Por Xabier Coscojuela
Editorial
La elección de los integrantes
de la asamblea nacional constituyente puso de bulto lo que todas las encuestas
vienen diciendo: el apoyo popular hacia el proyecto chavista se desplomó.
Las cifras dadas por Tibisay
Lucena no se las cree nadie, comenzando por los militantes del PSUV que saben,
porque lo vivieron en primera línea, que la cantidad de votantes fue baja, a
pesar de todas las amenazas que profirieron los líderes de ese sector político
comenzando por Nicolás Maduro.
Con este proceso de la
constituyente también se fracturó el chavismo. La fiscal Luisa Ortega Díaz
quien ya venía marcando distancia desde las sentencias golpistas del TSJ
definitivamente rompió con el cogollo gobernante. Lo mismo se puede decir de la
exdefensora del Pueblo Gabriela Ramírez, o del diputado y general retirado Hugo
Carvajal. A ellos se suman todos los que conforman lo que se ha dado en llamar
el chavismo crítico o democrático donde están Héctor Navarro, Nicmer Evans,
Freddy Gutiérrez y el general retirado Miguel Rodríguez Torres.
La constituyente no ha sumado
ningún efectivo a las huestes de Maduro y a nivel internacional la condena ha
sido abrumadora.
Hasta ahora van 40 países que
la rechazan y que insisten en que el gobierno debe volver al cauce
constitucional. A todas estas condenas se va a sumar, en breve, el desencanto
de los pocos chavistas de a pie que se creen el cuento de que esa instancia va
a resolver los graves problemas que padecen.
Las advertencias de lo que se
podía esperar de esa constituyente ya se están concretando. Antonio Ledezma y
Leopoldo López fueron vueltos a encarcelar en Ramo Verde. La fiscal Luisa
Ortega Díaz está a horas de ser removida, al igual que los diputados de la Asamblea
Nacional estarán expuestos a la represión sin inmunidad.
El Gobierno ofrece la paz de
los sepulcros.
Ante la arremetida que viene
se impone una más fuerte y amplia unidad. Los factores que convergen en la MUD
deben trabajar unidos. Todos los que allí está deben ser tomados en cuenta y
no, como ha venido ocurriendo en los últimos meses, que un grupo de cuatro
impongan sus decisiones sin siquiera discutirlas.
A esa unidad deben ser
incorporados todos los que no están en ella, desde partidos políticos que
vienen rechazando el chavismo desde hace años, hasta los últimos
desprendimientos que se han producido en el movimiento político gobernante. Hay
que discutir y trazar una ruta para recuperar la democracia en el país. Hay que
evaluar lo hecho en el último año y medio y, en particular, en los últimos
cuatro meses.
Los resultados no han sido los
esperados. Las protestas tenían cuatro objetivos al que se le agregó parar la
constituyente- y ninguno se logró. Hay que tomarse un tiempo para reflexionar,
sacar conclusiones y retomar la lucha.
05-08-17
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