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domingo, 21 de febrero de 2010
¿Por qué ya no soy chavista?
Por Radar de Los Barrios
“Yo hice todo lo que el Presidente nos dijo que hiciéramos: Nos organizamos, formamos el consejo comunal, hicimos todas las diligencias ante los organismos públicos, nos censamos una, tres, ocho veces. Hasta perdí mi empleo, porque el trabajo de organización comunitaria es muy duro y hay que hacer mil reuniones y mil diligencias. Pero ya usted ve: Aquí estamos. Han pasado años, y seguimos sin agua, sin luz, cada vez peor. Así que yo dije. Bueno: ¡Hasta aquí! ”. Así nos contó su historia Teodoro Molina, habitante del Barrio El Quilombo, también llamado La Cruz, en Catia, más arriba de Boquerón.
Parecida, pero más cruel, es la historia de Mílvida Alcázar, habitante de Mamera II en Antímano. Activó como “patrullera” del MVR y fue mucho el zapato que desgastó buscando votos para “su comandante”. Hasta que un día su pareja la abandonó y en vez de votos tuvo que buscar apoyo para salir adelante con sus siete hijos. “Todas las puertas se me cerraron. Ahí me di cuenta de que la ayuda al pueblo no es sincera, que siempre hay un interés por delante. Yo mismita vi, nadie me lo contó, la forma en que los recursos van a los amiguitos y amiguitas de que quienes están en el poder, y no a las manos de quienes más lo necesitan. Hasta la comida en las Casas de Alimentación se la roban o se la dan solo a quienes están en el grupito. No hay derecho. Por eso me decepcioné de esa gente…”
Pero la camarada Gregoria García no se fue del chavismo: ¡A ella “la fueron”! Habitante del sufrido Estado Vargas, militante del PSUV y electa por sus vecinos como Vocera Principal de Vivienda y Hábitat de su Consejo Comunal, Gregoria puso manos a la obra y se fajó a armar las carpetas de las centenares de mujeres que como ella estaban damnificadas desde 1999 y que desde entonces viven hacinadas en refugios, arrimadas en casas de familiares o pagando altísimos alquileres. Se quedó espantada, sorprendida y molesta cuando descubrió que había un guiso para la adjudicación de las pocas viviendas que el gobierno había construido en la entidad: Desde cobros indebidos hasta adjudicaciones falsas, de todo se enteró Gregoria. Y ella, que ha escuchado decir al Presidente que “sólo la verdad es revolucionaria” y que “por la verdad murió Cristo”, pues dijo su verdad y denunció las irregularidades. La respuesta del Partido Unido Socialista de Venezuela no se hizo esperar: Simplemente, la expulsaron.
DEL AMOR AL DESPECHO
Historias como estas hemos conocido cientos, miles, en todos estos años que tenemos trabajando, conviviendo y compartiendo esperanzas y luchas en los sectores populares de la Gran Caracas. Un común denominador en todas estas historias es la molestia, la indignación. Recordemos que del total de apoyos que ha recibido el Presidente Chávez un muy pequeño porcentaje tiene raíz ideológica: son los que respaldan a Chávez porque están de acuerdo con el comunismo. Un porcentaje algo más grande define su adhesión desde lo clientelar: Son los que apoyan al Presidente porque reciben algún beneficio o están haciendo negocios a la sombra del gobierno. Pero un porcentaje mayoritario se hizo chavista por una razón afectiva: Se sintieron incluidos, tomados en cuenta, reivindicados por el discurso social del Presidente. Ese es el sector que once años después empieza a descreer. Ellos no apoyaron a Chávez por ideología ni por interés. Lo apoyaron por amor. Y ya se sabe: en nuestra cultura caribe, al amor no correspondido le sigue el despecho. En esa fase estamos.
CUANDO UN CLAVO NO SACA OTRO CLAVO…
Otro común denominador es que ninguna de estas personas dejó de ser chavista porque haya sido “enamorada” por las propuestas o el liderazgo de la oposición. Por el contrario: Muchos de ellos se hicieron chavistas justamente por el desgaste de ese liderazgo que es el que en buena medida aun hoy presenta la oposición como rostro. Y si bien estos compatriotas hoy tienen razones para dejar de seguir al chavismo, no tienen aun ninguna para sentirse expresados por unos líderes que hace ya diez años rechazaron.
¿Es posible encontrar la cuadratura de este círculo? ¡Claro que si! Pero para obtener resultados distintos, hay que hacer las cosas de manera distinta. Insistir en la vieja polarización entre la burocracia gobiernera y la oposición convencional no parece el camino adecuado para alcanzar nuevas realidades. Al contrario, esa es la vía para conservar el actual estado de cosas. Por eso el Gobierno no solo mantiene la polarización sino que la promueve, la estimula.
¿UNIDAD NACIONAL O “ESTO ES LO QUE HAY”?
En el campo de lo que antes era el chavismo están surgiendo nuevas realidades, expresiones sindicales y comunitarias del descontento de venezolanos que precisamente por ser revolucionarios no se sienten ya expresados por la corrupta burocracia gobiernera. En el campo del país no oficialista la oposición no-partidista (que no es lo mismo que “antipartido” o “antipolítica”) muestra un conjunto de sólidos liderazgos: Personas como Humberto Prado, Feliciano Reyna, Rocío San Miguel, Leonardo Carvajal, Gonzalo Himiob, entre muchos otros, venezolanos cuyo testimonio de vida inspira confianza y credibilidad más allá de las talanqueras de la polarización. Incluso en el campo de la oposición partidista hay nuevas organizaciones (Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo) y en organizaciones como AD y COPEI surgen nuevos liderazgos de base, más conectados a las realidades de la gente que a las culpas de viejos cogollos.
¿Seremos capaces, como país, como sociedad, de generar ahora de cara a las elecciones parlamentarias una alternativa NACIONAL, no simplemente “opositora”, que reúna y exprese la potencialidad tanto de los partidos opositores como de la oposición no partidista y del “post chavismo” o chavismo descontento? ¿O nos quedaremos atrapados en alguna operación rutinaria, en alguna versión de “unidad” entendida como alianza de franquicias, bajo la excusa que brindaba aquella canción de Los Amigos Invisibles: “Esto es lo que hay”?
Es mucho lo que esta en juego, es Venezuela, es el modo de vivir en libertad. Nada más. Nada menos. A quienes asistimos a este proceso desde la perspectiva de luchadores sociales y comunitarios no nos queda más alternativa que confiar en la madurez, amplitud y vocación de grandeza de las dirigencias partidistas, pues –aunque son hoy un sector minoritario del conjunto total del país no oficialista- son los únicos calificados legalmente para hacer postulaciones, por lo que en sus manos esta la llave que abra las puertas del futuro. El 27 de septiembre queremos estar en la calle, felicitándolos por su desprendimiento y su visión de futuro…
Publicado por:
Radar de Los Barrios
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