Editorial
Por Xabier Coscojuela
La ilegal y fraudulenta
asamblea nacional constituyente ya comenzó a perseguir a la disidencia. Como
era de esperarse, su primera víctima ha sido la fiscal general de la República
Luisa Ortega Díaz. Los siguientes en la lista son los diputados de la Asamblea
Nacional. No está ocurriendo nada que no fuera anunciado. Con asalto nocturno y
todo a la sede del Palacio Federal Legislativo.
Como los delincuentes. No es
mera casualidad.
En su última reunión, los
integrantes de este parapeto ilegal se dedicaron a lanzarle loas a Nicolás
Maduro, y a la Fuerza Armada Nacional, la cual por intermedio del ministro de
la Defensa Vladimir Padrino López dio un respaldo entusiasta al autogolpe de
Estado, lo que significa que todos los poderes léase bien, Asamblea Nacional
están supeditados a lo que decida la asamblea nacional constituyente.
Mientras el chavismo sigue en
su deriva autoritaria, cometiendo todo tipo de arbitrariedades, en la oposición
se ha generado un debate sobre si participar o no en las elecciones regionales.
Por lo que vemos, la abrumadora mayoría de los partidos políticos ha decidido
contarse. Afortunadamente hoy no están cometiendo el error del año 2005 cuando
le dejaron el camino libre al chavismo para que ganara todas las curules de la
Asamblea Nacional.
Claro que hay dirigentes que
quieren reeditar el error.
Que consideran una traición
participar en dichos comicios. Recordemos que una de las cuatro exigencias que
se hicieron desde el inicio de las marchas en abril, y antes, fue la concreción
de un cronograma electoral, que respetara lo establecido en la Constitución.
Hay quienes alegan que el
Gobierno no va a hacer unas elecciones en donde va a sufrir una gran derrota.
O por lo menos no en
condiciones equilibradas. Eso es probable, pero mientras haya posibilidades de
contar los votos adecuadamente hay que participar. No hacerlo es ponerle una
alfombra roja a todos los candidatos del chavismo y condenar a los venezolanos
a otros cuatro años, por lo menos, de pésimas gestiones como las que tienen que
soportar en la actualidad.
Esperamos que la Mesa de la
Unidad Democrática logre presentar candidatos únicos y unitarios, que sean
producto de primarias o consensos y donde se respete el liderazgo natural de
cada estado. Ese sería el primer paso para concretar una victoria que puede ser
abrumadora. Una votación que pondrá más en evidencia el fraude que se hizo el
pasado 30 de julio. Un día donde se comprobará que esos 8 millones de votos no
existen.
Desde la MUD hay trabajo por
hacer. Tienen que realizar mucha pedagogía para explicar la decisión de
participar, pues una buena parte de su electorado está confundido y molesto. Se
siente traicionado. Hacia ellos hay que implementar una política que los
reentusiasme.
También la alianza opositora
tiene que ser verdaderamente unitaria y tomar las decisiones con el mayor
consenso posible. Creemos que el G4 debe dar paso definitivamente al G9.
Esa amplitud debe abarcar a
partidos opositores que hoy no pertenecen a la MUD y a los sectores del
chavismo que están marcando distancia del gobierno de Maduro. Hay que construir
un gran frente democrático que le ponga un parao definitivo a la dictadura que
están queriendo instaurar.
Como reza el dicho popular:
para mañana es tarde.
12-08-17
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