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sábado, 1 de diciembre de 2018

El ciudadano frente a los Planes Especiales, por Miguel Méndez Rodulfo




Miguel Méndez Rodulfo 30 de noviembre de 2018

En los grupos organizados que se activan dentro de la ciudad en función del desarrollo urbano, se encuentran los vecinos agrupados en asociaciones, los promotores inmobiliarios así como los constructores, el gobierno nacional y regional, los municipios –alcaldes, ingeniería municipal, oficina de planificación urbana y concejales-, los planificadores urbanos independientes, las instituciones (academias, cámaras, colegios profesionales, universidades, ONG, etc.), los partidos políticos y las organizaciones de planificación urbanística. Entre este entramado se encuentra el ciudadano expuesto a estas fuerzas que se mueven por valores e intereses que condicionan la ciudad. Identificar los actores fundamentales del desarrollo urbano es clave para entender las complejas corrientes que circulan tanto en la superficie como soterradamente, incidiendo y modificando el perfil de las ciudades y delineando el entorno urbano.

Los vecinos organizados en asociaciones han sido los eternos marginados del proceso de desarrollo urbano, por ello han potenciado las redes vecinales, han creado grupos de análisis conformados por vecinos con conocimientos del ordenamiento urbanístico y han dado impulso a luchas contra la violación la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística y de las Normas de Equipamiento Urbano, así como han dedicado tiempo al análisis y discusión de propuestas de PDUL y de Planes Especiales. Los vecinos han reivindicado el contenido constitucional, de la LOOU, así como de la Ley del Poder Público Municipal y de otros instrumentos legales que establecen que los vecinos deben ser informados previamente y que su opinión debe ser tomada en cuenta por la administración municipal. Cierto es que el empoderamiento vecinal, necesario y justificado, en algunos casos ha caído en excesos que se traducen en demandas a cumplir por parte de los promotores so pena de no permitir la construcción de obras, peaje inadmisible que desnaturaliza la lucha vecinal.

Los promotores inmobiliarios así como los constructores, son factores importantísimos para la edificación de la ciudad y para otorgarle su fisonomía. Sin duda alguna, las ciudades progresan porque los inversionistas privados construyen parcelas, viviendas, oficinas, locales de comercio, urbanizaciones, centros comerciales, hoteles, colegios, etc. Promotores y constructores, regulados de acuerdo con la normativa legal y estimulados por la voluntad política de los diferentes niveles de gobierno, sobre todo del municipal, garantizan el apego a la ley y a las ordenanzas, así como el dinamismo en la ejecución de de las obras. También hay que decir que una minoría, actuando en contravención a la ley, las normativas y los planes, vulnera con sus acciones la ciudad buscando elevar la densidad y maximizar la renta, lo que desmejora la calidad de vida vecinal. Las cámaras y los colegios profesionales, deben sancionar estos desafueros y erradicarlos.

El Gobierno Nacional debe regular y estimular el desarrollo urbanístico dictando unos lineamientos para todo el país que guíen y orienten el ordenamiento urbano, los cuales deben estar apegados a los lineamientos que el propio Estado haya dictado en materia de ordenamiento y desarrollo del territorio. Estos grandes parámetros, a su vez darán origen líneas de carácter regional las cuales posibilitarán la elaboración de los Lineamientos Regionales de Ordenación y Desarrollo del Territorio, así como de los Planes Regionales de Ordenación Urbanística. En este sentido, las Corporaciones de Desarrollo Regional, recuperadas y rescatadas, jugarán un papel clave. Toda esta superestructura de planificación, facilitará o allanará el camino para elaborar, en cada urbe, el Plan Estratégico de Ciudad, el PDUL, los Planes Especiales, así como los Esquemas de Ordenamiento Sumario (en poblaciones menores de 25.000 habitantes). En el presente régimen más que regular y auspiciar el desarrollo urbano, lo que hemos visto es la intención de fusionar la LOOT y la LOOU, algo inconveniente que afortunadamente no cuajó y una acción agresora sobre las ciudades con la mal llamada Gran Misión Vivienda Venezuela. En el próximo artículo continuaré definiendo los actores fundamentales del desarrollo urbano.

Miguel Méndez Rodulfo

Caracas 30 de Noviembre de 2018

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