Por Marino J. González R.
En pocas semanas
comenzará el tercer año de la pandemia por covid-19. Todo indica que se
prolongará por una gran parte del próximo año. En áreas de países con alto
porcentaje de población vacunada, como la Unión Europea, se están registrando
aumentos significativos de casos. Si bien es cierto que estos aumentos se han
generado en países con menores coberturas, en todos los países el incremento de
casos es una tendencia sostenida. En otras regiones, como América Latina,
muchos países no han alcanzado coberturas de vacunaciones que puedan detener la
evolución de la pandemia.
A pesar del amplio
impacto de la pandemia, algunos países han logrado combinar las políticas
adecuadas para minimizar la afectación en casos y muertes por covid-19.
Conviene identificar los factores que pueden explicar el positivo desempeño de
estos países. Tanto por los cambios que deben ocurrir en los países para el
control pleno de la actual pandemia, como por las medidas necesarias para
evitar nuevas pandemias.
De acuerdo con la información disponible en Our World in Data, los cinco países con menor tasa de mortalidad por covid-19 durante la pandemia, han sido los siguientes (entre paréntesis está el número de muertes por millón de habitantes): Nueva Zelanda (6,83), Taiwán (35,55), Corea del Sur (59,47), Australia (72,63), y Singapur (105,62). Todos ellos con menor tasa de mortalidad que Noruega (país con la menor tasa europea). El control alcanzado por estos países se logró desde el principio de la pandemia, e incluso habiendo iniciado las vacunaciones después que otros países que registraron rápidamente altas coberturas (como Chile).
Estas bajas tasas de
mortalidad se han registrado, sin que estos países hayan implementado medidas
de alta rigurosidad de políticas, de acuerdo con el índice
elaborado por la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de
Oxford. Solo en los casos de Nueva Zelanda y Corea del Sur, este índice superó
el valor de 80 (en Nueva Zelanda por dos meses, y en Corea del Sur por dos
semanas, en toda la duración de la pandemia). En Taiwán el índice de
rigurosidad de políticas (IRP) se mantuvo en 19 por varios meses.
Los cinco países
señalados se encuentran entre los 35 primeros del mundo, en términos de la
capacidad de compra per cápita en dólares. Singapur era el país del grupo con
el mayor producto per cápita (en capacidad de compra comparada) con 98 mil dólares
en 2019, mientras que Nueva Zelanda es el que tenía el menor (41 mil dólares).
El hecho de que otros países con altos niveles de producto per cápita como Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos, hayan registrado bajo desempeño en el control de la pandemia, es reflejo de que la disponibilidad de recursos es relevante, pero no es el único factor determinante.
También estos cinco
países más exitosos lograron controlar la pandemia sin haber tenido mayor
afectación que otros de economías avanzadas. Es decir, que la combinación de
intervenciones rigurosas no supuso deterioro en las economías de los países.
Según los datos del
FMI, la reducción promedio de la actividad económica en este grupo de países
fue -1,5% en 2019, tres veces menos que el promedio de los países de la Unión
Europea (-4,91%). En Taiwán incluso el crecimiento económico fue superior al
3%. El país con mayor reducción del crecimiento fue Singapur con -5,3%. Para
2021 se estima que este grupo de países crecerá en promedio 4,9%, muy cercano
al 5,5% promedio de los países de la Unión Europea. Con la excepción de
Australia con 3,5%, los cuatro países restantes crecerán más de 4,2%. También
el FMI estima que estos cinco países tendrán, en promedio, una tasa de
desempleo menor en 3% que el promedio de los países de la Unión Europea.
Una caracterización
inicial de los factores más influyentes en el éxito de estos cinco países,
podría incluir, al menos: estabilidad política, economías de alta
productividad, amplia inserción en los mercados globales, y altas capacidades
institucionales en el ámbito de las políticas públicas, y en particular en las
políticas de salud. La brecha con respecto a estos factores puede explicar la
gran afectación de América Latina en la pandemia por covid-19. También puede
mostrar la ruta de cambios que se deben realizar para evitar nuevas pandemias
en el futuro.
Marino J. González es PhD en
Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional de la
Academia Nacional de Medicina.
17-11-21
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