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jueves, 5 de septiembre de 2013

Cuánto vale un Juez, y ¿Un Diputado?


Por Jesús González Briceño, 03/09/2013

Mensaje con Destino: la descarada compra de conciencias con los dineros públicos es la antipolítica.

El camaleón está presente en la política mundial pero se ha enseñoreado en la nuestra, ocupando en estos tiempos un lugar muy importante cuando estamos presenciando una voraz compra de conciencia por parte de partidos y políticos que por el mensaje maquiavélico, el fin justifica los medios, y cualquiera de ellos es esencial para cambiar la configuración política para la liquidación total y absoluta de los que obstruyen el camino hacia la hegemonía de un régimen que paso a paso pero, con firmeza asombrosa, ha ido despejando la vía para conseguir un control absoluto de los poderes del estado para implantar el adoctrinamiento de sus pobladores mediante la educación y la cultura; en lo económico, extinguir la propiedad privada en aras de construir una arquitectura nacional comunal o comunista, basada en la propiedad social; en lo político, obtener un monopartidismo estatal con la extinción del pluralismo intrínseco de la democracia y, en lo judicial, una magistratura que le sea cómplice y connivente en la interpretación y aplicación de la justicia; y para ello requiere  el control absoluto de los organismos legislativos locales (municipales), estadales de las gobernaciones y, por su supuesto, de la Asamblea Nacional Unicameral que le permita liquidar cualquier resquicio opositor u obstaculizador de la magnificencia de la construcción del edificio totalitario del Socialismo del Siglo XXl. Muchos de estos propósitos están a punto de conseguir por la  el expediente violatorio de la Constitución, el abuso de los órganos del Estado, y la prepotencia del orden castrense y policial que como manso cordero se arrodilla ante los designios y las órdenes de los comandantes de la revolución para amenazar y emplear su costoso y bien equipado armamento de miles de hombres y hombras, corrijo, mujeres, a todo lo que se oponga  a la Revolución.


Para referirme exclusivamente al objeto del presente me recuerdo cuando el mismo Wilian Ojeda me regaló personalmente su obra valiente de CUÁNTO VALE UN JUEZ, el cual leí con detenimiento porque en verdad la justicia y las instancias estaban comprometidas con un proceso de desvarío en su aplicación y manipulación de jueces inescrupulosos que no eran la mayoría porque en nuestro país la ordinaria administración de la justicia alcanzaba estándares bastante significativos y como él mismo acusa existían jueces acéticos, una judicatura calificada de PARAPETO, y pone de manifiesto LAS CARENCIAS de Corte Suprema de Justicia y el Tribunal de Salvaguarda, las tribus judiciales y otras especies que según él minan el sistema nacional de justicia en nuestro país. La coyuntura de los alzamientos militares de 1992 minimiza  las cuestiones planteadas por Ojeda que no obstante pudieron haber tenido un impacto en la revisión de nuestro sistema judicial. Pero indudablemente la situación del poder judicial de entonces no  es nada comparable a lo que hoy se ha convertido porque habían jueces y políticos responsables y leales dispuestos a la corrección de estas fallas o desvaríos judiciales , pero , desde el inicio del proceso revolucionario hasta hoy, los jueces y las instancias judiciales  han  devenido en un apéndice del poder ejecutivo, es decir de Chávez y de Maduro, para interpretar y aplicar la Constitución  , códigos y leyes de la República sesgadas totalmente en la perpetuación de una revolución anacrónica y antinacional y en la judicialización con sus fallos y decisiones de los disidentes  o contrarios al régimen, sin cortapisa alguna. La última propuesta de Maduro de Jueces sin Rostros es una falacia judicial para cubrir la autoría y evadir la responsabilidad de los jueces en cualquiera instancia para judicializar y condenar hechos, palabras y situaciones inconvenientes o contrarios al proceso, sin dar la cara. Es una verdadera vergüenza esta propuesta.

