Papa Francisco 04 de agosto de 2018
Evangelio
según San Mateo 14,1-12
La
muerte de Juan el Bautista: "En aquel tiempo, la fama
de Jesús llegó a oídos del tetrarca Herodes, y él dijo a sus allegados:
"Este es Juan el Bautista; ha resucitado de entre los muertos, y por eso
se manifiestan en él poderes milagrosos". Herodes, en efecto, había hecho
arrestar, encadenar y encarcelar a Juan, a causa de Herodías, la mujer de su
hermano Felipe, porque Juan le decía: "No te es lícito tenerla".
Herodes quería matarlo, pero tenía miedo del pueblo, que consideraba a Juan un
profeta. El día en que Herodes festejaba su cumpleaños, la hija de Herodías
bailó en público, y le agradó tanto a Herodes que prometió bajo juramento darle
lo que pidiera. Instigada por su madre, ella dijo: "Tráeme aquí sobre una
bandeja la cabeza de Juan el Bautista". El rey se entristeció, pero a
causa de su juramento y por los convidados, ordenó que se la dieran y mandó
decapitar a Juan en la cárcel. Su cabeza fue llevada sobre una bandeja y
entregada a la joven, y esta la presentó a su madre. Los discípulos de Juan
recogieron el cadáver, lo sepultaron y después fueron a informar a
Jesús" Palabra del Señor
Reflexión
del Papa Francisco
Juan
era el hombre que Dios había enviado para preparar el camino a su Hijo. Y Juan
termina mal su vida, en la corte de Herodes que se encontraba en un banquete.
Cuando
existe la corte es posible todo: la corrupción, los vicios, los
crímenes. Las cortes favorecen estas cosas. ¿Qué cosa hizo Juan? Ante
todo anunció al Señor.
San
Juan Bautista anunció que el Salvador estaba cerca, el Señor, que el
Reino de Dios estaba cerca y lo había hecho con fuerza. Y bautizaba.
Exhortaba a todos a convertirse. Era un hombre fuerte. Y anunciaba a
Jesucristo.
La
primera gran cosa que hizo San Juan fue anunciar a Jesucristo. Otra cosa que
hizo, fue que ¡no se adueñó de su autoridad moral. Se le dio la posibilidad de
decir: "Yo soy el Mesías", porque tenía mucha autoridad moral, toda
la gente iba a él... Le preguntan entonces si es él el Mesías.
Y, en
aquel momento de la tentación, de la vanidad podía hacer una
cara de estampita y decir: "No lo sé..." con una falsa humildad. En
cambio fue claro: "¡No! ¡Yo no lo soy! Aquel que viene detrás de mí es más
poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias"
Juan
fue claro, no robó el título. No se adueñó de la misión. Esta,
entonces, es la segunda cosa que lo ha hecho un hombre de verdad: "No
robar la dignidad".
La
tercera cosa que hizo Juan, es imitar a Cristo... Juan, observó, imitó a Jesús,
sobre todo en el camino del abajarse: Juan se humilló, se abajó hasta el fin,
hasta la muerte.
Anunciador
de Jesucristo, Juan no se adueñó de la profecía, él es el ícono de un
discípulo... es el hombre que anuncia a Jesucristo, que no se pone en el lugar
de Jesucristo y que sigue el camino de Jesucristo. (Homilía en Santa
Marta, 07 de febrero de 2014)
Oración
de sanación
Señor,
abro mi corazón y siento tu presencia poderosa que me anima y me impulsa a
seguir tras mis sueños de ser feliz. hazme comprender tu voluntad.
Dame
sabiduría para entender tus acciones y poner en práctica tu Palabra. Dame la
valentía y una fe sólida para testimoniar tu amor por doquier.
Que
pueda en todo momento brindar esperanzas, irradiar tu luz, tu verdad y
justicia, sin importar que esto me valga el rechazo y la persecución.
No
deseo ir tras alabanzas personales, sino que quiero reflejarte en todo lo que
hago. Que mi intención tenga siempre pureza de corazón.
Mientras
te doy a conocer debo mostrar humildad, porque Tú eres grande, poderoso e
invencible; en cambio yo, estoy plagado de errores y vanidades.
Quiero
aprender que, detrás de la aparente derrota de la Cruz, hay una victoria que
asegura el Reino de tus Cielos. Confío en tus promesas.
No hay
miedo, impedimento o amenaza que me haga retroceder ante la misión de
profesarte a cada persona que pongas en mi camino.
Seré
valiente en las pruebas, aunque muchos me aparten o me acusen de fanatismo,
siempre permaneceré fiel a tu Cruz y a tus mandatos. Amén
Propósito
para hoy
Donaré
algo de mi tiempo para ir a visitar a algún familiar enfermo o que se encuentre
muy sólo en este tiempo.
Frase
de reflexión
"Contemplemos
la humildad del Hijo de Dios, que ha nacido pobre. Imitémosle compartiendo con
los más débiles". Papa Francisco
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