Analítica 14 de enero de 2019
En
todo proceso de transformación política se hace indispensable seguir la ruta
trazada por alguna autoridad reconocida, tanto nacional como
internacionalmente.
Los
pasos que llevaron a nuestra independencia de la Corona española iniciaron el
19 de abril de 1810, continuaron el 5 de julio de 1811 y concluyeron el 24 de
junio de 1821 con la Batalla de Carabobo.
Es
evidente que los lapsos ahora serán mucho más breves. Tal vez podrían
desembocar en otro 23 de enero, 61 años después del momento en que recuperamos
la democracia plena en nuestro país.
En
todo caso es importante que lo que ocurrió el 10 de enero de 2019 se reconozca
como el inicio de la recuperación democrática del país. Cuánto tiempo tomará
alcanzarla no solo depende de la AN, sino del apoyo que esta reciba de cada uno
de nosotros, porque el de la comunidad internacional democrática ya lo ha
recibido de forma manifiesta.
Ahora
lo que necesitamos es tener sangre fría, ser pacientes pero tenaces, actuar
racionalmente y unir nuestro deseo de cambio detrás de la única institución
legítima dentro de Venezuela: nuestra Asamblea Nacional, máximo exponente de la
voluntad popular. No es momento de ejercer la duda metodológica, sino de tener
fe en que si nos unimos y seguimos la ruta trazada, la tan anhelada libertad
estará cada día más cerca.
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