De hecho y de derecho  ha sido pública y notoria la manipulación de la justicia en los más elevados estrados del TSJ y en los circuitos judiciales  cuando se trata de decidir casos que comprometen al régimen o contra sus adversarios; los especialistas hablan de la liquidación de la justicia en Venezuela y la gran mayoría de jueces son temporales y apenas el 30% son titulares. La pasada presidenta del TSJ Luisa Estela Morales destituyó más de 200 jueces  por razones injustificadas y repetidamente aseguró que el principio de separación de los poderes debilita al Estado. El control de los jueces fue denunciado por el fugitivo Eladio Aponte Aponte y en abril de 2012 declaró al CNN la interferencia de la Vicepresidencia y del presidente Chávez en las decisiones judiciales importantes como en los casos del juicio a los comisarios y policías metropolitanos y de la jueza Afuini, cuyas decisiones son harto conocidas. El exmagistardo de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, Luis Velásquez Alvaray, huyó del país acusado de peculado y evasión de procesos licitatorios y posteriormente cuando fue apresado y puesto en libertad en Barranquilla, destapó la hoya, mayo de 2012, de esa instancia judicial acusando al periodista José Vicente Rangel como autor intelectual del crimen del fiscal Anderson, y de la manipulación de las acusaciones a Manuel Rosales, a la Jueza Afiuni, hermanos Guevara, comisarios de la PM y el caso del diputado electo José Sánchez, Mazuco. La últimas decisiones de TSJ en el 2013 en referencia a la ausencia de Chávez, su muerte y las elecciones del 14 –A, desdicen en alto grado la imparcialidad de la más alta magistratura judicial con las sentencias sobre la falta temporal o absoluta del presidente, fallando de que no hay ninguna de esas faltas y  que  no es necesaria la toma de posesión del 10-E porque hay continuidad administrativa,( Art. 231 CRBV ); como  la otra sobre el mandato de Nicolás Maduro para que puede ser candidato presidencial y presidente encargado a la vez, en clara y evidente violación del artículo 233 ejusdem. Lo más grave fue la declaración de inadmisibilidad de las impugnaciones de las elecciones presidenciales del 14-A, aduciendo que no fueron alegados motivos suficientes que pongan en duda la voluntad popular, expresada en esos comicios presidenciales, lo que es risible para cualquier lego que haya examinado con detenimiento y dedicación el  expediente completo de tales impugnaciones del candidato presidencial Enrique Capriles. Éstas y cientos de páginas más se podrían añadir para justificar plenamente la parcialidad y sumisión de  todas las instancias de nuestro sistema judicial, pero las aquí expuestas son más que suficientes para que se desvanezcan las críticas de William Ojeda en CUÁNTO VALE UN JUEZ, ni mucho menos se justifique que después de ser electo en la bancada de la MUD, haya brincada la tranquera para las filas del PSUV, y ahora se de golpes de pecho por su arrepentimiento y reconocimiento de Hugo Chávez expresando que “Chávez será siempre la poderosa esperanza de los pobres y oprimidos… y me siento orgulloso de haberlo conocido y de haber dado el paso de re-encuentro con él y su ideario, en un momento tan crucial… desde su lado me conseguí , a pesar de todo el duro debate de estos años, a un alma noble que me extendió la mano con generosidad…Además resaltó los ideales cristianos del mandatario cuando en realidad él mismo se confesó marxista y fustigó forma innoble y grosera la misión de la Iglesia y el cristianismo, como lo manda la ortodoxia marxista-comunista, lo que incitó a profanar imágenes, íconos y templos de nuestra religión y devastar recientemente, después de su desaparición, las sedes de la Conferencia Episcopal Venezolana. O cuando se expresó en referencia al mandatario actual: Nicolás Maduro, jugó siempre a ir nadando en las corrientes, pero aprendió con una impresionante facilidad  a mentir. Abraza, besa, sonríe y gesticula por el frente, pero una vez que una persona da la espalda, cualquier cosa puede pasar (LA V por dentro, caras nuevas, vicios viejos, p. 82, Salas Ediciones).

Ojeda, comunicador social, además de tener otros títulos académicos relevantes, desde su entrada en la palestra de la política tuvo grandes oportunidades cuando fue miembro del MVR y diputado electo a la Asamblea Nacional  Constituyente de 1999. Pero él nunca llegó a carburar políticamente al separarse de las filas chavistas y comienza su viacrucis y andanzas políticas sin rumbo seguro y como una veleta: en el 2002 se separa del chavismo y funda el partido UN SOLO PUEBLO y se presenta como candidato para alcalde del municipio Sucre Edo. Miranda, objetivo al que desiste después de contar con un grupo profesional vario pinto y de bases solidas de los barrios petareños, en su comando de Boleíta, pero desecha la asesoría profesional y pierde el apoyo popular carcomido por la labor soterrada del chavismo; posteriormente se lanza como precandidato presidencial pero termina apoyando la opción  de la alternativa opositora Manual Rosales; posteriormente se postula como precandidato para la alcaldía mayor y del municipio Sucre, (Petare) pero tampoco logra sus objetivos. Más tarde es elegido diputado por la MUD de la alianza opositora hasta que en septiembre se convierte en tránsfuga en septiembre de 2012 volviendo al chavismo como lo referimos anteriormente, pero ahora causando un grave daño a la bancada opositora en tiempos en que el oficialismo anda desesperado por conseguir a cualquier precio los diputados requeridos, 2/3 del número total de 165, para aprobar los asuntos pendientes como la elección del contralor general de la República, de tres rectores del Consejo Nacional Electoral y para aprobar la propuesta de otorgar una ley habilitante al Nicolás Maduro para que complete su arremetida de enjuiciamiento y despojo de la inmunidad parlamentario a varios diputados de la alianza democrática opositora, como lo hizo en agosto pasado con el diputado Richard Mardo, violentando los postulados constitucionales y éticos de la democracia política. Ahora Ojeda anda acompañando al Potro Álvarez, candidato a alcalde del municipio Sucre por el PSUV, como alcahuete y segundón echando por tierra sus ambiciones como consecuencia de sus traiciones e infidelidad.

A William Ojeda, con toda seguridad, se unirán otros camaleones políticos una vez hayan despojado de su inmunidad a diputados opositores, a través de compras de conciencia materializadas con dádivas y prebendas catalogadas como actos de corrupción y acusaciones  falsas, con la cooperación de los organismos judiciales y las instancias parlamentarias, todo ello para la implantación de un totalitarismo estatal en que se fusionan el comunismo-estalinista, el fascismo italiano y franquista, bajo la égida del castrismo dinosáurico  conveniente para alimentar las arcas del erario cubano.

Desde algunos años atrás se ha percibido con claridad la intención del régimen chavista y ahora con más énfasis con Maduro, para que nuestros altos magistrados y los demás jueces, en contubernio con los diputados oficialistas, cometan una sarta de barbaridades para la prostitución total del sistema judicial-parlamentario, para convertir a nuestra nación en un reducto de opresión y desvergüenza que únicamente sirva a los intereses del oficialismo espurio y de los camaleones políticos, en la que Mefistófeles REINA, y sería más que pertinente preguntarnos ahora ¿ CUANTO VALE UN DIPUTADO ?


Jesús González Briceño

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