel tiempo, Jesús dijo a sus
discípulos: "No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé
frutos buenos: cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los
espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El hombre bueno saca el bien del
tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque
de la abundancia del corazón habla la boca ¿Por qué ustedes me llaman:
"Señor, Señor", y no hacen lo que les digo?. Yo les diré a quién se
parece todo aquel que viene a mí, escucha mis palabras y las practica. Se
parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso
los cimientos sobre la roca. Cuando vino la creciente, las aguas se
precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque
estaba bien construida. En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en
práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin
cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se
derrumbó, y el desastre que sobrevino a esa casa fue grande." Palabra
del Señor
Reflexión
del Papa Francisco
Jesús
afirma: «No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino
de los cielos». Y continúa: «En aquél día muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no
hemos profetizado en tu nombre y en tu nombre hemos echado demonios, y no hemos
hecho en tu nombre muchos milagros?"». Pero a estos responderá: «No los
conozco. Aléjense de mí, los que obran la iniquidad».
¿Por
qué esta oposición? Porque estos hablan, hacen, pero les
falta otra actitud, que es precisamente la base, que es precisamente el
fundamento de hablar, de hacer: falta escuchar. En efecto Jesús
continúa: «El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica...». Por
lo tanto el binomio hablar-hacer no es suficiente, incluso puede engañar. El
binomio correcto es otro: es escuchar y hacer, poner en práctica...
Uno
que solamente habla y no hace no es un verdadero profeta, no es un verdadero
cristiano, y al final se derrumbará todo, porque no está sobre la roca del amor
de Dios, no está cimentado en roca. En cambio, uno que sabe escuchar y
tras escuchar hace, con la fuerza de la palabra de otro, no de la suya,
este permanece firme como la roca: aunque sea una persona humilde, que no
parece importante, es grande. Y ¡cuántos de estos grandes hay en la Iglesia!
¡Cuántos obispos grandes, cuántos sacerdotes grandes, cuántos fieles grandes
hay que saben escuchar y tras escuchar hacen!.
La Madre
Teresa de Calcuta, escuchaba la voz del Señor: no hablaba y en el silencio supo
escuchar y por lo tanto obrar. Hizo mucho. Y, como la casa construida sobre
roca, no se derrumbó ni ella ni su obra. A partir de su testimonio se comprende
que los grandes saben escuchar y tras escuchar hacen, porque su confianza y su
fuerza están sobre la roca del amor de Jesucristo. (Homilía en Santa
Marta, 25 de junio de 2015)
Oración
de Sanación
Señor
mío, al levantarme te doy gracias por todo el amor que me tienes y todas las
bondades con las que me vas a bendecir. Todo es un regalo tuyo, por eso bendigo
tu santo Nombre, porque me has dado la oportunidad de vivir y de amar. Te doy
gracias por el don de la vida, porque en cada amanecer me invitas a
transformarla en hechos y acciones que sean reflejo de tu verdad y de tu amor,
y aunque a veces falle, sé que Tú estarás allí para darme otra oportunidad
Si
quiero pertenecer a los tuyos, debo practicar tus virtudes con coherencia, con
fe y sacrificio. Resulta sencillo decir "Señor, Señor", pero
practicar tu misericordia, el perdón, el amor a los enemigos y hacer tu
voluntad ¡eso sí que es difícil! Con tu gracia me basta para ser fuerte y resistir
a la pereza y a la indiferencia. Tu Palabra poderosa es la que edifica mi alma
y hace que quiera tener mi vida centrada en la roca que eres Tú.
Ven
Señor mío, sana mi corazón de la dureza de sentimiento y que hace que se apague
lentamente a la llamada de tu reino. Ven y transfórmalo para que te ame y seas
por siempre el velador de mis buenas obras. Deseo construir mis obras y
acciones a la luz de tu Verdad. Tú eres mi fuerza, estás a mi lado y me ayudas
a hacerle frente a las adversidades con verdadero espíritu de lucha, porque tu
gracia multiplica mis esfuerzos
Ayúdame
a encontrarle el buen sentido a todo lo que hago. Pongo todos mis proyectos en
tus manos, teniendo la certeza de que Contigo todo lo puedo realizar. Cuento
con tu amor, con tu poder y con tu bendición que me llena de paz. Creo
firmemente en Ti y que me bendices con tu fuerza y sabiduría. Amén
Propósito
para hoy:
Practicaré
la virtud de la caridad regalando aquella prenda de la que estoy muy apegado, a
una persona indigente
Reflexionemos
juntos esta frase:
"¿Qué
significa evangelizar? Dar testimonio con alegría y sencillez de lo que somos y
creemos". (Papa Francisco)
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