¿Por qué criticamos a la MUD?

Editorial del Equipo Productor

Hace unos días leímos un Editorial de analitica.com cuyo título era “¿Para qué criticar a la MUD?” refiriéndose al ataque y al bombardeo mediático que recibía la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por su aparente inacción en cuanto a los temas nacionales.

El Editorial planteaba que la MUD no era un partido político, sino una alianza de partidos y organizaciones civiles, que su función fundamental era prepararse y garantizar resultados positivos para las fuerzas democráticas en miras al 26 de septiembre, continuaba el escrito que era una insensatez exigirle a la MUD que actuara como un partido político de oposición y que enfrentara al gobierno rojo.

Definitivamente en el bando opositor hay múltiples maneras de analizar la coyuntura política de la Venezuela actual, todas posiciones respetables por demás, pero como creemos en la pluralidad democrática, es conveniente que otras voces distintas a las tradicionales de los partidos políticos se hagan oír y sentir, de esa manera pensamos que estamos haciendo un aporte al debate necesario, pues estamos convencidos que no vamos por buen camino.

Si otra fuera la coyuntura política, si estuviéramos en vísperas de un proceso electoral justo y transparente, actuando en democracia, sin un ventajismo desproporcionado por parte del régimen, pues tal vez, ni siquiera hiciera falta una MUD, pero observando las acciones y políticas que está aplicando el gobierno rojo no nos queda la menor duda que para enfrentar al oficialismo hace falta mucho más que una simple alianza electoral de partidos y organizaciones civiles.

Hugo Chávez está dispuesto a costas de cualquier cosa a quedarse en el poder indefinidamente y para ello ha establecido un plan de acción enmarcado en el “Socialismo del Siglo XXI” como planteamiento ideológico, basado en el Primer Plan Socialista de la Nación 2007 al 2013, que por cierto fue aprobado a escasos 15 días posteriores a la única derrota electoral que han sufrido, que fue el Referéndum para Reforma Constitucional del 2D de 2007, pasándose por cualquier parte la voluntad del pueblo soberano que le dijo NO a la Reforma. Con un muy agresivo plan de expropiaciones y confiscaciones no solamente de las industrias básicas de la nación, sino tomando el control de muchas actividades económicas, dejando en la calle a miles de trabajadores, interviniendo en la banca, el comercio, la industria, en la educación, en la salud, en los medios de comunicación, y peor aún interviniendo en toda la región desde el sur de México hasta la Patagonia, promoviendo un proyecto continental.

Hemos visto todo tipo de atropellos, abusos, violaciones a la constitución nacional prácticamente a diario, y nuestro Comandante en Jefe a cada rato tiene la desfachatez de decir en cadena nacional: “todo dentro de Constitución, nada fuera de ella” y te lo dice con su cara tan lavada. Por otra parte hemos presenciado una purga feroz dentro de las Fuerzas Armadas, donde cualquier pensamiento disidente es castigado y penalizado, expulsando de una u otra manera a Oficiales dignos y bien capacitados, quedándose con los acólitos de los componentes militares, hemos visto la formación de la Milicia Bolivariana, un cuerpo armado de civiles, militantes del Partido de Gobierno, armados, que no están para enfrentar alguna “Bota extranjera que ose pisar el suelo patrio”, sino definitivamente para enfrentar a la oposición y a la disidencia política que cada día crece y crece por el descontento generalizado.

Dentro de esta coyuntura, con una oposición débil, diversa, dispersa, sin recursos económicos mínimos para realizar una campaña electoral razonablemente buena, y con una alianza de partidos para un escenario electoral exclusivamente, creemos que no vamos por buen camino.

Nuestro planteamiento desde el año pasado en que se instaló la MUD siempre fue que queríamos una alianza de partidos mas allá de lo electoral, siempre hablamos de crear un movimiento de renovación y cambio, donde los partidos políticos quedarán por ahora en segundo plano, pero que sus militantes y dirigentes apoyados por la sociedad civil organizada se convirtieran en los abanderados democráticos y le hicieran frente al gobierno rojo en todos los terrenos, con caras nuevas que es lo que pide la gente, para que nazca una nueva forma de hacer política siempre desde abajo hacia arriba (mosca no somos de Voluntad Popular).

Sin embargo a pesar de las diferencias acompañaremos a la MUD, realizaremos nuestro mejor esfuerzo para obtener el tan ansiado resultado electoral que no puede ser otro que obtener al menos 83 Diputados en la Asamblea Nacional, cualquier cosa por debajo lo consideramos una derrota electoral, pues nuestro parlamentarios poco podrán hacer en esa Asamblea Nacional sin al menos la mayoría simple, mas allá de las tácticas dilatorias parlamentarias, pero un frenazo al proyecto político, ó mas allá, la revocatoria del conjunto de leyes inconstitucionales quedaría excluido de las acciones y del debate parlamentario.

Peor aún en el mejor escenario, es decir conseguir más de 83 Diputados, será muy difícil frenar el proyecto político del Presidente Hugo Chávez y del PSUV, ya los escenarios están montados a través del Proyecto de “Ley de Las Comunas”, la nueva Ley de Los Consejos Comunales, la nueva Ley del Consejo Federal de Gobierno y su Reglamento, el Proyecto de “Ley de Participación y del Poder Popular” todas leyes Orgánicas, es decir para su revocatoria se requiere la mayoría calificada, es decir 110 de 165 parlamentarios.

Es por estas razones que criticamos a la MUD, reconocemos el intenso trabajo que han realizado al lograr la Alianza perfecta, 165 candidatos con sus suplentes postulados por 32 Partidos Políticos en todas las circunscripciones electorales, eso es un gran logro, pero sentimos y estamos convencidos que siempre vamos corriendo como diez cuadras más atrás que el oficialismo, nunca vamos picando adelante.

El 27 de Septiembre sabremos los resultados, veremos quien tuvo la razón, los que pedíamos un movimiento nacional de renovación y cambio con una tarjeta única, ó la alianza de partidos políticos con fines meramente electorales.

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