Pablo Pérez 13 de julio de 2017
El
país se encamina a momentos decisivos en el marco de la crisis que nos afecta a
todos. No son tiempos de individualidades, sino de una sólida participación
colectiva porque este no es un problema exclusivo de los partidos y sus
dirigentes, sino de todos los venezolanos que sentimos como nuestro sistema de
libertades está bajo una seria amenaza.
El
domingo 16 de julio los venezolanos tenemos una importante cita con la
historia. Ese día los ciudadanos debemos abarrotar los centros de consulta para
dar nuestro aporte en defensa de la democracia y en rechazo a la pretensión
oficialista de confiscar la libertad, la pluralidad y sobre todo los derechos
políticos del pueblo, especialmente el voto.
Pero
ese es un proceso difícil que debe ser muy bien organizado y para eso se
requiere no sólo el aporte de los partidos, sino de la sociedad civil que
gracias a Dios está en la calle porque comprendió la importancia de todo lo que
está en juego. Por eso estamos contra el tiempo en las labores de organización,
agitación e información para que la participación popular sea una verdadera
avalancha.
Más
allá de nuestras diferencias y las inconformidades que son normales en una
coalición tan amplia y espontánea, los venezolanos debemos pensar en Venezuela
y en nuestro futuro. Qué estemos o no de acuerdo con la fecha, las preguntas o
la estéril discusión de si es vinculante o no, el 16J nadie debe quedarse sin
participar.
El
régimen y el mundo deben ver dónde realmente está la mayoría y de cómo los
resultados que arrojan las encuestas no son una fantasía, sino una expresión de
la verdad que está en la calle, con cada ciudadano que rechaza la Constituyente
y que exige un cambio.
Incluso
hasta quienes fueron seguidores y dirigentes del oficialismo entienden el
riesgo que encierra la propuesta constituyente. Saben muy bien que eso no
resuelve los problemas de escasez, inflación, inseguridad y deterioro de los
servicios públicos; sino que está diseñada con un solo propósito: que la
camarilla gobernante se mantenga en el poder.
No
dejemos que unos oportunistas se roben la democracia, confisquen nuestro futuro
y expropien nuestra esperanza. Este domingo acude a tu centro de consulta más
cercano. Sigamos activos. La calle sigue cercando y acorralando a un gobierno
débil. La victoria es nuestra, siempre y cuando todos la asumamos y
participemos.
Pablo
Pérez
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