Eddie A. Ramírez S Domingo, 21 de octubre de 2012
Muchos
venezolanos pensaban que los trabajadores petroleros estábamos cómodos en
nuestra burbuja y no nos preocupábamos por lo que sucedía en el país, ni nos
importaban los principios y valores
Se equivocaron quienes así juzgaban.
El 4 de abril del 2002 iniciamos un paro para protestar por el intento de
politizar a Pdvsa para ponerla al servicio del régimen. En esa oportunidad
logramos nuestro cometido y el teniente coronel se vio obligado a destituir a
los Directores que había designado violando la meritocracia. El 2 de diciembre
de ese mismo año, todos los partidos políticos, la Confederación de Trabajadores
de Venezuela y Fedecámaras convocaron a un paro cívico para exigir un referendo
consultivo, adelanto de las elecciones, apoyo a la Mesa de Negociación y
Acuerdos y constitución de una Comisión de la Verdad para investigar la masacre
del 11 de abril.
Como buenos ciudadanos nos sumamos a
esa convocatoria. Inicialmente el paro fue administrativo, pero Alí Rodríguez,
entonces presidente de Pdvsa, militarizó las instalaciones, llamó a los grupos
violentos del oficialismo a que se apostaran a las puertas de la empresa,
asumió plenos poderes y destituyó a los gerentes de las áreas operativas que
estaban trabajando en aplicación del Plan de Contingencia, lo cual precipitó la
crisis y gradualmente se paralizaron parte de las operaciones. La Organización
Internacional del Trabajo asimiló esta acción a una huelga general y solicitó
reenganche de los despedidos.
Cabe recordar que Chávez declaró a
Eleazar Díaz Rangel que necesitaba “tomar esa Colina que era Pdvsa”, porque no
podía aceptar el no poder nombrar o destituir a ningún gerente. También en la
Asamblea Nacional afirmó que “la crisis era necesaria, yo provoqué la crisis”.
Evidentemente su revolución requería inicialmente de las armas y del dinero, es
decir controlar la Fuerza Armada y apoderarse de Pdvsa. Después vendrá la
educación, las clínicas, los seguros y la banca.
Diez años después de ese paro, el
Auditor Fiscal de Pdvsa, designado ilegalmente a dedo, está aplicando multas y
exigiendo reparos por sumas millonarias. Los investigados desde el 2006 somos
185 y a la fecha han sido sancionados once, entre ellos un médico y un
periodista, y solo han exonerado a uno que tengo entendido trabaja en Pdvsa.
Esta sanción es por motivos políticos, ya que las instalaciones fueron
entregadas en perfecto estado, algunas mediante actas formales cuando lo
permitieron, lo cual facilitó que en poco tiempo se reactivaran las
actividades. Las aplicación de multas y exigencia de reparos las realizan
después de las elecciones como muestra del “diálogo” ofrecido y que algunos
incautos creen.
Es importante destacar que entre los
casi 23.000 trabajadores despedidos, e incluso entre quienes están
investigados, había algunos de reposo médico, permiso pre o posnatal, de
vacaciones, otros que se quedaron trabajando y muchos a los que no se les
permitió el ingreso a las instalaciones porque el régimen quería “tomar la
colina” ,y uno que otro jubilado. Es paradójico que nos esté demandando la
empresa que nos despidió ilegalmente y confiscó prestaciones, haberes en el
Fondo de Ahorros y Fondo de Jubilación.
Sea propicio mencionar que el elevado
monto de los reparos fue por la gasolina que tuvo que importar Pdvsa durante el
paro. Cabe preguntar a la Auditoría Fiscal de Pdvsa, a la Contraloría General y
a la Asamblea Nacional si investigaron el monto reseñado por Pdvsa, en su
informe del 2011, de 39.781 millones de dólares por la compra de petróleo y de
productos refinados. También por los cien mil millones al año que dejó de
percibir por no cumplir la meta de producir seis millones de barriles diarios.
Igualmente por el elevado costo en vidas humanas y en plantas dañadas por los
frecuentes incendios y accidentes en las refinerías y otras instalaciones. Así
mismo, por los casos de corrupción del maletín con más de 800.000 dólares para
la campaña electoral en Argentina, la estafa en el Fondo de Jubilación de los
trabajadores y el caso de la plataforma Aban Pearl.
Los petroleros cumplimos como buenos
ciudadanos. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!¡Seguimos presentes y
comprometidos!
eddiearamirez@hotmail.com
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