DILEMAS DEL 21N, por José Luis Vera

José Luis Vera 16 de noviembre de 2021

Desde el 22N volveremos a coincidir en los objetivos democráticos comunes. Por ello debemos respetar las razones válidas que sostienen las diferentes posturas alrededor del 21N.

¿VOTAR O NO VOTAR?

Ese no era el dilema, pues ambas opciones podrían ser buenas o malas, siempre que la decisión fuese con la mayor y más amplia UNIDAD posible del campo democrático.

La posición de la Plataforma Unitaria sobre participar el 21N, con sus errores y aciertos, fue una respuesta ampliamente mayoritaria.

¿CONVIENE O NO VOTAR?

Más allá de los candidatos regionales y municipales, buenos o malos, lo más importante es que está en juego comprobar quién tiene la mayoría nacional del voto popular.

La discusión acerca de legitimar o no al régimen no aplica en elecciones dónde priva la conveniencia regional o local.

La abstención de los electores y la división de sus opositores le convendrán a Maduro.

La participación en este tipo de procesos siempre es muy baja, aquí y en todo el mundo, así que no votar será una protesta ineficiente.

Y cuando una mayoría electoral no vota unida, ganará una minoría como la enquistada en el poder en Venezuela.

Por eso, el 21N se podría convertir en una protesta colectiva contra los responsables de la catástrofe que sufrimos y en una ratificación de la mayoría democrática nacional.

¿CÓMO DEBEMOS VOTAR?

Podemos simplemente hacerlo por los candidatos que individualmente nos generen mayor simpatía.

O hacerlo para contribuir a que la protesta de la mayoría sea más eficiente.

Por lo tanto, con respeto a la diversidad y con madurez política, nuestro voto más eficiente será el que respalde la mayor y más amplia unidad posible y el que ayude a lograr la mayoría nacional del voto popular.

Sin duda alguna, solo hay una tarjeta que lo puede hacer posible: arriba a la izquierda, la tercera, la de la manito... la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática.

José Luis Vera