CEV 18 de enero de 2018
«La vida humana es siempre sagrada, válida
e inviolable»
Papa Francisco
La
Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana, instancia
eclesial que tiene como norte, velar por la vigencia y cumplimiento de los
Derechos Humanos en Venezuela ha visto con preocupación y dolor los últimos
hechos acontecidos en el país.
Esta
Comisión con base al mandato del Evangelio, del Magisterio de la Iglesia y de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, denuncia. La horrible
masacre evidenciada en las ejecuciones extrajudiciales y muertes de civiles en
acciones perpetradas por fuerzas militares, el 15 de enero de 2018, en la que
perdieron la vida un grupo de personas en la búsqueda de Oscar Pérez. Este acto
nos pone ante la degradación e irrespeto de la dignidad y los derechos humanos
atinentes a cualquier persona. Existen una serie de evidencias que requieren
ser investigadas y explicadas razonablemente a los familiares y a toda la
comunidad venezolana. Entre ellas la falta de resolución pacífica de conflicto
frente a un caso de solicitud de entrega, la ausencia de fiscales en el
procedimiento, la utilización de grupos civiles armados. El audio y el video
difundido por las redes sociales generan perplejidad que requieren ser
aclaradas.
Ante
estos hechos Exigimos:
Al
Estado que los hechos violatorios a los Derechos Humanos sean investigados con
la mayor prontitud y objetividad con el concurso de todas las instancias
públicas competentes, recordándole que los Derechos Humanos son obligación
inexcusable e intransferible de los gobiernos, que no pueden estar subordinados
a los hechos punibles que se persiguen.
A la
Fiscalía General que vele por la entrega a los familiares los cuerpos de los
fallecidos, evitando la cremación, sin autorización de estos, para determinar
la causa de la muerte, recordando que según la ley, ningún fallecido en
circunstancias violentas puede ser cremado, menos aun cuando se trate de un
homicidio porque en un futuro podrá ser exhumado.
A los
Tribunales que garanticen las evidencias del operativo para llegar a conocer la
verdad.
A los
Poderes Públicos que recuerden el deber que tienen de garantizar una justicia
gratuita, accesible, imparcial, transparente, autónoma e independiente que se
sustente en la independencia de cada una de las instancias que lo conforman y
que constituyen la esencia misma del Estado de Derecho.
A los
Ciudadanos, a no acostumbrarse, ante la multiplicación de los casos de muertes
no aclaradas ni investigadas, a la barbarie... La verdad, la justicia, la
solidaridad, la libre expresión y la misericordia postulan un comportamiento y
una conducta que no nos lleve a vivir en impunidad.
Por
último, invitamos a todos los creyentes en Cristo, para que en el marco de la
reciente celebración de la Divina Pastora, intensifiquemos nuestra oración al
Señor de la vida por las víctimas, por los familiares y por Venezuela a fin que
nos conceda a todos los venezolanos la sabiduría necesaria para encontrar
caminos de Justicia, de verdad y de paz.
Es Justicia,
a los 18 días del mes de enero de 2018.
Mons.
Roberto Luckert
Presidente
de la Comisión de Justicia y Paz
Pbro.
Saúl Ron Braasch
Vicario
General de Justicia y Paz
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