Por Roberto Patiño
El régimen de Nicolás Maduro
ha llevado a cabo a cabo los comicios de una constituyente desoyendo al pueblo
venezolano y forzándola a la manera de un golpe de Estado sobre el país.
El proceso sectario de
elección ha sido generado desde la presidencia y aprobado de manera
irresponsable y colaboracionista por el CNE. Son conocidas las acciones de
hostigamiento y chantaje llevadas a cabo por el régimen para obligar a sectores
de la población a votar, condicionando la entrega de comida a través de los
CLAPs, o amenazando públicamente a empleados públicos, por ejemplo. La campaña
mediática de propaganda y censura llevada a cabo al respecto no puede ocultar
la realidad: la gran mayoría de los venezolanos no acepta esta constituyente,
el proceso ha sido una farsa ilegal y los actuales constituyentes representan a
un grupo radical y antidemocrático que ha usurpado el poder.
La constituyente agudiza la
crisis política al forzar un gobierno paralelo, desconocido dentro y fuera del
país. A nivel económico recrudece la situación inflacionaria y de graves
problemas de producción ante el peligro de sanciones y la desconfianza de
mercados mundiales.
De forma alarmante aumenta la
conflictividad interna a niveles inéditos en nuestra historia contemporánea. Lo
producido este domingo es una transgresión contra la convivencia nacional, que
empeora significativamente la emergencia de la crisis venezolana. La
instauración forzada de esta constituyente inaceptable solo puede aumentar el
rechazo popular y escalar la violencia y la represión del Estado. No hablamos
solamente de la persecución política a líderes e integrantes de la oposición
democrática o del chavismo traicionado, sino de la agresión y violación de DDHH
a comunidades y urbanizaciones, gremios profesionales, académicos y
productivos, que vienen protestando ante el deterioro de las condiciones de
vida producto de las políticas destructivas y empobrecedoras del régimen.
Represión y conflicto como el
sucedido en este fin de semana, con hechos de violencia y terrorismo de Estado
sucedidos en distintos puntos del país, y que alcanzaron cuotas realmente
cruentas en Táchira.
No podemos doblegarnos ante un
sistema que de manera acelerada elimina vías de entendimiento para sustituirlas
por mecanismos de opresión, amenazando nuestras vidas. Pero hemos entrado en
una situación de rebeldía y desconocimiento ante un Estado dictatorial, que
debe ser abordada con inteligencia y astucia, para desarrollarse efectivamente
con la violencia brutal del gobierno.
Las condiciones para generar
la salida a esta situación se darán a través del encuentro y la participación
organizada de todos. En el actual contexto de imposición dictatorial que vive
el país cobran fuerza los valores de la convivencia. Debemos enfrentar el
sometimiento y la humillación del régimen con el respeto y la solidaridad. La
imposición de un grupo por sobre la mayoría, con el reconocimiento de las
distintas fuerzas sociales y su articulación organizada para enfrentarla. Y
debemos hacer actos de resilencia que nos permitan enfrentar las adversidades y
la desesperanza con la certeza de que saldremos fortalecidos de la tragedia y
lograremos un mejor futuro.
Debemos resaltar la serie de
problemas que hacia lo interno del poder, el gobierno genera con este hecho.
Por un lado evidencian la traición al proyecto de Hugo Chávez al transgredir la
constitución, ampliando los desencuentros con sectores civiles y progresistas
del chavismo. Por otro lado abre paso al conflicto de liderazgos dentro del
régimen que afectará el ya caótico y destructivo desempeño del gobierno. Todo
esto mientras los verdaderos problemas del país como el hambre, la violencia y
el empobrecimiento no solo siguen sin ser resueltos sino que además empeorarán.
Llamamos a los sectores dentro
del gobierno que adversan el proyecto dictatorial a manifestarse y trabajar en
conjunto con el resto del país para detener este proceso constituyente en
contra de los venezolanos y rechazamos esta nueva etapa de radicalización de la
dictadura y
Hoy más que nunca, nos
mantenemos junto al país, desde las comunidades, reiterando la defensa de los
valores de la democracia y la convivencia como única manera de lograr el
bienestar de todos.
Coordinador de Movimiento Mi convive
Miembro de Primero Justicia
01-08-17
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