Papa Francisco 07 de abril de 2018
"Dios
nos perdonará solo si perdonamos a los demás sin ningún tipo de rencor".
Fueron las palabras centrales que el Papa Francisco pronunció en una homilía
durante la Misa que celebra con regularidad en la capilla de la Casa Santa
Marta en la Ciudad del Vaticano.
El
Papa Francisco volvió una vez más a uno de sus temas favoritos: el perdón. El
Santo Padre advirtió sobre el peligro de dejarnos esclavizar por el odio. Nos
ha recordado a todos los cristianos que el primer requisito para ser perdonados
por Dios es reconocernos como pecadores.
No
culpar a Dios por los males sufridos.
Reflexionando
sobre la primera lectura del libro de Daniel, el Papa Francisco llamó la
atención sobre Azarías, quien después de haber sido arrojado al horno ardiente
por haberse negado a renegar del Señor, no se queja a Dios por el trato sufrido,
ni lo culpa a Él alegando su lealtad .
Azarías
continúa profesando la grandeza de Dios y señala la causa raíz del mal,
reconociendo que Dios siempre los ha salvado, pero desafortunadamente han
pecado.
Reconocerse
pecadores
La
acusación hacia nosotros mismos es el primer paso hacia el perdón.
Acusarse
uno mismo y no a los demás, es parte de la sabiduría cristiana. Esta es la
actitud que el Papa recomendó al acercarse al sacramento de la penitencia: El
gran Dios me ha dado tanto y, lamentablemente, he pecado. He ofendido al Señor
y pido la salvación.
El
Papa Francisco recordó un episodio de una mujer que, al confesarse mientras
trataba de justificarse, le contaba una larga lista de los pecados de su
suegra. El confesor la interrumpió y le pidió que comenzara a confesar sus
propios pecados.
Dios
ama a los que se arrepienten
El
Señor ama a un corazón contrito, diciendo que los que confían en Dios nunca se
desilusionan. Un corazón contrito le dice la verdad al Señor.
Y lo
que hace el Señor es cerrar la boca, como el padre lo hace con el Hijo Pródigo.
Él no le permite hablar, sino que lo cubre con amor, perdonando todo.
Dios
perdona siempre que nosotros perdonemos
No se
averguencen de admitir sus pecados, el Señor nos justifica perdonándonos, no
solo una vez sino siempre, pero con la condición de que perdonemos
a los demás.
No es
fácil perdonar porque el rencor hace un nido en nuestros
corazones, siempre dejando un sabor amargo. A menudo narramos muchas cosas que
otros nos han hecho.
Cuidado
con el odio
El
Papa Francisco realizó una advertencia a todos los cristianos para que no
fuesen esclavos del odio. El Santo Padre instó a tener dos cosas en mente:
1.- Necesitamos alabar al Señor y reconocer
nuestros pecados
2.- Dios nos perdona setenta veces siete,
siempre que perdonamos a otros.
*Papa
Francisco. Homilía en Santa Marta | 06/03/18
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