ANTONIA LABORDE 09 de mayo de 2018
Estados
Unidos está liderando la anti campaña presidencial de Nicolás Maduro. La
embajadora estadounidense en las Naciones Unidas, Nikki Haley, hizo un
llamamiento este martes a la comunidad internacional para continuar con la
política de aislamiento hacia el Gobierno venezolano hasta lograr que su
mandatario se vaya. El reclamo se ha hecho un día después de que el
vicepresidente de EE UU, Mike Pence, pidiera suspender las elecciones del 20 de
mayo.
"Tenemos
que seguir aislando a Maduro hasta que ceda", afirmó Haley durante la 48ª
Conferencia de las Américas del Departamento de Estado, auspiciada por el
Consejo de Las Américas. La embajadora ante la ONU argumentó que "la
opresión sistemática” del pueblo venezolano por el "dictador" Maduro
es una fuente de inestabilidad regional. "Para la seguridad de todos los
pueblos de América Latina, es hora de que Maduro se vaya", enfatizó.
Consultada
por el presidente emérito del Consejo de las Américas, el exembajador
estadounidense y exdirector de la CIA, John Negroponte, sobre cómo se logrará
la salida de Maduro, Haley insistió en la presión de todo el continente.
"No estoy segura cómo podemos hacer que suceda, pero sé que no podemos
parar", dijo. "Tratar de conseguir que Maduro se vaya depende de la
región". "El tiempo para hablar, el momento de instar al régimen a
abrirse a las opiniones de la gente, ya pasó en Venezuela", recalcó.
Las
elecciones presidenciales venezolanas se realizarán a pesar del boicot de la
oposición del propio país. Estados Unidos, la Unión Europea y los principales
países latinoamericanos no reconocerán el resultado. Por si todavía cabía
alguna duda, la respuesta de Maduro a la petición de Pence fue:
"Venezuela, llueve, truene o relampaguee, irá a elecciones presidenciales
el próximo domingo 20 de mayo. Llueva truene o relampaguee, ¡carajo!".
Durante
la Conferencia de las Américas, el subsecretario de Estado, John Sullivan,
aprovechó de anunciar que su Gobierno concederá 18,5 millones de dólares
(alrededor de 15,5 millones de euros) a Colombia para apoyar a los venezolanos
que huyen de la crisis que azota a su país. Se calcula que son cerca de 550.000
los que han inmigrado al país cafetero debido a la precariedad económica. La
partida anunciada por Sullivan es la mayor dotada por la Administración de
Donald Trump para paliar la crisis humanitaria que viven los refugiados de
Venezuela.
En un
tono más suave que la embajadora de EEUU ante la ONU, Sullivan insistió en que
el Gobierno de Maduro debe permitir que entre la ayuda humanitaria
internacional, e insistió en la falta de la legitimidad de los comicios
presidenciales convocados. "Seguimos apoyando al pueblo venezolano y su derecho
a celebrar unas elecciones libres y democráticas", postuló.
Venezuela
ha perdido más del 40% de su producto interior bruto (PIB) en los últimos
cuatro años y registra una inflación disparada que se estima que alcanzará el
13.000% este año, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
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