Relanzar los Partidos Políticos

Una de las tareas prioritarias que desarrollo el gobierno de Hugo Chávez fue la destrucción de los Partidos Políticos de oposición a su gobierno. Tarea que fue cumplida a carta cabal, los partidos políticos antes de 1998 estaban en su peor momento histórico en 40 años, la corrupción interna, la falta absoluta de democracia en la toma de decisiones internas, la definición de políticas por parte de un pequeño grupo de militantes (el cogollo), el divorcio de los dirigentes de la base militante de partidarios, la desconexión de las organizaciones de los problemas que aquejaban al país, en fin un verdadero drama.

Esa coyuntura fue aprovechada por Hugo Chávez, le ofreció al país una esperanza de mejora de sus condiciones de vida, de participación popular y logro ganar las elecciones limpiamente en Diciembre de 1998, una vez asumido el poder se dedico al ataque sistemático a los Partidos Políticos, al descredito de la dirigencia de la cuarta república, a deslumbrar al país con sus denuncias sobre el mal manejo de los dineros públicos por parte de los emblemas de la cuarta (Acción Democrática y Copei) y en buena medida logro sus objetivos. Inclusive los nuevos partidos como UNT y Primero Justicia no pudieron salir del pozo al que los llevo el oficialismo.

Pasados 10 años, las encuestas de todas las tendencias denotan que mientras el régimen se deteriora ante la opinión pública por la serie de fracasos inocultables, los partidos políticos opositores no son capaces de capitalizar el descontento…, para ponerse a pensar ¡verdad!!!

De allí la necesidad de nuestra propuesta, no tenemos formulas mágicas, no sabemos exactamente como debería lograrse el objetivo de la identificación de partes importantes de la colectividad con una tendencia u otra, pero si sabemos lo que los partidos políticos no pueden continuar haciendo.

La nueva sociedad democrática requiere y exige participación en la toma de decisiones, los nuevos demócratas exigen claridad conceptual en los proyectos políticos, sean de izquierda, centro o de derecha con sus múltiples variantes. La nueva democracia que se está formando está muy asociada a las nuevas tecnologías de comunicación e información. Los ciudadanos no están dispuestos a aceptar que un pequeño grupo de bien intencionados tome las decisiones fundamentales de cómo se debe afrontar los gravísimos problemas que tenemos, no aceptamos los proyectos autoritarios disfrazados de palabras que pueden sonar muy bien: democracia, participación, unidad de propósitos, combate a la pobreza, etc., pero que se convierten en palabras vacías cuando se evalúa la actuación de los dirigentes.

Es hora de relanzar los partidos, de comprometer a los ciudadanos con un proyecto de país, con ideas que se tienen que convertir en acciones, con la humildad necesaria de parte de la dirigencia, con el espíritu y la fuerza que da el sacrificio en los momentos difíciles, en algunos casos será necesario apartarse y ceder los espacios, en otros casos confrontar a sus adversarios hasta las últimas consecuencias.

Casos y ejemplos que están a la vista sobran. El Partido UNT no ha logrado organizar su primer congreso ideológico a punto de convertirse en la primera (pero escuálida) fuerza electoral de Venezuela. Primero Justicia tiene a un grupo de insignes militantes formando parte de su dirección nacional eternizados en el poder por estatutos. El cogollo de Acción Democrática saco del juego a sus dirigentes emergentes, algunos se la calaron y otros abandonaron el partido. En los medios se habla reiteradamente de problemas internos en la dirigencia de Copei. El Movimiento Al Socialismo prácticamente está desaparecido, al igual que la Causa R, Alianza al Bravo Pueblo en formación pero sin un planteamiento ideológico claro y múltiples pequeños partidos pero que no terminan de brindar una alternativa democrática convincente a los ciudadanos.

Estamos convencidos que los partidos políticos se relanzan o desaparecen y en su lugar nacerán nuevas organizaciones partidistas que sepan interpretar la nueva dinámica social, económica y política del país nacional. Ese es el reto, veremos quienes sobreviven.

Editorial del Equipo Productor