Por Luisa Pernalete
No está fácil el mundo,
pero Venezuela, por la Emergencia Humanitaria Compleja, está más difícil
todavía. Escribo unos consejos para resistir en Venezuela con cierta paz. Respirar, relajarse, reflexionar, reunirse,
resolver conflictos vía pacífica, cultivar la resiliencia, reconciliarse,
recrearse, reírse, rezar
Cualquier noticiero que
uno vea hoy, es para que se le arrugue a uno el estómago y el corazón. La
pandemia no tiene receso. Pero es evidente que, en nuestro país, ya inmerso en
una Emergencia Humanitaria Compleja (EHC),
cuando comenzó la crisis sanitaria con el COVID-19, ya teníamos condiciones
preexistentes, que todos conocemos, que toca a unos más que a otros, pero que
supone una especie de “carrera de obstáculos” ante cualquier diligencia que
necesitemos hacer. Ponga cualquier ejemplo. Ahora mismo, rezo porque no se vaya
la luz o porque cuando deba mandar mi columna tenga internet.
Pero no se trata simplemente de “vivir con obstinación”,
o con amargura, estresados, que más bien complique nuestra salud y hasta nuble
nuestra posibilidad de acción.
Proponemos aquí las “erres” de la sobrevivencia en paz, y
por sobrevivencia no entendemos ese último suspiro, sino la capacidad para
pasar por encima de las dificultades.
Comencemos por “respirar” profundo. Calmarnos, pues,
alterados es difícil pensar. Entonces, aprenda a hacer ejercicios de
respiración profunda, oxigene sus neuronas. Y siga con la “r” de “relajarse”.
Hay muchas maneras de hacerlo, Si en su rutina diaria practica algunos, antes
de su jornada regular, verá que puede enfrentar mejor sus tareas. Hágalo varias
veces al día. Verá que funciona.
“Revise” su rutina. Organice su tiempo. Tenga un plan
semanal y uno diario. sacando tareas ingratas o menos agradables, pero
combine con esas que le hacen la vida más agradable.
“Ríase”. Sí, así sea solo/a frente al espejo. Le va a distender. Ríase de usted mismo/a. Mucho mejor si se ayuda con esos amigos que suelen mandar chistes por WhatsApp. Su dosis diaria de risa es muy saludable. Y más si está acompañado con los recesos que debe tener en su rutina. Si es de los que hace teletrabajo, cada hora, hora y media, levántese, de una vuelta, hable con alguien si puede, tome un vaso de agua… ayuda a la circulación y a la concentración. Y si acompaña a hijos o nietos con las tareas, a ellos también les ayudan los recesos.
“Reclame” si tiene que hacerlo. No se quede con la rabia
de un mal trato, una mala respuesta, pero hágalo sin alterarse, pida
explicaciones, sin descalificar ni juzgar. Usted no tiene que aguantar regaños
de nadie.
“Resuelva” los conflictos por vía pacífica. En la misma
línea de lo anterior. Si usted tiene un problema con un familiar, con sus
hijos, con un vecino con un compañero de trabajo, cálmense primero, piense
antes de actuar, no grite porque los gritos solo traen más gritos, la violencia
engendra más violencia y usted quiere resolver el conflicto.
Cultive la “resiliencia”.Este término, dicho de manera
resumida, habla del arte de crecer en medio de los problemas, aprender de las
dificultades, y ¡diga usted si el venezolano no es resiliente! Hemos aprendido
desde hacer arepas sin harina de maíz, cambiar decenas de ingredientes por la
escasez o por el alto costo de algunos, hasta tener siempre un plan B o C ante
cualquier eventualidad. Quejarse y quedarse en la queja no resuelve nada. La
resiliencia se enseña y se aprende.
“Recréese”. Varias veces al día suelte el teléfono, el
Internet; un día a la semana sin “tareas”, descanse, vea una película, lea algo
distinto a sus temas de trabajo, camine un rato mejor si lo hace a diario… Esta
cuarentena se sigue prolongando… Tiene que cuidar su salud mental.
“Reúnase”. Únase a otros. Aislado es más difícil, por no
decir imposible, salir airoso de esta situación compleja: pandemia más EHC.
Entonces reúnase, por WhatsApp, por Zoom, por teléfono, por correo, pero no se
aísle. Actúe junto a otros. Recuerde que hacer el bien ayuda a la salud. Haga
su plan de llamadas, por ejemplo, a esos compañeros o familiares que viven
solos… Júntese con otros para hacer algo bueno por los demás…
“Reconcíliese”. Que tiene como previos el perdón, el
pedir perdón y el perdonarse. El rencor no sirve para nada. Pida perdón, aunque
no se lo den; perdone, aunque no se lo pidan. Perdónese a usted mismo, se lo
merece y hace un gran bien.
“Rece”. Por la mañana. Pida por otros, de gracias por
estar vivo; pida por los enfermos de COVID 19, pida por los que trabajan en los
hospitales, por esos que hoy no comerán, para que alguien les tienda la mano;
por los maestros que perseveran… Yo tengo mi Padrenuestro de la cuarentena, les
comparto unos párrafos:
Padrenuestro,
que estás en la Tierra
En un
mundo que vive angustiado
Que
sepamos recurrir a Ti
Y que con
tus manos seamos consolados.
Padrenuestro,
que nunca caigamos
En la
tentación de dejar de soñar
Que vea
tus signos en cosas pequeñas
Y que la
bondad sepa contagiar.
*Educadora – Fe
y Alegría. Activista y defensora de DDHH.
31-03-21
https://www.revistasic.gumilla.org/2021/para-resistir-con-cierta-paz/
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