Por Eddie Ramírez,
9/08/2017
Hay motivos
para estar molestos, pero no pongamos la torta ahora que esta dictadura
totalitaria solo cuenta con una pequeña minoría de seguidores y tiene en contra
a todos los países democráticos. Abundan los argumentos para no acudir a votar
y también para votar. Por ello no es válido descalificar a quienes se inclinan
por alguna de las dos opciones. Para decidir es necesario evaluar qué ganamos y
qué perdemos.
Argumentos para
no votar: 1- Si votamos y ganamos la mayoría de las gobernaciones es seguro que
el régimen les quitará atribuciones y las estrangulará no aportándoles los
recursos que les corresponden. Es decir, harán lo mismo que le aplicaron
a la Alcaldía Mayor y a las gobernaciones de Miranda, Lara y Amazonas. Incluso
el atropello puede ir más lejos y sus acólito de la inconstitucional y
fraudulenta asamblea constituyente pueden eliminar las gobernaciones. 2- Las
rectoras tracaleras del CNE ya se pusieron en evidencia ante el mundo,
por lo que no dudarían en cometer otro fraude para que los rojiarcas ganen las
gobernaciones más importantes. 3- Si acudimos a votar estaríamos
reconociendo la legitimidad del CNE y enfriaríamos las protestas de calle. 4-
Con votos no sale una dictadura.
Argumentos para
votar: 1- Contar con gobernaciones en manos de los demócratas debilita al
régimen y fortalece la lucha en contra del totalitarismo. 2- Aunque se
justifica derrocar al régimen por intervención militar, esa opción no está en
nuestras manos. Solo contamos con las valientes protestas de los jóvenes que lanzan
piedras y queman alguna tanqueta, así como la presencia de ciudadanos de todas
las edades en las calles. A cambio quienes protestan reciben balas y
cárcel. Los generales Padrino, Reverol, Sergio Rivero, Zavarce y otros están
tan embarrados que no les importa seguir ordenando los atropellos y ser
alcahuetas de los paramilitares rojos. Las protestas de calle son necesarias
pero no son suficientes para salir del régimen y no es fácil mantenerlas
indefinidamente.
Conclusiones:
1-Los
argumentos a favor y en contra de votar en las regionales tienen
sustento. A los políticos les corresponde evaluar qué ganamos y qué perdemos.
Para ello deben tomar en cuenta el interés nacional, el rechazo al
régimen y la necesidad de salir del mismo lo antes posible para frenar el
deterioro del país. La decisión debe ser de la MUD. Ramos Allup se adelantó,
quizá para precipitar una decisión favorable a votar.
2- Si no
votamos perdemos la oportunidad de ganar algo. Si votamos y nos quitan el
triunfo o le quitan competencias a las gobernaciones no perdemos
nada que ya no hayamos perdido. Quienes pueden ser afectados son los candidatos
electos, los cuales pueden ir a la cárcel por cualquier excusa. No es
cierto que las tracaleras del CNE se pueden salir siempre con las suyas. Está
demostrado que cuando se es mayoría abrumadora y se cuenta con testigos
eficientes, no pueden hacer trampas. Las parlamentarias las ganamos por
esfuerzo propio y no porque la Fuerza Armada nos apoyó. Sin embargo, hay que
estar conscientes de que en una próxima elección las tramposas rectoras estarán
todavía más dispuestas a seguir enlodándose.
3- Los países
democráticos seguramente entienden que votar es nuestro punto fuerte. El que
sea con un CNE tracalero no significa que se reconozca su legitimidad., al
igual que cuando nos vemos obligados a pagar un rescate no significa que
avalamos la acción de los delincuentes. En el 2005 nos abstuvimos pensando
en deslegitimar al CNE y porque la dirigencia estaba convencida de
que no podíamos obtener sino una docena de diputados. Hoy somos
abrumadora mayoría y muchos estamos consciente de que nada logramos con la
abstención. Criticar a los dirigentes que no han apoyado la
creación de un gobierno paralelo, es no entender que eso sería
rechazado por los gobiernos que hoy nos apoyan. Nuestra fortaleza es aferrarnos
a la Constitución. Un gobierno de transición es posible y deseable, pero solo
es viable por acuerdo entre las partes. Sería positivo que la MUD
proponga un candidato de consenso como abanderado de esta lucha.
4- La espuria
constituyente le dará más poder al régimen, terminará de anular a la Asamblea
Nacional e intentará que no haya elección presidencial, por eso decidieron que
estará activa durante dos años. Solo con las protestas de calle no cae
ninguna dictadura, a menos que las mismas sean masivas y no
pacíficas y que la fuerza armada decida no reprimirlas. La
lucha por la democracia puede prolongarse, aunque no es descartable un hecho
inédito. Requerimos votar, seguir con las protestas y tender
puentes con quienes hasta hace poco han apoyado al régimen. No pongamos
la torta ahora que la civilización se está imponiendo sobre la barbarie.
Como (había) en
botica:
Nuestra
solidaridad con los Magistrados del TSJ electos por la Asamblea Nacional, entre
ellos la doctora Elenis Rodríguez, con los alcaldes Gustavo Marcano
y Alfredo Ramos, y con la Fiscal General. La luchadora Rocio San Miguel
se precipitó al twittear que lo de la Brigada 41 era un falso positivo,
pero ello no es motivo para descalificarla ¡No más prisioneros
políticos, ni exiliado!
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